Previo a la Ley 19.995 de Casinos, del año 2005, existían sólo siete Casinos Municipales, cuyas concesiones eran entregadas por leyes especiales a cada Municipio: Iquique, Arica, Coquimbo, Viña del Mar, Pucón, Puerto Varas y Puerto Natales.
Las concesiones especiales entregadas a los Casinos Municipales terminan el 31 de diciembre del 2015 , a partir de esa fecha, todas serán caducadas.
Ello significa, en concreto, que las siete comunas que hasta ahora han contado con leyes especiales para la operación de sus casinos -las que les permitieron, por ejemplo, seguir contando con amplias sumas de dinero que van directamente a las arcas municipales, sin tener que ser distribuidas a otras comunas de la región- deberán a partir de 2016 someterse al régimen de casinos licitados y de tributación que tienen todos los operadores que hoy funcionan bajo la Ley.
Sin embargo, estos casinos pueden seguir existiendo en las comunas donde existen, ya que tienen la opción preferente para mantener las operaciones. Sólo que deberá licitarse al operador y someter al casino a las normativas, fiscalizaciones y exigencias de la nueva ley, equiparando a todos los casinos de Chile.
Llama la atención lo mucho que se ha hablado, últimamente, sobre la nueva Ley de Casinos que se espera presente el Gobierno a la brevedad. Diversas voces ya se han manifestado a favor y en contra, pero aún no hay consenso, ni claridad respecto a “qué se discute”.
En efecto, desde hace varios meses el ejecutivo viene anunciando el envío de un proyecto de ley para regular la situación de estos siete casinos a partir del año 2016, sin embargo, para evitar esto, los alcaldes de las siete comunas con casinos municipales se unieron y presentaron al Gobierno una propuesta de modificación de la actual Ley de Casinos de Juego.
Las siete comunas con casinos municipales, comandadas por la alcaldesa de Viña del Mar, Virginia Reginato (UDI), han realizado una serie de manifestaciones en contra. Esto, ya que aseguran que la nueva legislación les quitará los dineros que reciben por concepto de impuesto y, además, terminará con las concesiones, eliminando los casinos de dichos municipios.
es imprescindible separar a los operadores con las concesiones a los municipios. Como ya lo ha mencionado el Senador Chahuán, es importante que los casinos se mantengan en las actuales comunas, para lo cual se debe derogar el artículo transitorio n°3 de la presente legislación. Pero esto nada tiene que ver con mantener a la empresa operadora.
Sin embargo, y si se es meticuloso a la hora de revisar la información disponible al respecto, la nueva normativa sólo apunta a transparentar el uso y destino de los millones de pesos que recaudan los municipios. La ley estipula que todos los casinos deberán someterse a lo dictado por la Superintendencia de Casinos y Juegos (SCJ), quienes fiscalizarán en qué y cómo se utilizan dichos fondos, para así evitar posibles desvíos (recordado es el caso de la propia alcaldesa Reginato y sus millonarios y cuestionados “happy hours”).
Por otro lado, es importante destacar que la nueva normativa permitirá a nuevos actores ingresar al negocio, ya que las concesiones con los operadores deberán licitarse nuevamente. Con esto se evitarán los ya conocidos casos de colusión y monopolio de mercados.
Acoger a los casinos en la normativa de la SCJ va a ayudar a otras comunas de la región, a través de lo que queda en el Fondo Regional, permitiendo que estos beneficios lleguen a más ciudadanos.
Frente a esto, es imprescindible separar a los operadores con las concesiones a los municipios. Como ya lo ha mencionado el Senador Chahuán, es importante que los casinos se mantengan en las actuales comunas, para lo cual se debe derogar el artículo transitorio n°3 de la presente legislación. Pero esto nada tiene que ver con mantener a la empresa operadora, en efecto licitar traerá más competencia y renovación al sector.
Al considerar lo anterior, queda de manifiesto la incongruencia de algunos alcaldes frente a su férrea oposición a la nueva normativa, ya que se espera que los máximos jefes comunales, sean quienes deben velar siempre por el bienestar de sus comunas y la correcta ejecución de su labor, apoyen las iniciativas legislativas que apunten a transparentar un negocio vital para el desarrollo comunal. Sin embargo, algunos alcaldes están insistiendo mucho no sólo en que el casino se quede en su comuna, algo que es entendible, sino que en mantener a las actuales empresas operadoras y que no sean fiscalizados por la Superintendencia del ramo lo que es poco transparente e inaceptable. .
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Mariuxi Valdivieso
Hola vivo en Iquique, y la verdad es que el Casino de acá es una verdadera estafa son unos estafadores con traje y corbata, sin el mayor remordimiento le meten la mano al bolsillo de los clientes y se roban descaradamente, no puede ser posible que esten con porcentaje tan bajo para los clientes, y en cuentro terrible que el alcalde siga solapando este robo, y tampoco entiendo como no hay ninguna clase de fiscalizacion por parte del ente regulador .
Las maquinas estan totalmente alteradad estan según datos del mismo personal a un 0, 9% para el cliente , y el restó para el Casino y la municipalidad la verdad sigo sin entender, como por ejemplo el servicio de Salud fiscalisa a todos los comercios aca es diferente cuándo deberían tener 100000 ojos para que estos sin vergüenzas no arreglen las máquina y le roben a gente.
Estoy totalmen a favor de la nueva ley de Casino , de echo creó que deberían fiscalizar desde ahora a los casino ladrones.
Johnny Walker
La Ley de Casinos, que legaliza un vicio que destruye personas y familias completas, demuestra que mientras el cultivo de marihuana no sea lucrativa para unos pocos «empresarios» no sera legal en Chile.
Pero una substancia enviciante y mortal como el alcohol que mata a miles de chilenos cada año, o por accidentes de tránsito, o enfermedades como la cirrosis, al ser negocio lucrativo, sigue siendo legal.
El juego es una verdadera lacra social, pero ahí está con su ley para incorporalo a la decadencia de Chile, de forma lícita, blanqueada, y considerada «factor de desarrollo».