Desde hace unas semanas la alarma ha cundido y hemos visto como las inmobiliarias, no contentas con destruir Ñuñoa, asolar Providencia y enseñorearse en el Centro de Santiago, ahora han puesto sus ojos en nuestro Litoral Central. ¡Nada menos que en Isla Negra! ¿Qué diría Neruda? Hoy nos vemos enfrentados a la grave amenaza que se cierne sobre la Zona Típica de Isla Negra. En efecto, como ya es de público conocimiento, actualmente la Inmobiliaria Santa Beatriz ha comprado un inmueble que se emplaza en un 50% en la Zona Típica y en la parte restante fuera de ella y colindante con la calle Isidoro Dubournais.
Esta inmobiliaria, como ha sucedido en otros casos (el monumento a SS. Juan Pablo II o intervenciones en monumentos históricos) ha actuado de hecho, desconociendo las competencias legales del Consejo de Monumentos Nacionales y soslayando la preeminencia normativa que tiene el carácter de Zona Típica, o la normativa patrimonial en general, por sobre los Planos Reguladores Comunales.
Esto es de tal gravedad que se ha requerido formalmente del Consejo de Monumentos Nacionales, se adopten con carácter de urgente, inspecciones en terreno, paralización de faenas y se oficie a la autoridad municipal para que les haga llegar los antecedentes del proyecto de manera formal, para evitar que nos encontremos con una zona devastada.
Estamos claros que la protección de las Zonas Típicas no las congela, eso lo compartimos, pero se busca preservar sus valores, trabajo en que a lo largo de los años, el Estado y los vecinos han trabajado mancomunadamente al Consejo de Monumentos y que no podemos como país, botar o dejar que otros lucren con el esfuerzo que como sociedad, sector público y particulares, hemos llevado a cabo.
La ejecución de este proyecto implicaría la pérdida irreparable de sus valores patrimoniales y daría cuenta de un nuevo crimen urbano en nuestro Chile, con la gravedad que esto, en esta ocasión, afectaría un área protegida por la ley del patrimonio que tiene el país, la ley de monumentos. Pero no es sólo esto. Duplicará las viviendas existentes en la zona. Si hoy es difícil en los fines de semana para sus habitantes poder ducharse a mediodía, imaginemos que ocurrirá cuando la población se multiplique. Hoy en fechas significativas, en esta localidad sin alcantarillado, la luz se corta cuando el consumo es excesivo. Entonces esto no es solo un perjuicio al patrimonio sino que también a la sustentabilidad y calidad de vida de sus habitantes originarios.
No pretendemos generar un ranking, pero es evidente que estamos en una de las zonas típicas más simbólicas y valiosas de Chile, que conserva la armonía del lugar en que nuestro premio nobel Pablo Neruda desarrolló parte importantísima de su vida y de su poesía y que le da un valor único e irrepetible a nuestro Litoral Central.
Es el lugar a que toda autoridad que visita Chile necesariamente concurre y en que nuestros gobiernos se reflejan y destacan. ¿Qué cara mostraremos al mundo si a solo cuatro cuadras del hogar de Neruda se instala esta construcción, vulnerando la protección legal?
¿Qué señal les daremos a los vecinos de las otras 107 zonas típicas de Chile si en este caso no se actúa con celeridad para evitar la política de hechos consumados? ¿Qué valor tendrá el sacrificio de personas modestas, profesionales de clase media y tantos otros, que durante tanto tiempo han vivido en Isla Negra para preservarla y para además, hacer ver al resto de los vecinos, los que están fuera del área declarada que el patrimonio no es un concepto de elite, abstracto ajeno, sino que algo real, concreto y vivo, que es un recurso no renovable, escaso pero además fuente de un desarrollo bien concebido y rentable? Sería una señal terrible de la cual todos nos arrepentiríamos y pasaríamos a la historia como quienes pudiendo actuar, no lo hicimos.
Es por lo anterior que junto con agruparse, los vecinos se han asesorado y recabado apoyo de los Senadores Chahuán y Lagos Weber, quienes han estado resueltos a trabajar de manera conjunta en este predicamento que como país nos aqueja y que trasciende las fronteras políticas
Hoy en este sitio se están haciendo calicatas, se talarán los árboles y desarman una vivienda inserta en el polígono de la Zona Típica, sin aprobación del Consejo de Monumentos. Baste decir que para pintar sus viviendas los vecinos consultan la opinión del Consejo y se ciñen a sus resoluciones. Pues bien, la inmobiliaria no, ellos ponen banderines y pintan de colores los cercos, sin temor a nada ni a nadie, en abierta vulneración de la ley.
Es bueno decir que aún las intervenciones fuera del área tendrán impacto, pues el tránsito de los camiones y demás materiales, solo se podrá hacer ingresando a la zona protegida con una carga desmedida y brutal para calles estrechas y de tierra que durante años se han defendido y preservado.
Así las cosas, hoy se requiere que las instituciones funcionen de manera clara y no permitamos que este lugar de tanto valor se vea perjudicado irremediablemente, no sólo para Isla Negra, la Región de Valparaíso y Chile, sino que para el mundo entero. Es hoy cuando debemos actuar y evitar que se lucre con el sacrificio de quienes allí viven y que por años han conservado este lugar que hoy puede ser el slogan con que la Constructora venda sus departamentos: “Lindos departamentos con vista garantizada a Zona Típica” Insólito. Los casos que antes ha habido, no han tenido la claridad que este tiene. Todos juntos debemos evitar que esto se concrete.
* Oscar Acuña es abogado y ex Secretario Ejecutivo del Consejo de Monumentos Nacionales
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