Se las ingeniaron. Llegaron a fin de mes. Podrán, a regañadientes, pagar todos los sueldos de los profesores que imparten clases en el sistema educacional escolar de la Municipalidad de Santiago. Fue difícil. En un momento, de hecho, se habló que se podían producir más de 350 despidos a profesores. Lo que ha estado pasando en la Municipalidad de Felipe Alessandri es grave. Es una crisis que afecta directamente a los niños y niñas que van a los colegios en esta comuna. «Pero más allá de la crisis que está viviendo la comuna de Santiago, no hay que olvidar que este es un problema que le acompleja a muchas comunas a lo largo del país: Puente Alto, Cerro Navia, Punta Arenas, La Serena y muchísimas más se ven acomplejadas a la hora de pagar a fin de mes los sueldos y los gastos asociados a la educación.»
Lo más grave de todo es que la actual administración del alcalde de Renovación Nacional no ha tenido culpa en este déficit financiero que sobrepasa los 13 mil millones de pesos. Lo que se sabe es que previas gestiones de alcaldes al parecer son las responsables de dejar este problema en las oficinas de la Municipalidad. No obstante, todavía no hay culpables. Quizás es solo cosa de tiempo. Sin embargo, sabemos una cosa. Carolina Tohá y Raúl Alcaíno no participaron de una reunión para tratar esta crisis que tuvo Felipe Alessandri con los antiguos alcaldes de la comuna: Joaquín Lavín, Jaime Ravinet y Pablo Zalaquett.
El edil de Santiago ha pedido ayuda en más de una ocasión a autoridades de gobierno, ha emplazado directamente al ejecutivo por no interesarse en un asunto que afecta a miles de niños a lo largo de la comuna. De hecho, Alessandri en la tarde del 16 de mayo después de una reunión con el directorio del Colegio de Profesores, dijo que, “toqué todas las puertas que podía tocar, las de la Presidenta, la Ministra (Delpiano), la Subsecretaria, el ministro del Interior y autoridades del Ministerio de Hacienda. Buena voluntad sí hubo y la agradezco, plata fresca arriba de la mesa, ni un solo peso”.
En ese mismo punto de prensa dijo que la municipalidad tendrá que vender un edificio en la calle Amunátegui para costear los gastos en educación de los próximos meses. Mencionó, asimismo, que respaldaba la idea de Mario Aguilar, el presidente del gremio de profesores, de elaborar un proyecto de ley que le dé más garantías al ejecutivo para asumir los gastos en educación cuando la administración municipal no pueda costear los gastos.
Pero más allá de la crisis que está viviendo la comuna de Santiago, no hay que olvidar que este es un problema que le acompleja a muchas comunas a lo largo del país: Puente Alto, Cerro Navia, Punta Arenas, La Serena y muchísimas más se ven acomplejadas a la hora de pagar a fin de mes los sueldos y los gastos asociados a la educación.
Esta situación abre dos debates que personalmente, creo que hay que tener. El primero y el más urgente, es que si el ejecutivo se hará cargo de casos como este, donde los déficit financieros para pagar la educación son tan grandes que las municipalidades no pueden hacerse cargo. Esta interrogante es interesante, ya que bajo esa lógica, ¿por qué el gobierno debería hacerse cargo de este tipo de gastos los cuales son causados por negligencias de la misma comuna? Pero al mismo tiempo, ¿quién, si no es el ejecutivo, podrá saldar el profundo déficit financiero que tiene una municipalidad?
Aunque todavía esté en proceso de aprobación el proyecto que busca crear el Sistema Nacional de Educación Pública en el Congreso (desmunicipalización), la segunda discusión que hay que tener es sobre la -todavía existente- municipalización de la educación escolar en Chile. ¿Y por qué? Porque es fundamental volver a debatir sobre los riesgos y la poca estabilidad que tiene un modelo como este si es que no está bien administrado. La municipalización de la educación escolar, como todas las cosas, tiene fracturas casi intrínsecas, las cuales son muy difíciles de solventar. Una de ellas es justamente el aspecto de la inestabilidad financiera, que se puede ver afectada con solo una mala gestión comunal. Espero que con este nuevo modelo (Sistema Nacional de Educación Pública) las deudas económicas tan profundas dejen de existir, y si las hay, que no afecte la calidad y el ordenamiento institucional que debe tener un sistema de educación escolar público.
Mientras se debaten estos temas, hay cosas en las que estamos todos de acuerdo: La Municipalidad de Santiago está en crisis. Tiene un grave déficit financiero cuyas cifras ascienden a más de 13 mil millones de pesos. Otro aspecto en que hay un acuerdo casi transversal es que el gobierno se ha tapado los oídos. Todos sabemos que el ejecutivo no tiene las atribuciones legales necesarias para cambiar un modelo de la noche a la mañana, sin embargo, sí tienen la capacidad de inyectar recursos. Por último y lo más importante: Hay que solucionar este problema de raíz, ya que no es solo la comuna de Santiago la que tiene este inconveniente financiero, sino que hay un inmenso número de otras municipalidades que se ven inmersas en esta problemática que afecta directamente la calidad y el cauce natural que debe tener la educación escolar en nuestro país.
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