El problema es parte del problema, y se quiere llevar a la vida humana a un colapso, como se dijo por ahí “son capaces de todo y nada”
De alguna manera tiene (tenía) que colapsar el sistema (s)
Cuando hablo de sistema (s) me refiero a todo lo creado por el ser humano, cuestión que tiene que ver con la sociedad misma y su estructura: lo político, lo económico, la educación, la salud, es decir el Estado en su totalidad.
Vamos con el primero de ellos “lo político”: sabemos y hemos leído por ahí que la política se define como “el arte de gobernar los pueblos” (ya lo definía el filósofo Aristóteles, que vivió hace a lo menos 25 siglos atrás), se planteaba diferentes tipos de gobierno y lo analizaba desde un ámbito positivo y negativo; por ejemplo, la Democracia como sistema positivo y la Tiranía como lo negativo, donde el primero es gobierno de muchos y el segundo el Tirano o Dictador tiene el poder. Hoy en día la política ha sido llevada a un plano mayoritariamente de robo, corrupción, compadrazgos (amigos en el poder) de vicios y de-mas-es.
En nuestro país ha sido claramente llevado a la práctica profundamente desde, a lo menos, 30 años atrás, lo que ha llevado a una gran revuelta social a partir del 18 octubre de 2019, cuestión que ha sido repetitiva a lo largo de la esfera global sobre todo en países del denominado tercer mundo.
El segundo punto ligado a la economía, ha sido el concepto que ha socavado profundamente la vida de las personas, donde todo está a la orden del mercado: la oferta, la demanda, del tener más y más, de la acumulación de riquezas en manos de unos pocos. Esto en mi país (Chile) angosta faja de tierra (decían los historiadores), ha sido explotada por siete familias que lo tienen todo y no dan nada, es decir te dan para recibir el doble de dinero que te facilitan para endeudarse: millones son los chilenos endeudados que tenemos que comprar el pan y pagarlo en cuotas con interés.
Del tercer punto que hace referencia a la Educación, que también ha sido “pasto fértil” para generar mano de obra barata, perpetuar la ignorancia, donde no existe una educación realmente enfocada en lo humanitario, donde los aprendizajes sean realmente para la vida, para tener un buen vivir digno, sino que, todo lo contrario: para vivir a costa de un sistema educativo mercantilizado quedando en claro que es un rotundo fracaso.
La salud, es el cuarto punto al cual hago referencia, que hoy en día esta ad-portas de hundirse en el sistema del colapso a causa de una “guerra bacteriológica”, ya comenzada y que está siendo manejada por aquellas manos que desde el lado oscuro de la fuerza van a hacer caer a las instituciones de salud, convirtiéndolas en in-salubres.
El escenario actual se está tornando complejo con el famoso virus COVID-19, el cual no se sabe a ciencia cierta de donde viene, o más bien quien (es) lo inventaron; con ello se genera la incertidumbre y miedo a la vida, creando sistemas de encierro, confinamiento o cuarentenas en el hogar, que, dicho sea de paso: sistemas familiares quebrados e insostenibles en su diario con-vivir. Cual medidas falibles o infalibles, creíbles o no creíbles son manejadas por el uso del celular y las redes sociales: manejadas por grupos de poder como eje de dominio mental.
El problema es parte del problema, y se quiere llevar a la vida humana a un colapso, como se dijo por ahí “son capaces de todo y nada”. Pero frente a este asunto de temor o miedo interno y externo del mundo hacia el mundo, es un buen momento para replantearse desde lo individual, desde uno mismo generar un cambio en el estilo de vida, mirarse, mirar y mirarnos, en organizar y organizarnos, para salir fortalecidos y cambiar lo que está ahora ya ¡
Como dijo hace un tiempo la Mercedes Soza: cambia lo superficial/ cambia también lo profundo… cambia todo cambia”
Comentarios