La empresa CAVAL, una sociedad de propiedad del hijo de Michelle, Sebastián Dávalos, y de su esposa, Natalia Compagnion, la nuerísima de Michelle, le echaron el ojo a una propiedad en la V Región que les aseguraría ganancias en el corto plazo. Para comprarla, no necesitaban un crédito por unos millones, sino que por ¡¡¡6,500 millones de pesos!!! A quién se lo pidieron? Al Banco de Chile, que no da crédito a cualquier hijo de vecino, pero en este caso, su vicepresidente Andróniko Luksic, accedió a tener una reunión en noviembre del 2013 con Natalia, quien llegó acompañada por Sebastián. Por obra y gracia del Espíritu Santo, el crédito fue concedido.
No escapará a la comprensión de nadie con dos dedos de frente, que la concesión del crédito no fue por bolitas de dulce. Tampoco escapa a la inteligencia de cualquiera que la petición no era por nada. La tentación de ganancia rápida y fácil, sin mayor riesgo, estaba ahí. Ni la nuerísima, ni el hijo de Michelle, el damo de Chile, podían dejar escapar la “oportunidad”. Pero ellos, más que nadie, eran los llamados a rechazar la tentación.Un país donde domina la política del “todo vale” no tiene futuro; un país cuyas élites son capaces de resistir las tentaciones de las “oportunidades” que provee el poder o el dinero, por el contrario, es un país digno y con futuro, donde sus habitantes pueden caminar con la frente en alto.
Esto ocurre cuando la derecha, desnuda por el caso PENTA, que reveló la colusión del mundo de los negocios con la UDI, está en las cuerdas. Pero ojo, cuando un adversario está malherido, más peligroso se torna. Y hoy, aún desde el suelo, con toda razón celebra alborozada el “virtual” empate que le llegó desde el cielo, con oposición y gobierno maltrechos.
No faltarán quienes sostengan que no hay paralelismo alguno. Efectivamente se trata de hechos, errores, delitos o irregularidades de distinto tenor, no homologables. Legales o no legales, da lo mismo, pero éticamente reprochables. Lo que tienen en común es el tráfico de influencias, el uso de posiciones de poder y/o de información privilegiada que el común de los mortales no tenemos.
Para resolver este desaguisado, Sebastián no solo debe dar un paso al costado; su madre, Michelle debe despedirlo ipso facto. No hacerlo de hecho, la compromete.
Sebastián y la nuerísima no estuvieron a la altura de las circunstancias. Avergüenzan. Su actuación constituye una afrenta para quienes lucharon por derrotar a la dictadura; para quienes siguen creyendo que los valores éticos son importantes, no solo para cacarearlos, sino que para vivirlos.
El día que no nos escandalicemos ante hechos de esta naturaleza, será el día en que como país habremos perdido la brújula. Tenemos el deber de denunciar estos hechos si queremos dar señales claras, sobre todo a las nuevas generaciones. Un país donde domina la política del “todo vale” no tiene futuro; un país cuyas élites son capaces de resistir las tentaciones de las “oportunidades” que provee el poder o el dinero, por el contrario, es un país digno y con futuro, donde sus habitantes pueden caminar con la frente en alto.
Comentarios
13 de febrero
El proyecto político, social y económico de la dictadura consistió en imponernos un Chile neoliberal, un país que se transformara en el paraíso soñado por seudointelectuales que como Milton Friedman, Hayek, Popper y tantos otros defienden sin ninguna consistencia real el libertinaje de los mercados. Los premios nóbeles que recibieron (en el caso del economista estadounidense por lo menos), la notoriedad alcanzada y el reconocimiento que lograron dentro de la comunidad «académica» no tuvo más mérito que el de ser fieles representantes de la ideología profesada por la élite dominante.
Lo digo porque el neoliberalismo, su final de las ideologías, de la lucha de clases y de la historia, su monetarismo, su falaz racionalismo crítico y su economía especulativa basada en bonos y en papelitos de colores, son los que transforman la vida de todos nosotros en una tremenda e inusual tragedia. De hecho, desde hace más de cuatro décadas que perdimos el derecho a educarnos, a sanarnos, a trabajar dignamente o a jubilarnos. Lo digo porque la corrupción no es solo un asunto de ética o de moral pública sino que en primer lugar es un problema estructural, del propio sistema político. Lo es en el sentido que el capital debe pasar incluso por sobre su propia legalidad para lograr su fin último: acumular ganancias en favor de la patronal.
+1
13 de febrero
Amén!
13 de febrero
Hay algún análisis histórico donde en el gobierno de turno no haya estado vinculado a un escándalo de uso de información privilegiada, malversación de caudales públicos o enriquecimiento ilícito?
Cual fue el primer y último periodo sano de la política, y no me digan Allende porque tengo varias historias del GAP pagado con pagarés de goma.
Cuando olvidamos la importancia del voto?
Saludos
0
13 de febrero
siempre lo habrá! incluso es inevitable, pero en este caso supera todo pronóstico por venir de dónde viene, y por el monto involucrado! es una tomadura de pelo a toda la ciudadanía, por eso debe irse ya!!! ello sin perjuicio de las acciones legales que correspondan!
será la hora de votar contra «la casta»? a favor de quién, o de quienes????
13 de febrero
Creo que ante el evidente estado de corrupción de la clase política, muy especialmente de aquellos que decían luchar por el pueblo y terminar con las inequidades apuntando a la vereda del frente mientras en la práctica son los maestros del dinero fácil, del negocio especulativo, del «pituto» para los familiares, el caso Dávalos no es más que el punto de inflexión.
Hace pocas horas ha renunciado el hijo de la presidenta. Pero no se va solo. Se lleva también a las cúpulas de los partidos políticos de la izquierda oficialista. Ni Andrade, Teillier, Allende, Rossi, Quintana, Nuñez, Gutiérrez, Figueroa y mucho menos, las representantes de la nueva generación: Vallejo y Cariola fueron capaces de dar la cara y afrontar una irregularidad a todas luces deplorable. Se quedaron en el silencio cómplice que deja esa amarga sensación de que su discurso no es más que el recurso que utilizan para hacer creer a la gente que están con ellos, pero que sus reales intereses van por la seguridad de sus propios bolsillos y nada más.
El amor al dinero y el poder que se encargan de resfregarle a la derecha cada vez que pueden es un mal que también los tocó a ellos y a la luz de los hechos, se les volvió endógeno. Los votantes debemos desde hoy mismo empezar a mirar más allá de los oficialismos. Permitir un próximo gobierno NM o uno de la derecha, sería la prueba de que no nos merecemos algo mejor que esta manga de sinvergüenzas y creo que todavía, en algún rincón de nuestra esencia nos debe quedar algo de amor propio.
Saludos.
+1
14 de febrero
Yo creo don Rodolfo, que la moral también hay que cacarearla, y hay que hacerlo antes de que las cosas pasen. Antes para que no se lo interprete como un intento de ganar adherentes y desprestigiar al rival cuando se lo descubre, antes como un compromiso de cómo se harán las cosas, antes en calidad de advertencia para los miembros del equipo propio, cosa que sepan que no recibirán apoyo de nadie si meten las manos. Pero como no se lo cacarea antes, los más torcidos lo interpretan como un «¿tu crees que los demás no lo hacen?, hagásmoslo nosotros también, no más»
0
14 de febrero
no solo cacarearla antes, sino que practicarla!!! en caso contrario, vale callampa!
15 de febrero
Nose si sea cierto, pero escuché que la UDI despues del caso Penta tiene abogados contratados full time para encontrar «manchas» en la coalición de gobierno. Yo creo que fiscalizar tan minuciosamente a los adversarios políticos es tarea de todos los partidos y de heber sido asi siempre probablemente no hubiesen existido caso penta o caso dávalos y centenares de actos irregulares anteriores.
Aunque la motivación sea cortoplacista, mesquina y meramente electoral, creo que la conducta fiscalizadora es sana para el país.
saludos
+1