Jubilados: deberes y derechos

Al llegar a la etapa de la vida luego de habernos dedicado, con nuestros mejores esfuerzos, para el desarrollo personal y social de nuestra patria, a la que hemos honrado y respetado a través de muchos años de deberes y pocos derechos, reclamamos lo que nos corresponde.

---

Para evitar esto deben existir medios por los cuales, a ninguna persona tercera edad, le hagan firmar su muerte anticipada. Para esto hay que sancionar a quienes usan el engaño y la maldad para tal efecto.

Esos derechos que, por esa entrega silenciosa y generosa, sin bulla ni reclamos que reprimimos muchas veces, no por temor ni miedo, sino por nuestra entrega leal y generosa por ver a nuestra institución o empresa ser un aporte real a la grandeza de nuestro Chile querido. Incluso, a pesar de intereses egoístas y ambiciosos de algunos que por desgracia destruyen y corroen el alma nacional y que, en la actualidad por fortuna, están aflorando no solo avergonzando a sus familias sino que a la nación entera y fuera de nuestras fronteras.

Pero aún con todas esas deficiencias y decadencias sabemos que hay quienes, al igual que muchos que entregamos lo mejor, podemos colar, desmenuzar y blanquear los pilares fundamentales de nuestra institucionalidad y hacer resurgir la justicia y honradez de las generaciones nuevas con una visión distinta y renovada que hará de Chile lo fue en épocas que nuestros abuelos recuerdan.

Al cumplir con nuestros deberes es que ahora reclamamos los derechos que, con justicia, nos corresponden y no queremos regalos porque todo nos ha costado solo pedimos algunas mínimas leyes de protección.

De lo que tanto nos costó adquirir nuestras casas, a través de instituciones diferentes, con préstamos usureros a sabienda que en su mayoría no serán pagados por nuestras paupérrimas pensiones. Entonces, se aprovechan de los pobres viejos para quitarles su único y último refugio.