No sin perplejidad estamos observando, a diestra y siniestra, la organización de verdaderas máquinas para defraudar por parte de honorables y desvergonzados prohombres. Es difícil encontrar algún sector donde no se destape alguna olla en la que no estén involucrados cientos de millones de pesos.
[texto_destacado] La pregunta que los mortales nos hacemos es ¿por qué está sucediendo esto?, ¿qué está pasando? No estamos hablando de personajes muertos de hambre ni mucho menos, muy por el contrario, de personalidades públicas del ámbito político, militar, empresarial, deportivo.
La respuesta creo que no es otra que la codicia, la codicia irrefrenable, insaciable, sin límites promovida por un modelo de sociedad que no hace sino estimularla, valorándola positivamente, como una cualidad. ¿Qué tiene de malo ser ambicioso, aspirar a “más”? Por décadas nos han educado al amparo de una concepción, de una manera de ver el mundo en la que tener más y más es un signo de éxito. Se ha perdido la vergüenza.
Todo ¿para qué? En general, el denominador común en los más diversos ámbitos, es para tener más. Tener más; para darse la gran vida, o para ampliar esferas de influencia, comprar voluntades.
No recuerdo que la ostentación fuese una característica del ser chileno, ni siquiera entre los poderosos, muy por el contrario. Sin embargo, desde que se “liberaron” las amarras que nos invitaban a ser modestos, sencillos, nos transformamos en seres irreconocibles. Reemplazamos el valor de ser más por el de tener más. Las catedrales que nos invitaban a meditar se fueron vaciando y nos desplazamos a otras catedrales, aquellas que invitan a consumir sin freno, con o sin dinero, a darnos gustitos sin vergüenza alguna.
Ahí tenemos a un general que llegó a ser comandante en jefe del Ejército que reconoce que su pasión son los autos de lujo sin siquiera arrugarse. Lo mismo con el hijo pródigo de quien está conduciendo los destinos de la nación. Acaso no forma parte de su libertad, mal que mal puede hacer lo que quiera con sus recursos. Sin embargo, como diría el Pepe Mujica, algo huele a podrido. Cuesta creer que trabajando honestamente, sin hacer uso de privilegios indebidos, pueda disponerse de los recursos que la posesión de estos bienes demanda en un país donde el grueso de los mortales anda pateando piedras, en estado de estres o bajo cuadros depresivos.
Lo que tenemos que hacer es muy simple: dar vuelta el modelito de sociedad en que vivimos, un modelito donde se eduque para ser más, no a tener más; un modelito que nos invite a vivir con sencillez, que no promueva el endeudamiento, andar corriendo por la vida. Así de simple. ¿Es mucho pedir? La codicia de los poderosos está consumiendo nuestros sueños.
Los escandalosos flujos de dinero de empresas que eran del Estado, privatizadas en tiempos del innombrable siguen penándonos. Las condiciones bajo las cuales se efectuaron estas “ventas” a prohombres de la dictadura no se investigan hasta el día de hoy para no despertar al león. Prohombres que hoy compran voluntades a tajo y destajo.
En la esfera deportiva, tenemos a un dirigente que llegó a ser presidente de la ANFP, fugado, dándose la gran vida en Miami, haciendo como que se ríe de los peces de colores.
Mientras los de arriba se abanican, los de abajo siguen al tres y al cuatro. Mientras los de arriba piden mano dura contra la delincuencia y cerrar la puerta giratoria, los de abajo se preguntan: ¿y cuándo habrá mano dura con los delincuentes de cuello y corbata?
Lo que tenemos que hacer es muy simple: dar vuelta el modelito de sociedad en que vivimos, un modelito donde se eduque para ser más, no a tener más; un modelito que nos invite a vivir con sencillez, que no promueva el endeudamiento, andar corriendo por la vida. Así de simple. ¿Es mucho pedir? La codicia de los poderosos está consumiendo nuestros sueños.
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rodolfoschmal
si, tienes razón! los de arriba quieren mano dura para los de abajo y blanda para ellos mismos. nosotros queremos mano dura con todos, incluyéndonos, pero particularmente con los de arriba por la responsabilidad que tienen en el paisito que tenemos.
ffrias9
Cuidado, los estudios dicen que la ciudadanía se contagia
http://www.elquintopoder.cl/sociedad/gobiernos-corruptos-producen-ciudadanos-deshonestos/
Saludos
Servallas
Quizás es al revés, porque surge la pregunta del mismo estudio, ¿ cómo es que una ciudadanía completamente proba, honesta, ética puede producir gobiernos corruptos, deshonestos, faltos de ética?.
rodolfoschmal
a ver, a ver, no nos compliquemos en falso … los de abajo no somos santos ni mucho menos, pero los de arriba, por el solo hecho de estar arriba, moralmente o por lo que sea, debieran ser menos pecadores que nosotros, salvo que estén arriba por ser malandrines … ese quizá sea el tema … pero no nos vengan a decir que los corruptos de arriba lo son porque los de abajo lo son .. por favor!!!!
El Burrito
Me recuerda mucho al discurso con el que mis padres me criaron, uno no necesita vestirse de marcas para verse bien, ni gastar un dineral para conquistar a su pareja ni mucho menos para divertirse
No es malo tener mas, lo malo es obsesionarse con ello, logicamente aquel que nacio en una familia humilde querra esforzarse para salir de sus carencias y vivir dignamente y quien nacio en una familia acomodada felicidades por su buena suerte
el problema que tenemos es con el sistema que nos obliga a consumir y nos hace olvidar todo aquello que es gratis, mas aun, nos hace ignorar todo aquello que es humano
prender la tele o cual sea el medio por el que te informes y ver a jadue despilfarrar 400 millones de pesos, luego te pones a pensar y un trabajador al año gana 3 millones (250k al mes) si haces la comparacion el tipo gasto en solo defender su avaricia lo que gana un trabajador en 133 años de trabajo 🙂 y en ese momento es cuando comienzas a dimensionar lo mal que esta todo, cuando mencionan que al mes un futbolista gana lo que tu no vas a ganar en toda tu vida o un politico por sentarse a ver porno en un mes gana lo que tu en varios años y luego vas por la calle y el tema de conversacion es el reality de mier… da cuenta lo mal que esta el pais, y al final del dia, lo unico que logra reconfortarte, es que en tu pequeña casa, en una comuna periferica, tienes a tu familia y puedes pasar un poco de tiempo con ellxs 🙂 , en fin, valorar lo humano, no lo material 🙂
Servallas
Estimado Burrito, mis padres también me decian «la culpa no es del chancho….», esas gentes que reciben camionadas de dinero las reciben del que va al estadio y paga con tarjeta falabella la entrada, amén que paga cuanto «souvenir» e imágenes fijas o móviles vendan de su «equipo» , lo mismo pasa con los actores y los modernos bufones de palacio. Pienso que todo se relaciona con los vacíos existenciales y con los conflictos internos que otros hábilmente usan para separarlos de su dinero, algo similar ocurre con la venta de pomada de los políticos.
Servallas
Hey, una pequeña interrupción, es cierto lo que dice…. pero acá abajo, los de abajo también pedimos mano dura contra la delincuencia.