Si es Michelle Bachelet la candidata de la oposición, que no vuelva con promesas políticas de hace 5 ó 20 años atrás, porque el Chile de hoy es otro. Un Chile en donde la participación ciudadana es fundamental para mejorar la gestión pública de las instituciones gubernamentales, tanto nacionales como locales.
¿Cómo recuperar el gobierno? O ¿Cómo la oposición podría perder las elecciones presidenciales 2013?
Estas interrogantes (una más aterradora que otra), se podrían hacer los partidos políticos de izquierda, centro izquierda y ultra izquierda, y resultaría un sinfín de respuestas. La respuestas la tienen ellos mismos, “la oposición”.
La peor pregunta es “¿cómo recuperar el gobierno?”, pues recuperar el gobierno para volver a crecer unos pocos, privatizar recursos naturales, vender empresas estatales, endeudar a miles de jóvenes y familias chilenas es algo por lo que los ciudadanos informados y empoderados en las calles pueden pasar la cuenta en octubre de 2013.
Entonces, la segunda pregunta es la clave, ¿cómo la oposición podría perder las elecciones presidenciales 2013? No distanciándose de la ciudadanía, pues ellos (los ciudadanos) a diferencia de los partidos políticos, han sabido en estos casi 4 años de gobierno de la derecha poner los principales temas de interés de los chilenos y chilenas en la agenda pública, y cuando digo ciudadanía estoy señalando a jóvenes, mujeres, adultos mayores, trabajadores, dueñas de casa, los mismos que le dieron su voto a Sebastián Piñera, no porque les gustaran sus propuestas de “cambio” (que nunca llegó),sino porque no querían más la continuidad de las políticas implementadas por un bloque que dejó de estar en la calle, en la mesas de los más pobres (con los cuales solo se llenaban la boca durante años) y comenzó a estar en la mesas de los empresarios, patrones, poderosos. Poderosos que explotaban más y más a esa clase trabajadora que debe pagar salud, educación, dividendos, y pequeños lujosa 20 ó 30 años.
Hoy la oposición tiene lo que siempre soñó en estos años: una ciudadanía que, por más que critique a los partidos políticos da un respaldo cerrado a la expulsión de la derecha de la administración del Estado, pues ve que nunca llegará ese famoso Chile más seguro (sube la delincuencia),más hermoso (se explotan más recursos naturales y derriban bosques por represas), más cariñoso (más protestas que en la dictadura), más igualitario y todos los conceptos que el presidente señala para caer bien a todos.
Por último, no cometan el error de la última presidencial: llevar al mejor candidato de la derecha, como fue Eduardo Frei Ruíz-Tagle. Sí, el mismo que no enganchó como candidato, no llegó a la gente, no mostró lo que un líder y un país necesitan.
Si es Michelle Bachelet la candidata de la oposición (u otro que no se ve), que no vuelva con promesas políticas de hace 5 ó 20 años atrás, porque el Chile de hoy es otro. Un Chile en donde la participación ciudadana es fundamental para mejorar la gestión pública de las instituciones gubernamentales, tanto nacionales como locales. Es así declaro y simple, los ciudadanos de hoy quieren ser parte de las decisiones políticas y sociales de todos y para todos, que la torta por única vez sea rica en sabor y tamaño, porque los chilenos y chilenas ya no quieren que decidan por ellos los llamados representantes del pueblo encerrados entre cuatro paredes, quieren que los vecinos de un barrio tengan voz y voto (consultas ciudadanas).
Es ese el nuevo Chile que se le presenta al futuro gobierno: la única manera de ganar las elecciones es estar en terreno y escuchar y hacer carne las demandas ciudadanas, pues como dije y reafirmo, hoy (municipales 2012, donde voto en Chile cerca de 40% del padrón nacional) más claro que nunca los políticos de partidos no representan lo que la ciudadanía realmente quiere.
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