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El capitalismo vs COVID 19

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Fundamentalmente, la pandemia del COVID 19 sofoca nuestros alientos internos desesperados por la sociedad del consumo. El capitalismo sufre y cruje por causa de un virus, en vez de una revolución de los trabajadores. Las explicaciones pueden ser muy generales a la vez que muy técnicas, abarcando doctrinas interdisciplinares de las Ciencias Sociales, Humanidades y Ciencias Exactas. Nada, en todo caso, podría ver el porvenir exacto. A falta de un positivismo riguroso, lo único que queda es la mera interpretación y ver las tendencias.

A la vez, este virus ha implicado una socavación de los muros espirituales de Europa. Primero vino el azote populista y la extrema derecha, como ideologías reaccionarias, aunque vacías, de los movimientos migratorios y las élites políticas gobernantes. A su vez, paralelamente existía el euroescepticismo, quien vive también dentro de estas ideologías reaccionarias, pero también dentro de los más arduos críticos de la Unión Europea y sus intereses. Todo el modelo creado para la UE se estaba cayendo pedazos a pedazos, pero el COVID 19 se ha encargado de acelerar este proceso.

También hemos sido testigos de que el COVID 19 ha afectado mucho a la economía mundial, llevándola hasta sus estándares más oscuros desde 2008. Ya no fue necesario la especulación inmobiliaria y la venta de hipotecas triple AAA para crear una crisis. Si bien hemos estado entrando en un ciclo bajo, puesto que varios economistas ya auguraban que se venía un momento de crisis, no obstante, el COVID 19 ha acelerado el proceso de las contradicciones del capitalismo. ¿Llegaría hasta su fin el capitalismo? Bueno, para esto es difícil saberlo, y muy probablemente, siempre estemos equivocados en la respuesta.

Y es que el virus no demuestra más que el problema del capitalismo occidental: la acumulación por desposesión, la necesidad de dinero por dinero y el rol de la investigación en abaratar los medios y modos de producción:

  1. La acumulación por desposesión: el capitalismo ha logrado establecer la mercantilización de los servicios básicos y sociales: agua, luz, gas. Ahora también, mascarillas. Los países de Asia regalan las mascarillas, en cambio. La privatización y la interpretación de la propiedad privada como algo absolutamente individual está crujiendo por el COVID 19, cuando lo individual no sirve para sobrevivir como sociedad. En este sentido la obra de David Harvey es para destacar.
  2. El dinero por el dinero: desde Max -, aunque antes que él era Karl Marx, y antes que él, Adam Smith, quienes ya escribirían sus preocupaciones respecto a que el usurero aproveche las circunstancias del capitalismo para sacar provecho. En Marx esto se transformaría en la creación de plusvalía. En este sentido, la única reacción visible ha sido la de muchas empresas en no dejar que los trabajadores no vayan a sus puestos de trabajo. Con excepción de las farmacias, supermercados y cualquier centro médico.
  • Por último, en el siglo XX-XXI se han desarrollado distintas formas, directas o indirectas, de abaratar los costos de producción, es decir, los medios de producción y los modos de producción, a la vez que expandir las ganancias y utilidades para la empresa, la persona o los inversionistas. Esta es una forma de alienar al trabajador alienado, y no es una tautología: el trabajador que vive en constante alienación es a su vez, alienado dentro de su propio puesto de trabajo hasta la puerta de lo desprendible. A la larga, el trabajador se transforma en desechable para la empresa ya que su fuerza de trabajo fue sustituida por una máquina automatizada.

Estos problemas mencionados son solo parte de cómo el capitalismo evoluciona dejando de lado las cuestiones sociales necesarias para que las familias y la sociedad sean lo suficientemente dinámicas. Cuando en estas hay un problema, creando una crisis, siempre tienden estas a la auto organización y la revolución en última instancia. Las señales siempre son claras y hasta se repiten a lo largo de la historia. Partidos políticos reaccionarios, figuras populistas, el sentimiento nacionalista, la sindicalización y renovación de las cabezas sindicales o la marginalización de las élites políticas, usualmente culpadas por la crisis inicial.

Reflexiones en torno al COVID 19 y cómo este ha logrado perpetrar en el débil sistema capitalista regente y acelerado sus contradicciones.

Tal vez el COVID 19 sirve como un agente que explicite los problemas del capitalismo. También, emerge a la luz de la razón cómo la sociedad se ha contaminado del espíritu que propulsa el capitalismo (Byung-Chul Han escribe el libro Psicopolítica). Este entrelazamiento que se da entre capitalismo y sociedad se desmorona una vez la sociedad pretende sobrevivir ante un ente desconocido, y en tanto la meta sea la supervivencia, cualquier sistema que sea accesible a este cometido será bienvenido. La humanidad olvida con facilidad una vez son los instintos los que toman el mando. Y ante eso, el capitalismo no ha podido ser un sistema lo suficientemente consolidado; aún cuando nos han intentado vender la imagen de que es una estructura innata y sempiterna.

Aunque manifiestamente esta toxina permea entre la capa social de quienes solo buscaban vivir una vida estable y los inconformistas del sistema. Esto dado que los que buscaban permanencia el COVID 19 logra destruir todo el paradigma de trabajo; mientras que los que critican quedan a la deriva de qué ocurrirá con el sistema capitalista en los próximos meses. ¿Se destruirá? ¿Sobrevivirá y se adaptará?

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3 Comentarios

abechtold

abechtold

La alternativa al capitalismo ..¿cual es? ¿cual sistema no se basa en acumular capital para crear progreso?…Ninguno. Ningun sistema parte de 0 cada vez, sino que aprovecha lo que ya logró para avanzar otro paso. Por lo que, es un hecho, el capitalismo ha sido y será la base del progreso de la humanidad. Entonces la disyuntiva que responderia al columnista es respecto a quien es el dueño del capital: las personas, o los Estados.
Los Estados no son un ente maravilloso y bienintencionado per sé, igual que las personas. Por lo tanto, si dividimos las posibilidades en 4: Estado Bueno, Estado Malo, Personas Buenas y Personas Malas, veremos que no habría problemas con los Estados y Personas buenas…por lo que el problema radicaría en que el capital sea manejado por Estados malos o personas malas. En ese sentido, es MUCHO mas peligroso que sea manejado por Estados malos, ya que el poder de hacer algo malo es muchisimo mas fuerte que el de individuos malos actuando mas o menos coordinadamente. Entonces, al final, es mejor que el capital lo manejen personas.
Luego de todo esto, el problema del capitalismo, como lo sugieren los izquierdistas en general, es que debe ser acompañado de una formación moral anterior, en que las personas incorporen en su actuar otros valores. Si uno le da un cuchillo a un niño y no lo educa en su uso y restricciones, es peligrosisimo. Eso mismo pasa con el capital

J.A.

J.A.

Hay una estereotipada visión del capitalismo, que es producto de una visión del siglo XIX , sumado a la propaganda ideológica de ciertos colectivos, y además tiende a mezclarse con malas praxis, con delincuencia, al final es el mismo diablo para algunas personas, y claro, es entendible intentar un exorcismo. En cierto sentido el capitalismo es hoy la fuerza compuesta por millones de pequeños esfuerzos y ahorros que mueve el mundo, y hay una razón, todos nos movemos por la paga de lo contrario no gastaríamos nuestras escuálidas energías, por otra parte tanto los discursos de las áreas sociales como los modelos matemáticos que se utilizan para desacreditarlo o como propaganda, están evidentemente equivocados, recortan variables que causan problemas o las minimizan , trabajan con caricaturas sin relación con el mundo real, que sí trabaja y entiende el frutero de la esquina, el capitalista.