Nuestra supuesta vieja-nueva izquierda, aquella que tal vez se arrastra “anfibia” —como apunta Jorge Inzunza —, perdida en busca de identidad y propuestas, sumergida en una suerte de limbo político, vacilando entre el “infierno” neoliberal y el “paraíso” comunista, o la utopía anarca, ya no es una sino varias izquierdas, y con ese, no de socialismo sino de diversidad. Varias izquierdas, “opciones” o “referentes” como hoy se dice. Las más radicales, prisioneras todavía de una ideología esencialista, teleológica, a la espera de mesianismos imposibles. La más “socialista liberal” (como alguna vez la definió José Joaquín Brunner) intentando seriamente (¿por qué dudar de su seriedad?) conciliar el mayor libre mercado con el mayor respeto de los derechos humanos, pero siempre: “en la medida de lo posible”.
Las primeras, confiando en una Historia que la realidad ya nos ha demostrado que no es certeza sino una mera probabilidad, y que no tiene fases ni etapas aseguradas, sino un horizonte imprevisible. La última, presa de un pragmatismo que sólo les ha prodigado ser copartícipes en el ejercicio de un poder estatal estéril. Aclaro: estéril desde el punto de vista de la justicia social, no de las utilidades de la gran burguesía financiera, industrial, comercial y agrícola de Chile. Sobre los orígenes y primeros desarrollos de esta clase social recomiendo el libro La concentración del poder económico, de Ricardo Lagos Escobar (Editorial del Pacífico, Santiago de Chile, 1961). Sobre su evolución posterior es también imprescindible el libro de Hugo Fazio, Mapa actual de la extrema riqueza en Chile (Arcis – LOM Ediciones, Cenda, Santiago de Chile, 1997).
Algunas de las izquierdas radicales -debo citarlas para evitar equívocos-: el Comité de Iniciativas por Más Izquierda (CI+I), el Partido Izquierda Cristiana (IC), el Partido del Socialismo Allendista (PSA), el Movimiento Nueva Izquierda (MNI), la Asamblea Democrática (AD), la Acción Socialista Allendista (ASA) y Urracas de Emaús, más 56 personas a título individual (entre ellas Faride Zerán, Tomás Moulian, Aníbal Palma y Álvaro Ramis), invitaron a un debate que se efectuó el pasado 22 de enero en el Centro Ecuménico Diego de Medellín. Hubo más de 200 asistentes. A ellos se incorporó el diputado Sergio Aguiló, ex PS.
El valor de este debate es que es una invitación al diálogo de TODAS las izquierdas.
Hablaron 47 personas, la mayoría, dirigentes de diferentes organizaciones de base ciudadanas (vecinales, generacionales, de la diversidad sexual, sindicales, estudiantiles, etc.). Y lo que manifestaron fueron ideas que me permití registrar, sistematizar y analizar (ya que no hubo un comunicado “oficial”). Las incluyo muy resumidas en esta columna porque creo que constituyen un aporte para un diálogo de todas las izquierdas:
Las proposiciones de los oradores se pueden resolver en cuatro propuestas-eje capaces de generar un consenso entre las izquierdas:
1) El pueblo como actor social / Ciudadanía Activa / Generar poder alternativo, contraloría social / Construir un mundo de mayorías, no un mundo de izquierda / y con la gente que no tiene conciencia / Aspirar a representar a las mayorías.
2) Cultura de los Derechos Humanos / Estado de Derecho basado en los Derechos Humanos / Construcción de un nuevo paradigma libertario (libertades personales) / Libertad de expresión.
3) Profundizar la democracia / Cambio de la Constitución de Pinochet-Lagos por otra de base solidaria / Un nuevo estado plurinacional (somos varios pueblos).
4) Rechazo del modelo económico neoliberal / Vincular las comunidades con el desarrollo del país / Plantear una plataforma político-social-generacional-al servicio de los más vulnerables.
El documento completo de mi análisis, tanto en sus versiones narrativa (9 páginas) como técnica (26 páginas) puede ser consultado en el sitio La Voz Libre, Estudios.
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Foto: Go left – Ezu / Licencia CC
Comentarios
11 de febrero
Estimado Juan Jorge, que excelente avance es este que nos entregas. Lamentablemente siguen existiendo estos problemas de “registro” de lo que se hace –este es un problema histórico de la izquierda, que se refunda una y otra vez, discutiendo y concluyendo muchas veces lo mismo-, por lo que se agradece enormemente que nos des a conocer tus apuntes sobre el encuentro de algunas de las izquierdas, te lo iba a pedir luego que nos dieras el enlace al documento en la entrada de los anfibios. Sería interesante saber si cómo se plantea la continuación del trabajo. Saludos!
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11 de febrero
Estimado Jorge, gracias por tu comentario. ¿Cómo sigue? Jorge Arrate está presidiendo un comité organizador para una nueva asamblea a realizarse en marzo ó abril. El objetivo, crear «una orgánica» que sea capaz de dialogar con «otras opciones de izquierda» en pro de un conjunto mayor. Es todo lo que hay hasta ahora (como se trata de un mes en general de vacaciones, no creo que exista algún avance todavía aparte de mi documento que es «a título personal» y con el fin de ir alimentando y canalizando un debate público, desde la base y transparente, que me parece previo a cualquier institucionalización, la que sin duda es necesaria).