Amigos y amigas, después de un necesario silencio en las transmisiones, “Crónicas de la Patagonia” regresa nuevamente, procurando aportar una mirada constructiva y propositiva del devenir de Magallanes y de Chile. Este ha sido mi interés de siempre, transmitir esperanza, invitar al encuentro, tender puentes, para construir la sociedad prospera y justa que todos soñamos.
Desde Magallanes y hacia todo Chile, queremos transmitir buenas noticias, esas que necesitamos con urgencia, para encontrar el equilibrio con el bombardeo mediático, de desastres, crimen y calamidades. Necesitamos ver y reconocer aquello que hemos hecho bien, ideas o propuestas que cuentan con reconocimiento transversal, y que dan esperanzas, de que podamos ponernos de acuerdo en otras cosas también. Me refiero, en particular, a lo que ha representado para la región de Magallanes y antártica chilena, el plan de zonas extremas.La buena noticia es que en zona extrema Magallanes, podremos continuar una gestión exitosa del primer plan, contando con la ventaja de que quien lideró la implementación del Plan 1.0, hoy es gobernador electo
Es difícil que una persona que vive en Santiago, o en alguna de las grandes regiones del centro y sur de Chile, pueda comprender el sinnúmero de situaciones de la vida cotidiana, que expresan la desigualdad territorial de Chile. Bienes y servicios más caros, menor oferta, dificultades de acceso, baja conectividad del territorio, sólo por vivir en una región extrema. Esta condición vital, que ha marcado a generaciones y generaciones de personas, y que está a la base de un fuerte carácter regionalista, fue reconocido por la presidenta Michelle Bachelet en 2014. En su segundo mandato, incluyó como una de las 50 medidas para los primeros cien días de gobierno, la implementación de un plan especial de desarrollo de zonas extremas, que se hiciera cargo de la desigualdad territorial. Este plan reconoció su condición de zona extrema, a las regiones de Magallanes, Aysén, Arica Parinacota y la provincia de Palena y la comuna de Cochamó.
En el caso de Magallanes, bajo el liderazgo del por ese entonces intendente Jorge Flíes, se construyó en conjunto con los habitantes de todo el territorio, un plan consistente en grandes iniciativas en conectividad terrestre, con la pavimentación de las rutas de Tierra del Fuego, y la construcción de una nueva senda entre Magallanes y Última Esperanza, uniendo Río Hollemberg con Río Pérez. Conectividad digital con la construcción de la mayor red de fibra óptica submarina del cono sur, que unió Puerto Montt con Puerto Williams. Conectividad marítima, con la creación de una nueva ruta de ferris que hoy une Puerto Yungay, con Puerto Edén y Puerto Natales. Pero también con el diseño y construcción de un muelle multipropósito en Puerto Williams, y estudios de pre factibilidad para Puerto Natales, y estudios para una Dársena en Punta Arenas.
El plan también consideró la construcción de dos centros científicos, uno consagrado a la biología molecular y a la ciencia médica, hoy en funciones. Y otro, que será centro de referencia mundial, para estudios antárticos, el Centro Antártico internacional. Sería muy extenso de detallar cada una de las 37 iniciativas que comprende el Plan de zonas extremas 1.0, sólo destacar, cómo le ha cambiado la calidad de vida a los habitantes de Tierra del Fuego, a los habitantes de los sectores periurbanos de Punta Arenas, a quienes se dotó de agua potable, o a los residentes en el casco histórico de Punta Arenas, con las obras que brindan seguridad integral en el Río de Las Minas.
Lo notable de este plan de desarrollo fue la voluntad política del ejecutivo central, para reconocer a los habitantes del territorio la capacidad de definir las áreas de su desarrollo, aportar cuantiosos recursos para financiar la cartera de proyectos, y establecer una metodología de evaluación técnica, en el ministerio de Desarrollo Social, costo eficiencia, que permitió identificar la alternativa más económica para resolver la problemática planteada por cada proyecto. Esto viabilizó proyectos, que con la metodología de evaluación costo beneficio, jamás hubieran obtenido recomendación favorable en Mideso.
El día de hoy, cuando nos encontramos próximos a enterar diez años desde el inicio del Plan de zonas extremas 1.0, tenemos una gran noticia. El reconocimiento de tres gobiernos sucesivos a las bondades de esta política pública, que tuvo una vigencia original de tres años, los que fueron prorrogados por la presidenta Bachelet, por el presidente Piñera, y recientemente por el presidente Boric. La gran noticia, es que la actual administración ha decidido crear la política nacional de zonas extremas, para que sea una política permanente del estado de Chile. Para ello se dictó el Decreto Nº 43 de 13 de septiembre de 2023, que aprueba el reglamento que fija la política nacional de zonas extremas. En este se recogen los aspectos centrales del actual plan de zonas extremas, e incorpora innovaciones planteadas por quienes participamos de la gestión e implementación del plan original, tales como la vigencia, que se extiende a 10 años, la posibilidad de modificar cartera durante su vigencia, y otras características que detallaré en futuras columnas.
La buena noticia es que en zona extrema Magallanes, podremos continuar una gestión exitosa del primer plan, contando con la ventaja de que quien lideró la implementación del Plan 1.0, hoy es gobernador electo, y como tal podrá liderar la construcción del Plan de zonas extremas 2.0, para construir “La región que queremos”, para los próximos diez años.
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