Cuando se pensó Transantiago como el nuevo sistema de movilización de superficie en la capital, se calculó con un porcentaje de evasión en el pago de tarifa de un 5%. Eso, mientras en el otro extremo del planeta, en Paris, la evasión alcanzaba un 11%. ¿Qué sucedió entonces? ¿Subestimaron la astucia del chileno o sobreestimaron las cualidades de un sistema que nacía con un pie en la tumba?
Ahora, con varios años rodando en nuestras calles, ha vuelto a la palestra un método para controlar la tan esquiva evasión. Fiscalizadores abordan los buses y pesquisan las tarjetas Bip para ver cuándo fue la última vez que pagaste el pasaje. Si el dato arrojado no se condice con el viaje que realizas, ¡CRASH! Multa de hasta $18.000.
¿Cuál es el problema? Algunos podrán estar a favor de esta medida (me incluyo). Considero que no es justo que muchos utilicen el servicio sin pagar, mientras que otros, con el mismo esfuerzo, destinan parte de su presupuesto (que nunca es excesivo) para la movilización mensual. Entonces, ¿qué tiene de malo? Es probable que todos los cerebros creadores de estas medidas nunca hayan abordado un troncal o local en hora peak un lunes. El bus viene repleto y el chofer (ups… operador), amablemente abre las puertas traseras para que pueda subir la avalancha de pasajeros.
En aquellos tiempos de las nunca bien ponderadas micros amarillas, cuando sucedía eso, uno mandaba la plata hacia adelante y en el mejor de los casos volvía el boleto hasta con vuelto. Ahora, siendo sinceros, nadie mandaría su tarjeta hacia adelante. No busquemos explicaciones a eso, todos ya lo sabemos. Por ende, ¿Cómo le explico esa situación en pocas palabras a un fiscalizador para que no me multe, considerando que él está ansioso por dejar caer el poderoso brazo de la ley sobre mí?
Y ahora viene la otra situación dudosa: en muchos paraderos estratégicos existen Zonas Pagas. Zonas custodiadas por personal autorizado, donde marcas para entrar al paradero y el bus se detendrá, abriendo cualquier puerta para que asciendan los pasajeros. En ese caso, se considera pagado el pasaje, pero los fiscalizadores están multando a las personas cuya tarjeta no registra una marcación en el bus. ¿Cómo haces para que el fiscalizador te crea que validaste en la Zona Paga, pero que no marcaste dentro del bus, porque de esa forma perdías un transbordo gratuito?
Es necesario aclarar los criterios de los fiscalizadores para poder establecer qué casos ameritan multa y cuáles no. No es una descripción correcta el sólo hecho de no registrar una validación en el bus para ser motivo de sanción.
Si el tema es castigar a quienes se aprovechan del sistema, no he visto un llamado de atención a los privados, que nunca han dejado de rentar, mientras el Estado, con fondos de todos los chilenos, sostiene un sistema que se negó a morir.
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