Kidzania

No creo que sea el único niño que encuentre este lugar poco acogedor y ajeno a él. A nuestros niños hay que escucharlos, y este lugar se instaló aquí -como en otros ocho países- sin pensar en ellos.

Les estamos negando la posibilidad a los niños de pensar en un mundo distinto. Deberían tener el derecho, al menos, a imaginar un mundo peor. Pero no igual. Mi sobrino ya no quiere hacer pan con barro: s? ...

En Kidzania, en suma, el mundo de lo público en sus distintas manifestaciones, es invisibilizado frente a un modelo de sociedad donde prima la figura del consumidor por sobre la del ciudadano.