Nuestro propósito consiste en mencionar los temas que consideramos especialmente relevantes para la etapa histórica que vive nuestro continente en relación a las metas de inversión, crecimiento económico y bienestar humano.
A partir de ello, promovemos una reflexión sobre los mismos, útil para el futuro próximo de América Latina. Obviamente todos estos temas habrá que mirarlos dentro del contexto internacional en el cual la economía y la sociedad del continente se desenvuelven y de las fuerzas y políticas capaces de promover las ideas y proyectos que de ellos emanen.
Pensamos que de la variedad de temáticas posibles las siete elegidas agrupan problemas y desafíos que deberán enfrentar nuestros países para seguir progresando hacia una sociedad más democrática, mas igualitaria y de mayor desarrollo económico, social y cultural. Todo este afán tiene como pretensión ayudar, si ello fuese posible, a los sudamericanos obtener mayores grados de bienestar y felicidad.
1.- ¿Qué nos depara el futuro en materia de empleo?
El empleo/desempleo siempre problemáticos;
Subempleo y pobreza;
¿Cómo mantener y ampliar la protección social?
Empleo, estructura por edades de la población, migraciones;
El pleno empleo, un ideal inalcanzable;
La flexibilización de las relaciones laborales, imperativo de la economía abierta y de la escasez de empleos.
De cómo descongestionar el mercado de trabajo.
2.- Razones que justifican un Estado democrático poderosoNuestro propósito consiste en mencionar los temas que consideramos especialmente relevantes para la etapa histórica que vive nuestro continente en relación a las metas de inversión, crecimiento económico y bienestar humano.
La capacidad de realización del Estado en todos los sectores sociales (salud, educación, etc);
Capacidad del Estado en la orientación del crecimiento económico y del desarrollo a favor de la cultura, del medio ambiente y del bienestar de las personas; Pedagogía estatal en relación a los valores ciudadanos, la moral pública, los derechos humanos y la solidaridad;
Límites a la clase política. El ejercicio de la transparencia; el fortalecimiento de la sociedad civil.
Estado eficiente y amigable con la gente, capaz de hacer cumplir la ley con igualdad para todos;
La seguridad ciudadana, una responsabilidad prioritaria;
El Estado impulsor de la igualdad de oportunidades;
El Estado garante del desarrollo regional equilibrado.
3.-Bases para la economía y la sociedad del conocimiento en nuestro continente
Escolaridad universal y prolongada. La educación permanente;
La simbiosis escuela/organización de trabajo;
La escuela, el profesorado y la mentalidad innovadora e investigadora. La promoción del pensamiento lógico y de la actitud científica;
La investigación científica y tecnológica relevante para el desarrollo de nuevos productos y nuevos procesos en la economía nacional de cada país.
Como impregnar la cultura nacional con el espíritu de la innovación, la creatividad y el emprendimiento. Valoración social del riesgo y del espíritu de empresa;
La sociedad docente. El papel del sistema escolar, los medios de comunicación, la familia, la empresa y el mercado.
4.- Modernización industrial y desarrollo tecnológico
La incorporación de tecnologías de punta en la mediana, pequeña y micro empresas;
El “ethos” innovador y la fuerza de trabajo;
La empresa, un centro de aprendizaje, innovación y producción;
El diseño como introducción de la dimensión estética en la industria;
La incorporación de valor-conocimiento en la producción industrial.
5.- Inserción en la globalización
América Latina en el proceso de conformación de un mercado mundial, en tanto país de desarrollo medio;
La competitividad y el resguardo de los salarios y la protección social;
Los nuevos desafíos derivados de la revolución tecnológica. La devaluación del espacio y del vecindario.
Cómo manejar los riesgos que traen consigo la globalización, la apertura y el mercado mundial;
Las cambiantes relaciones internacionales. Nuevas realidades y nuevas combinaciones.
6.- Nueva noción del tiempo libre
Importancia radical del deporte para los niños y la juventud;
Valoración del arte y la cultura en todas sus manifestaciones, tanto en su creación como en su consumo;
La recreación y la asociatividad como ensanchamiento de la experiencia humana;
El trabajo voluntario en la comunidad como expresión de la solidaridad con los pobres, los ancianos, los desvalidos. Hacia una convivencia más humana.
Construcción de espacios públicos para la sana recreación de las personas y la promoción de la sociabilidad.
7.- La vida en la ciudad
¿Qué actitud ante la delincuencia, la droga, los abusadores de menores?;
Cómo asegurar la tranquilidad de las personas;
La ciudad amable para todos sus habitantes: sana, segura, culta, recreativa, deportiva, alegre.
La participación ciudadana en el desenvolvimiento de la ciudad: asociatividad variada, numerosa y con poder social. Democratización de la vida pública;
La prioridad de los valores humanos y estéticos en ordenamiento y crecimiento de las ciudades.
Comentarios
25 de mayo
Sobre constituciones e ilusiones
Es curioso que políticos avezados tengan la «fe del carbonero» en un texto jurídico como un nueva constitución. No está demás recordarles que varios países democráticos no tienen constitución. Así sucede con Canadá, el Reino Unido, Nueva Zelandia e Israel. Tampoco Arabia Saudí la tiene, aunque por especiales razones. Otros países la tienen por largo tiempo (siglos) sin que se les ocurre tener una nueva. Tales son, por ejemplo, Estados Unidos cuya Constitución data del 15 de junio de 1780, Holanda de 1815, Noruega de 1814, Tonga de 1875, Australia de enero del 1901, Suiza de 1833. Por contraste, la República de Cuba ha tenido 5 constituciones. La última del 2018.
En los países sin constitución existe la supremacía parlamentaria y el imperio de la ley. Es decir, las leyes son la principal fuente del Derecho. Todas las personas son iguales ante la ley y nadie está por sobre ella, incluyendo a los que están en el poder. Ninguna persona puede ser sancionada si no ha violado una ley.
Se ha argumentado que una nueva constitución es necesaria para combatir la desigualdad. Un propósito loable y un instrumento equivocado. Las desigualdades tienen su sede en la estructura social, no en las normas legales.
Por ello decir que una nueva constitución es un punto de inicio, como lo piensan muchos políticos es escribir en la arena al borde del Océano Pacífico, que de tal solo tiene el nombre.
La coincidencia en Chile de un nuevo gobierno
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