No hay duda de que la tan esperada reforma al binominal que tuvo tan expectante al mundo ciudadano por décadas, quedó en la pura intención. Entendiéndo que finalmente se reformularía el proceso eleccionario que habíamos heredado de la dictadura y que finalmente los independientes tendrían su reconocimiento y la posibilidad de obtener una mejor representación, democratizando la política y la toma de decisiones. Es decir, avanzamos pero a medias. Y como siempre, caímos en la frase que ha dilapidado el futuro de Chile, “ en la medida de lo posible”.
La reforma al binominal fue el caballito de batalla de todos los políticos de la Concertación para justificar lo injustificable y una serie de medidas que no se tomaron y otras que sí se tomaron, que no trajeron nada bueno para la sociedad chilena, que creó desigualdad y que los ricos fueran más ricos, con un formato que permitió que el grueso de la ciudadanía se transformara en un ente manipulable, del cual se podía sacar provecho económico; podríamos decir sin error, que la esperada reforma al binominal fue lo que se denomina en la jerga popular un “huevo de pato”.
Lo que finalmente quedó luego de tanto andar, prometer y discursear, fue algo insulso, fuera de contexto, hecho a la medida para que los mismos senadores y diputados de siempre, puedan seguir perpetuándose en sus cargos de aquí a la eternidad; cuando lo que se esperaba era precisamente todo lo contrario. Que por fin se iba a poder renovar el Congreso con elecciones verdaderamente democráticas y representativas del pensar nacional, que simplemente ganará el mejor y que un gran porcentaje de los ilustres que están apernados, iban a tener que darle paso a una nueva generación, más de acuerdo con los tiempos y con lo que están exigiendo los desafíos del futuro a un Chile con serias contradicciones operativas e ideológicas, con congresistas que más que ayudar entorpecen los procesos, poniendo barreras al sentir ciudadano, extirpando de una vez y para siempre los malos elementos, los intereses creados, el lobby descarado, la intervención foránea de las políticas públicas y lo poco fundamentados con que han legislado en los últimos años, con formas e intereses poco saludables que han ido carcomiendo la sustentabilidad no sólo del Congreso, como del país en general, jaqueando la sustentabilidad y la proyección de lo que somos y lo que debemos ser.
La reforma al binominal posibilitó la conformación de un nuevo redistritaje, abriéndose 28 nuevos distritos donde se elegirían 155 diputados, aumentando en 33 los parlamentarios de los actuales 122. El senado quedara compuesto por 50 legisladores, subiéndose en 12 la cantidad, que serían electos en 15 circunscripciones en cada región del país, aumentando el número de senadores en la región Metropolitana, Valparaíso, Maule, Bío-Bío, Aysén y la Araucanía, con cinco representaciones más en la cámara alta, complicando de sobre manera las intenciones a los candidatos independientes, cuando ellos a decir verdad en la actualidad son la gran mayoría de Chile, explicándose por el método D’Hondt, que considera que el número de votos obtenidos por un pacto para elegir a los ganadores, obligarán al candidato independiente a obtener más votos que las mismas listas de los partidos políticos compuestas por varios candidatos, disminuyendo las opciones de ser elegidos, a no ser que el candidato independiente quiera asociarse con un partido político y hacerse parte de la lista correspondiente, eliminándose totalmente bajo esta realidad la posibilidad que candidatos fuera de los pactos puedan ser elegidos.
El Senado continuará con las mismas prerrogativas que por tanto tiempo se dijo que no podían seguir en un Estado democrático y de acuerdo con nuestra realidad, permitiendo que tal como operaba el binominal que los senadores continúen designando a los ministros de la Corte Suprema; los miembros del directorio de TVN; los consejeros del Banco Central; el Fiscal Nacional; los miembros del Tribunal Constitucional y la posibilidad de conceder la ciudadanía por gracia a aquellos extranjeros que ellos consideren “ilustres” sin el debido proceso; cuando por lógica pura debería ser un tema que maneje la Cámara de diputados, como aprobar o rechazar tratados internacionales y pronunciarse cuando corresponda, ante los diferentes estados de excepción constitucional.
No se limitó la reelección perpetua de diputados y senadores, que tanto daño nos ha hecho en regiones. No se dejó obligación alguna que los candidatos a senadores tengan que tener residencia efectiva, permitiendo con “el olvido” que los partidos políticos tengan la potestad de imponer sus candidatos y perpetuar a los que no están bien perfilados en sus territorios de origen, dándose continuidad al “cuoteo” político y la manipulación de las intenciones.
Se prioriza el financiamiento de los partidos políticos con representación parlamentaria en desmedro de los independientes; no se hizo ningún esfuerzo para confeccionar un reglamento para el financiamiento de las campañas políticas. Los independientes fueron dejados a su suerte al no permitirles conformar alianzas propias, solo sí cuentan con la tutela paternalista de los partidos políticos constituidos o los llamados tradicionales.
La reforma permite conformar listas con un número mayor de candidatos a los cupos que se deben elegir, para asegurar así que todos los necesarios lleguen. No se limitó la reelección perpetua de diputados y senadores, que tanto daño nos ha hecho en regiones. No se dejó obligación alguna que los candidatos a senadores tengan que tener residencia efectiva, permitiendo con “el olvido” que los partidos políticos tengan la potestad de imponer sus candidatos y perpetuar a los que no están bien perfilados en sus territorios de origen, dándose continuidad al “cuoteo” político y la manipulación de las intenciones.
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veranadas
Bueno tal cual como digo, «todo en la medida de lo posible y no afectando los grandes intereses de los susodichos»; ese es el tema de fondo, nos hacen huevo de pato como siempre, porque saben que el conformismo comparativo sobre todo del mundo intelectual justificara cualquier cosa.
Saludos Matias y gracias por comentar, el debate es importante en el mundo ciudadano.
Andrés Gillmore.
Jose Luis Silva Larrain
Señor Gilmore es lamentable que una persona con su educación sea tan limitada y prejuiciosa con quines pensamos distinto. Yo no tengo ninguna cercania con poderosos ni con los intereses que alude y me opongo al cambio del sistema del binominal por otras razones que expuse hace mucho tiempo en http://www.elquintopoder.cl/politica/el-fin-del-sistema-binominal-es-una-mala-noticia/ Ya que evidentemente ud. no es capaz de rebatir las razones de mi postura por lo menos no especule sin fundamento sobre mis intenciones.
Saludos
veranadas
Contestando al señor Jose Luis Silva Larrain; saludos, la verdad que no tenia idea que usted en agosto del 2014 había escrito algo sobre el tema y disculpe por no estar al tanto.
Mi articulo no respondía su opinión bajo ningún punto de vista. Lo que si le puedo prometer, es que la próxima ves que escriba, tomare el cuidado de leer artículos anteriores sobre el tema en cuestión y veré si corresponde contestar.
Gracias por tomarse la molestia de escribir y debatir, siempre es muy importante.
Andrés Gillmore
Jose Luis Silva Larrain
Señor Gillmore aradesco su deferencia de considerar mi comentario. En mi articuo solo muestro una visión particular muy distinta al de usted y la mayoria. Mi intención sólo es que debatamos con altura un tema importante en forma racional, partiendo por alejar prejuicios sobre las motivaciones que tiene la postura de cada cual.
Saludos cordiales
Alfredo A. Repetto Saieg
Para mantener la supremacía la élite debe tener bajo su dominio no solo el poder económico sino también el político y social. Por eso necesita de los dirigentes de la derecha duopólica en cuanto éstos constituyen sus representantes directos. Así, sosteniendo aquella «democracia» en la medida de lo posible con el binominal gozando de buena salud, controla a los trabajadores, subordinándonos a sus propias leyes y normas, siendo que todas ellas se reducen, en lo central, a un solo objetivo: sostener el poder incluso en perjuicio del bienestar común, sea a través de la mentira o del «pragmatismo» de la «democracia» de muy baja intensidad.
Por eso Chile no es democrático, porque la sociedad neoliberal que nos caracteriza es fiel expresión de la división de clases en la que los asalariados nos encontramos oprimidos a tal punto que nuestra dependencia es total respecto de esa minoría que dictamina el desarrollo del comercio, la lógica del intercambio de las mercancías, de los derechos de los trabajadores o la capacidad adquisitiva de nuestros salarios. Ello en función de la acumulación privada del capital que no acepta ningún principio o moral que coloque en entredicho la desmezurada ganancia conseguida a costa de la satisfacción de las necesidades de la mayor parte de la población.
veranadas
Totalmente de acuerdo Alfredo, pero lamentable a la vez; seguimos mordiéndonos la cola, a veces uno puede ser negativo en los planteamientos, pero dado los síntomas y la proyección de la problemática se podría decir que estamos en un callejón sin salida.
Gracias por aportar y aportar al debate, que es tan necesario hoy en día.
Andrés Gillmore
Matias M
Creo que si bien no se lograron todas las esperanzas y promesas potestad en la reforma al binominal, hay que reconocer que después de mas de 25 años sí cambio lo esencial: el veto de minoría que imponía para cualquier reforma relevante. Obviamente que quedaron cosas pendientes, principalmebte el quorum supramayoritario y algunas potestades del Tribunal Constitucional.
Ahora, es evidente que falta mucho en descentralización y se requiere poder social y político real para avanzar en esa agenda. De todas formas, los independientes lograron bajar el quorum para conformar partidos y, al eliminarse el binominal, baja el techo para alcanzar un escaño, especialmente en los distritos que ahora eligiran mas de 2 representantes.