Dado los últimos, de los varios, actos inoportunos que ha realizado S.E Sebastian Piñera, se hace necesario reflexionar de lo mucho que cuesta ser un “buen ciudadano chileno”.
Hace algunos días se vio al nuevo Ministro de Salud Dr. Paris, solicitando a los legisladores aprobar el proyecto que modifica nuestro Código Penal, el que sanciona con multas y pena de cárcel a quien incumpla alguna medida de aislamiento u otra medida preventiva dispuesta por la autoridad sanitaria en tiempo de pandemia. Aprobado tal proyecto, vemos días después al ejecutivo en una ceremonia tan humana y sentida como el funeral de su tío, realiza un acto tan inhumano para con otros ciudadanos.Aprobado tal proyecto, vemos días después al ejecutivo en una ceremonia tan humana y sentida como el funeral de su tío, realizar un acto tan inhumano para con otros ciudadanos.
¿Quiénes? Aquellos ciudadanos que no pudieron despedir de manera humana y sentida a sus difuntos, por el solo hecho de cumplir con el acto humano exigido por la autoridad, limitándose solo a lo permitido, a pesar del dolor.
Para concluir el acto de S.E, ciertos servidores públicos, como la Subsecretaria Dra. Daza, tuvo que salir a ocuparse no de lo importante, sino de lo inoportuno, utilizando su tiempo en justificar lo inhumano, en vez de ocuparse de lo humano.
Así las cosas, cuesta bastante ser un “buen ciudadano chileno”.
Comentarios