Una fundamental discusión se ha dado en los últimos días en torno al clamor, cada vez más fuerte, exigiendo que en Aysén se restrinja el ingreso de quienes no tengan residencia permanente en la región y no cumplan funciones esenciales. Es decir, que se aplique un cordón sanitario. Además se ha solicitado cuarentena obligatoria total. Sus características de aislamiento físico y menor población dan mayor viabilidad a su implementación, junto con el hecho de que hasta hoy todavía existe clara trazabilidad hacia la fuente de sus escasos contagios.
Recursos de protección, acciones directas de las comunidades bloqueando rutas de acceso y la unidad de alcaldes, consejeros regionales y parlamentarios en el llamado al gobierno han sido, hasta ahora, desoídos por las autoridades. Principalmente nacionales porque, en términos estrictos y como ha ocurrido en demasiadas ocasiones, intendenta, gobernadores y funcionarios de confianza de todo tipo operan como simples buzones de remitentes que alojan en Santiago. Aunque no es solo su responsabilidad, la ley así lo establece, uno esperaría más carácter, menos obediencia debida, por el bien de la región en que viven. Que ejemplos han existido.
Somos parte de un país, no cabe duda. Sin embargo aquello, está claro que si tanto en Aysén -como en muchas otras regiones- se hubieran tomado antes medidas de restricción más rigurosas no se habrían producido los 7 casos que al domingo se habían confirmado. El argumento ha sido que no se puede paralizar la región, en circunstancias que, por ejemplo, hay cuarentena (restricción para salir del hogar) vigente en 14 comunas de las regiones Metropolitana, Ñuble, Biobío, Araucanía, Los Lagos y Magallanes, 94 aduanas sanitarias (control en el traslado entre regiones) y existen siete localidades con cordón sanitario (restricción en el ingreso y salida de determinados territorios), según ha confirmado el Ministerio de Salud.Son estos momentos en que la figura de un gobernador o gobernadora regional, con facultades ejecutivas autónomas, se echan de menos. Una figura que no muchos dimensionan aún, menos con el desprestigio de la política y los políticos
Comunas muchas de las cuales por sí solas tienen más habitantes que todo Aysén.
El problema es que el descalabro sanitario en nuestra región por el escaso número de camas para pacientes críticos (22) y respiradores (12, aunque las cifras oficiales no son tan concluyentes sí coincidiendo todos en que son escasas), junto con la dificultad para realizar traslados médicos a otras zonas, sería fatal (literalmente) en caso de desbocarse los contagios. Eso sí, al menos en los últimos días el Consejo Regional comprometió la adquisición de 32 respiradores extra.
Y claro que la ciudadanía puede hacer lo propio, como quedarse en la casa y evitar el contacto físico interpersonal, pero decisiones desde el Estado permiten no solo orientar a la población sino también adaptar el escenario laboral e institucional para cumplir de mejor forma, por ejemplo, una cuarentena obligatoria.
Son estos momentos en que la figura de un gobernador o gobernadora regional, con facultades ejecutivas autónomas, se echan de menos. Una figura que no muchos dimensionan aún, menos con el desprestigio (fundado en muchos casos, pero injusto en otros) de la política y los políticos, pero que podría dar una respuesta de mayor contundencia que las reiteradas puestas en escena a las que nos tienen acostumbrados las figuras designadas.
Ejemplo es su relación con la industria salmonera.
Ya se ha hecho pública la incidencia del sector en las decisiones durante la crisis, donde luego que la seremi de Salud Alejandra Valdebenito determinara regulaciones para la operación de las instalaciones acuícolas, el 2 de abril echó pie atrás para “no afectar el normal desarrollo de la región”, según se lee en una resolución a la que tuvo acceso un medio nacional.
El problema es que es precisamente esta actividad la que mayor movimiento de trabajadores foráneos genera desde y hacia en Aysén, lo que ha quedado demostrado al saber que de los 7 casos de contagio ya confirmados 5 están relacionados directamente con la industria.
En el anecdotario COVID-19 quedará plasmado que este lunes el gerente de SalmonChile, Arturo Clément, dijo en Radio Infinita sobre los contagios relacionados con su sector que “ha habido uno, pero fue solo en una planta de Talcahuano, de Blumar. Acá la verdad es que en un inicio tomamos medidas bastante drásticas, muy preocupados del cuidado de nuestra gente y hasta el momento nada”. Si el máximo representante de los salmoneros se da el lujo de mentir en público, ante la complacencia de los conductores Catalina Edwards y Patricio Ezkenazi, qué queda para sus asociados y los protocolos que han comprometido.
Tras la última modificación constitucional, la elección de gobernadores regionales será el 11 de abril de 2021, junto con los comicios de alcaldes y concejales, y la eventual Convención Constitucional. Por lo menos hasta ahora, porque ya se ha informado que existen sectores que quieren volver a aplazar el proceso, haciéndolo coincidir con las votaciones a Presidente/a, parlamentario/as y consejero/as regionales programadas para noviembre del mismo año.
Será tal jornada una oportunidad para elegir a quien efectivamente represente la visión y necesidades de Aysén y sus habitantes.
Por mi parte, que incorpore una propuesta anclada en la sustentabilidad y por un modelo de desarrollo Aysén reserva de vida. Y que interprete la voluntad de quienes dan prioridad a la vida y la salud, y no a los intereses de gerentes y ejecutivos que, además de no vivir en el territorio, piensan en primer lugar en sus negocios.
Ya sabemos lo que en Estados Unidos y Gran Bretaña ha generado la ideología mercantil. El primero tiene el mayor número de contagiados, sin ser precisamente el de mayor población mundial Y en el segundo, su primer ministro está desde el fin de semana en cuidados intensivos por complicaciones en su lucha contra el coronavirus.
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