Desde 1963 estoy viendo la tv. Cuando estaba en sus inicios «Don Francisco». Habían asesinado a J. Kennedy y la emisión era entre las 17 y 23.30 hrs. y los niños sólo veían hasta las 21 hrs. Al poco tiempo se amplió el horario y comenzó a las 14 hrs. Donde primero se emitía un concierto de música clásica y luego una telenovela argentina: «El amor tiene cara de mujer», con el auspicio de la crema «Pond’s». Recién como a las 18hrs se podían ver dibujos animados. No más de 30 a 45 minutos. Todo esto sólo emitido por un solo canal. En Stgo el 13 y en Valpo el 8.
A mediados de los 60’s se inicia la transmisión habitual del 9 de la «U». Durante una actividad navideña de canal 13 por el año 65, se transmitió en vivo desde el Parque Bustamante, donde se recibieron donaciones de juguetes para los niños pobres. Fue allí donde conocí en persona a Don Sergio Riesenberg, que por aquel entonces era conductor de programas. En otra ocasión contaré lo que ocurrió con aquella donación que se hizo. Bien, todo este recuerdo es para ubicarse en cómo era la tv en sus primeros 10 años.
Comenzando los 70’s se inicia TVN y poco a poco llega a gran parte del país. Casi 10 años después se transmite a color y aumentan los canales y se ven en casi todo Chile. Con el inicio de la democracia en los 90,s cambia notoriamente el contenido de la TV. Tal como ocurrió con la educación en los 80’s, en que nadie se percató que se vendría un apagón cultural, con la reforma que se inició por aquel tiempo, en la TV con la idea de ser «moderno», «liberal», «no acartonado», «sin censura», etc. Se desarrolló por un lado la tecnología para ver una TV más dinámica, pero con un contenido cada vez más pobre y lejano de nuestra identidad como país. [texto_destacado]
Es cosa de ver la programación de la tarde y parece que somos un país del medio oriente y con una mayoría Musulmana seguidores del Islam. Me pregunto si los niños chilenos más adelante conocerán más a Alá que a Dios. Como siempre se puede decir que lo barato cuesta caro. Hoy la TV chilena está por las cuerdas, como se dice en el boxeo. El resultado económico es negativo y el que se salva por ahora, ha tenido una baja sustancial.
El mayor error en general ha sido contratar a quienes se dicen «rostros» a cualquier precio. Es como en el fútbol, sueldos millonarios y luego ¿Cómo se paga cuando la economía del país está débil?. Esto es como las matemáticas. Malos contenidos programáticos + Malos directores ejecutivos + sueldos muy elevados + publicidad más barata = Quiebra.
Esto es como las matemáticas. Malos contenidos programáticos + Malos directores ejecutivos + sueldos muy elevados + publicidad más barata = Quiebra.
No se aprovecha la experiencia de quienes han estado años en la TV. Se burlan de ellos. Ahora tienen el resultado. Un par de ejemplos de errores de los directores de tv actual: ¿Quién les dijo que era necesario poner fondo musical, cuando se está hablando? Muchas veces no se escucha lo que dice la persona entrevistada o el mismo conductor, por el gran volumen que tiene la música de fondo. ¿De dónde sacaron que nuestra vista es estéreo? Aunque la pantalla de tv sea de 50 pulgadas, no pueden poner la pantalla dividida permanentemente. La persona está hablando y al lado están pasando un video que dura 30 segundos y lo repiten 100 veces. O al revés, la imagen es muy importante a penas se distingue y no interesa ver al que habla, ya que lo vemos a cada rato. Esto ocurre especialmente en los noticieros y en las transmisiones deportivas.
¿Para qué un espacio de noticias de una hora y media, si las noticias las dan en los primeros 20 minutos? El resto lo ocupan para dar reportajes que ahora último son repeticiones. Bueno así puedo estar dando muchos ejemplos. Más adelante puedo volver a dar unas notitas de la TV.
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Señor Gutie: Comparto su opinión 100%. Al respecto, en este mismo Medio y en misma sección, habíamos publicado: «TV: Actividad Profesional». La carencia de ésta es la causa, fundamental, de la crisis creativa y productiva que aqueja a la pantalla. Prueba de lo expuesto es la idea de crear un nuevo «Canal Cultural»; en circunstancias que la programación que se emite es Cultural: buena o mala; pero, es cultural.Por lo tanto, esta iniciativa resulta redundante; y, demostrativa, que los impulsores no tienen conocimiento sobre el proceso de programación de contenidos; e incluso, anuncian presupuestos económicamente desorbitados sin conocer el remedio para este enfermo. En resumen: ponen la carreta adelasnte de los bueyes.
Juan Pablo O’Ryan Guerrero