La verdad es que la situación de las bibliotecas públicas es calamitosa sin necesidad de haber sido destruidas por un terremoto. Desde hace mucho se nota la ausencia de una política pública referida a las bibliotecas.
Salvo la Biblioteca de Santiago, las que dependen de la Municipalidad de Providencia y otras más en la capital, no conozco bibliotecas decentes en cuanto a infraestructura y catálogos de libros en los lugares de Chile en que me ha tocado vivir (Tocopilla, Ovalle, Vallenar)
Comentarios