El país no puede obviar los graves costos económicos de esta legislación, pues no sólo se afecta a una industria en particular, sino que repercute negativamente en todos los chilenos.
Desde al año 2006, Chile contaba con una de las leyes anti tabaco más estrictas y rigurosas del continente. Se limitó ampliamente el espacio para fumadores, obligando a miles de empresarios a definir si sus locales serían libres de humo y a readecuarlos para incluir zonas especiales para fumadores, con la explicita prohibición del ingreso de menores de 18 años. Además, se prohibió vender cigarrillos en los perímetros cercanos a los establecimientos de educación básica y media, para impedir que los jóvenes tuvieran acceso a su compra.
A pesar de esto, bajo el mandato del actual ministro de Salud, Jaime Mañalich, se cambió dicha legislación por una mucho más estricta, en la que el esfuerzo de los locatarios por acomodar sus negocios y respetar la ley, quedó sólo como una gran deuda para sus bolsillos y en la que en ningún espacio publicó del país se permite fumar. Esta fuerte restricción, se ha traducido en una significativa caída en la afluencia de público, y por tanto en los ingresos, de los distintos establecimientos del país.
En los Casinos de Juego, los ingresos han bajado un 30% al compararlos con el año anterior. Al respecto, Municipalidades y Gobiernos Regionales también acusan sus efectos, ya que no sólo se les han disminuido sus entradas (3.134 millones de pesos menos al año por concepto de impuestos), sino que además han debido modificar sus presupuestos para el próximo año.
Ante esto, las voces de alerta entre las comunas ya han presagiado un complejo escenario para el 2014. Tal es el caso de Viña del Mar, cuyas arcas municipales arrastran una deuda cercana a los 7 mil millones de pesos, la que se explica principalmente debido a la merma en los ingresos del Casino Municipal por la aplicación de la Ley.
Es así, que parece insólito que nuestros representantes en el Congreso, sobre todo aquellos que votan a nombre de las distintas regiones y comunas del país, no hayan previsto esta situación. La diferencia de los Casinos con otros establecimientos, es la serie de restricciones y fiscalizaciones de las cuales son parte, pues es el Estado quien decide cómo, cuándo y dónde se instala un Casino, además de imponerle el pago de una serie de impuestos que apuntan exclusivamente al desarrollo del país.
Otros países, con Leyes Antitabaco tan estrictas como la nuestra, han comenzado a flexibilizarlas para establecer ciertas excepciones. Es así como en los estados de Indiana, Iowa, Missouri y Nueva Jersey, por nombrar algunos, se ha liberado a establecimientos que operan licencias de juego, pues su restricción ha generado millonarias pérdidas que afectan a la economía y el empleo.
En consecuencia, el país no puede obviar los graves costos económicos de esta legislación, pues no sólo se afecta a una industria en particular, sino que repercute negativamente en todos los chilenos. La nueva Ley de Tabaco, aplicada en establecimientos donde sólo pueden ingresar mayores de 18 y que son fuertemente fiscalizados por las autoridades, como los casinos, no parece encontrar un real propósito si se pone en peligro el empleo junto el desarrollo y bienestar de nuestras regiones y sus habitantes.
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Foto: Guioteca
Comentarios
07 de enero
Feliz sin humo, la salud no se debe vender
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07 de enero
Es que nadie se ha puesto a pensar en los humildes dueños de Casinos?
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07 de enero
Mi pregunta es, cuanto habrán pagado los casinos por esta noticia???
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