Por esta nueva Constitución, la única paritaria en el mundo, la única que ha incluído, por primera vez, a nuestros hermanos indígenas; la primera en Chile que ha incluido a la diferencia.
Por nuestros mayores. quienes merecen llegar al final con genuina dignidad…
Por tantas niñas y niños: los magullados, los silenciados; los de las calles frías…
Por las mujeres de Chile: sometidas, amenazadas, quebrantadas… pero con garras.
Por las y los obreros: esos rotosos y rotosas de salario indigente…
Por nuestras tierras usurpadas y nuestros ríos heridos para beneficio de unos pocos…
Por los diferentes, hasta ahora despreciados, aislados, apartados y burlados…
Por los enfermos, aquellos impedidos de gritar y derribar muros…
Por las y los religiosos que han entendido la verdadera revuelta de Jesús, el Nazareno…
Por los animales: desprotegidos y dependientes de la ternura humana…
Por nuestros jóvenes, de quienes depende que este nuevo Chile florezca precioso y decente…
Por esta nueva Constitución, la única paritaria en el mundo, la única que ha incluído, por primera vez, a nuestros hermanos indígenas; la primera en Chile que ha incluido a la diferencia…
Aprobemos; este es el momento. No nos miremos tanto el ombligo y edifiquemos esta nueva casa que proceda de la dignidad, la justicia y la honradez…
Es ahora el momento de reglamentar -verdaderamente- nuestra República…
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