En una reciente entrevista televisiva el diputado Boric no se mostró muy satisfecho respecto de haber finalizado la campaña presidencial del candidato Guillier con la presencia del ex presidente uruguayo José “Pepe” Mujica, afirmando que entendía que había que complejizar más su figura.
Con lo que considero una “disposición genérica” del diputado Boric para escuchar y con la autoridad que me brinda haber vivido los últimos 19 años en Uruguay, me parece conveniente los siguientes comentarios sobre hechos que me constan personalmente, tanto por vivir en Montevideo como por mis actividades profesionales de abogado.
Estas líneas no tienen como finalidad en lo absoluto denostar la figura del señor José Mujica, sino que muy por el contrario alertar que no se puede administrar un país con buenas intenciones y mucho corazón, de los cuales Pepe es extremadamente grande, sumado sus atributos autoridad personal que también me consta.El ex presidente Mujica, tal cual lo refirió en sus ruedas de prensa en Chile, repartió lo que había entre aquellos que entendió más lo necesitaban y muchas veces lo dispuso excediendo sus atribuciones legales.
Pero un país se gobierna con prudencia en el manejo de los recursos con los que cuenta, provenientes en el caso de Uruguay solo de los impuestos que todos los ciudadanos pagan, donde Chile puede sumar sus recursos naturales, y se gobierna también con equidad poniendo primero en la fila a los más necesitados y postergados, no importando que no cuenten votos.
El Frente Amplio chileno no nos dijo todo del modelo de su homónimo uruguayo, como tampoco lo hizo respecto de diversos resultados. En Uruguay la salud y la educación en todos los niveles está garantizada y gratis hace 100 años, pero a cambio se paga altos impuestos y los aportes para la previsión y salud alcanzan 34% de los ingresos de los trabajadores, aportando de ello 17% el empleador. Ello impacta evidentemente en el precio de los bienes y servicios y por eso es un país que nos parece caro.
La educación universitaria pública llega a todos los que deseen estudiar, sin exámenes de admisión, mientras que en Chile está en trámite un proyecto de ley (que cuenta con todos los votos de los que dicen preocuparse de barrer las desigualdades) que prevé la selección por PSU, que jamás fue un requisito legal, lo que es inmoral, ilegal e inconstitucional.
El ex presidente Mujica, tal cual lo refirió en sus ruedas de prensa en Chile, repartió lo que había entre aquellos que entendió más lo necesitaban y muchas veces lo dispuso excediendo sus atribuciones legales.
Solo a vía ejemplar: el Poder Judicial lleva siete años en huelga porque en su gobierno el ex presidente Mujica promovió una ley de mejora salarial solo a los ministros de la Suprema Corte (allá la Suprema Corte resuelve inconstitucionalidad y necesitaba que le apoyasen con proyectos de ley fundamentales), sin considerar subir los salarios a los Ministros de Tribunales de Apelaciones, ni Jueces Letrados ni mucho menos los funcionarios (o sea del pueblo).
Ello condujo a un juicio donde terminó el Estado condenado al pago de hoy US$150.000.000, que el actual presidente Dr. Tabaré Vásquez no paga pese a que prometió hacerlo en su campaña como continuador del gobierno de su compañero Mujica (algo así como el candidato Guillier promete continuar las obras de la Presidenta Bachelet). Evidentemente los perjudicados con esta movilización de los empleados del Poder Judicial son principalmente los ciudadanos de a pie, los “sin moneda” como acostumbre decir una reciente diputada electa.
Tal como dijo el invitado Pepe en sus alocuciones, la convivencia en Uruguay no es gracias a su gobierno sino a los vice-abuelos, que construyeron un país solidario y de convivencia hace más de cien años y que él, en su juventud, más o menos la edad de muchos de nuestro Frente Amplio chileno, quizo destruir participando de movimientos como los Tupamaros, que iniciaron épocas de violencia en medio de un régimen democrático, asaltando bancos e inclusive provocando la muerte de campesinos. El ex presidente no estuvo condenado por 17 años por sus ideas sino por sus acciones.
Finalmente, el gran corazón del ex presidente Mujica lo llevó a cometer una imprudencia imperdonable para un gobernante: el despilfarro en épocas de bonanza. Efectivamente, los planetas se alinearon a su favor cuando Rusia y USA sufren sequías prolongadas y la ex presidenta Cristina Fernández se enfrenta con los agricultores por subirles los impuestos desmedidamente (“¿meterles las manos en los bolsillos?”).
Los agricultores cruzaron “el charco” con sus trabajadores, maquinarias y granos y sembraron el campo uruguayo mientras la tonelada de cereal subía de US$ 120 la Tonelada a US$ 750 y US$ 800 la tonelada, por lo que los ingresos por impuestos a las exportaciones llenaron las arcas uruguayas.
¿Qué hizo Mujica? Subió los salarios de los funcionarios públicos a más del doble en lugar de haber guardado y administrado con prudencia esos ingresos extras. La sequía se terminó al igual que los conflictos en Argentina y bajo el precio de los cereales, pero se mantuvieron los salarios altos de los funcionarios del Estado uruguayo. Podrán imaginar los resultados.
Los chilenos el domingo nos enfrentamos a mucho más que elegir un nuevo presidente, nos enfrentamos un candidato que propone gobernar con buenos deseos y corazón a otro que propone gobernar con razón, prudencia y seriedad. Cada chileno debe decidir, solo me limito a “complejizar” la figura de un gran político latinoamericano del Siglo XX, tal como reclama el diputado Boric.
Comentarios
18 de diciembre
Muy buena columna, realmente saca la máscara de don Pepe y muestra lo que realmente hizo, en base a una serie de modelos heredados y lo que intervino, sirvió para endeudar el país y heredar una mala gestión.
😉
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