Hace años atrás, era impensable que relativamente recién comenzado el año escolar encontráramos innumerables avisos de “Se busca profesor”, “Se necesita profesora de reemplazo urgente”, “se requiere docente para establecimiento con buenas condiciones de trabajo”, “se necesita reemplazo de 44 horas de manera indefinida”.
Que avisos tan atractivos son estos para docentes principiantes, que egresan con todas las energías de querer cambiar el sistema, de querer aportar al aprendizaje de niños y niñas, de querer mejorar la calidad de la educación, tal como hemos venido escuchando desde el 2006 con la revolución pingüina y confirmado con el movimiento universitario del 2011, tanta esperanza por esos años. ¿Cuántos pingüinos ahora son docentes? ¿Cuántos universitarios del movimiento están con licencia hoy en día? ¿Dónde quedaron las energías y las ganas por querer cambiar la educación en Chile?No y mil veces no, los profesores no están con licencia porque quieren, es porque el sistema educativo en Chile no entrega las condiciones óptimas y/o mínimas de trabajo
Al abrir redes sociales, Facebook, Instagram y LinkedIn, es habitual encontrar avisos de: se busca profesora reemplazante… Algunos datos respecto de lo inminente, de acuerdo con lo indicado por la fundación AEQUALIS, para el año 2025 se espera un 30% menos de profesores que lo que ocurriría en 2016. Según un estudio de Educar Chile, en 2021 la falta de docentes en los próximos cinco años podría llegar a un 19% en nuestro país. De acuerdo con lo indicado por Efecto Secundario un 62,7% de los docentes declara sentir agobio al enseñar en pandemia. Esta última afirmación, hace pensar que ese 62,7% que estaba agobiado enseñando en pandemia, ese 62,7% que hizo lo imposible por hacer funcionar el sistema educativo desde sus casas, cuidando hijos, cocinando, siendo profesores de sus propios hijos e hijas, cuidando padres enfermos, perdiendo familiares por Covid –entre otras situaciones– debió haber mejorado el sentimiento de agobio en 2022, puesto que, ya no estamos en pandemia estricta, y el sistema educativo en su totalidad volvió a la presencialidad.
Un diario de circulación nacional, hace poco indicó que el ausentismo docente llega hasta el 20%, en comunas de liceos emblemáticos en Chile, lo que es atribuible al aumento considerable de licencias médicas. ¿Qué pasará en comunas donde no hay liceos emblemáticos? Santiago no es Chile, ¿Qué pasará en los liceos y escuelas de regiones, en escuelas rurales? ¿En colegios particulares? ¿En jardines infantiles?¿En las Universidades?
En cuanto al ausentismo docente, este es un problema transversal y extendido territorialmente y que, se viene arrastrando desde hace algunos años, y al parecer, no sólo se solucionaría con la gestión de directivos de cada uno de los centros educativos. ¿Será que faltan políticas públicas que se hagan cargo de esta situación? ¿Acaso no debería ser un problema de estado más que de gobierno? ¿Qué hacen los DAEM comunales cuando faltan docentes? ¿Qué hacen esos niños y niñas en la hora de clase donde no llegó el profesor o la profesora? ¿Es justo que aquel profesor que debe realizar horas de completación o planificación cubra a su colega sin motivación monetaria alguna?
En algunos liceos de Santiago las y los estudiantes en toma de sus establecimientos, “invitan” a las y los profesores a ser “comprometidos” con la educación pública y que vuelvan a hacer sus clases ¿será que estos pingüinos del 2022 no dimensionan la labor docente, pensarán que aquellos profesores que están con licencia quieren sentirse enfermos, agobiados, desamparados y con mínimas condiciones para realizar su trabajo?
No y mil veces no, los profesores no están con licencia porque quieren, es porque el sistema educativo en Chile no entrega las condiciones óptimas y/o mínimas de trabajo. ¿Saben los pingüinos que hace un profesor con “horario libre” en el que debe planificar, revisar pruebas, preparar clases, trabajar colaborativamente, entre otras?, ese profesor o esa profesora debe ir a reemplazar a su colega que faltó o que está con licencia. Si esta dificultad de ausentismo docente existe desde hace años. ¿Por qué no es obligatorio para los centros educativos contar con un profesor flotante? Que pueda desempeñar las funciones de aquel colega enfermo, ¿sin tener que descuidar sus “otras tantas” labores pedagógicas y administrativas?
Atención nuevo Ministro, atención pingüinos revolucionarios del 2022, atención facultades de educación, las y los docentes volvieron después de la pandemia al mundo escolar “como si nada hubiese pasado”, y pasaron muchas cosas, los escolares no son los mismos, las y los docentes no son los mismos ¿Por qué entonces el sistema educativo sigue siendo el mismo?
Debemos cambiar como sistema escolar, primario, secundario y terciario, asegurar las condiciones mínimas de trabajo para las y los docentes así tal vez dejaremos de ver día a día por todas partes… se busca profesora reemplazante.
Comentarios
22 de mayo
Excelente contenido… no es casualidad tantas licencias médicas en docentes, no hay cambios, mejoras… Cuando se valore y priorice la labor docente recién habrá un avance… Sueldos acorde a las horas dentro y fuera del establecimiento, beneficios y aporte al desarrollo del trabajo.
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17 de mayo
En el liceo 14 RM . Han dado dos profesores licencia , uno en reiteradas ocasiones pero por pocos días ,lo que a la larga se suman y se genera una larga licencia .El otro profesor tiene licencia por 15 días a lo que me responde la inspectora que no hay profesores reemplazantes y se demorara demasiado el contrato , no dejan trabajos por lo tanto que hacen los alumnos de un cuarto medio sin clases , literalmente nada solo ESPERAR QUE VUELVA EL PROFE arriesgando su nem pues a lo que vuelvan se habrá acumulado más materia que no se memoriza rápido.
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17 de mayo
Valentina, espero que en la columna encuentres una de las respuestas, lamentablemente, los establecimientos no se preparan para las licencias de los docentes, un profesor enfermo NO TIENE obligación de dejar material, pues esta ENFERMO, por algo está con licencia, por otra parte, es función de quienes lideran las comunidades educativas garantizar la formación y el aprendizaje de los y las estudiantes, por lo que sugiero canalizar allí las inquietudes que tienen, por ciero muy válidas, como estudiantes.
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