Hasta aproximadamente el año 2001 la cantidad mínima de horas de capacitación que habilitaban a un curso para acceder a la franquicia tributaria era de ocho horas. Ese año, coincidiendo con el inicio de la instalación del enfoque por competencias en Chile y consecuentemente la instalación de capacitación por competencias, luego de diversos análisis y consultas a especialistas nacionales e internacionales, se concluyó que esa cantidad de horas era muy alta como piso mínimo, cuando se trataba de abordar brechas de competencias específicas.
La lógica implícita es que cuando se trabaja bajo el enfoque por competencias es muy fácil precisar a nivel de detalle la necesidad susceptible de superarse mediante capacitación, sin ocupar tiempo en temas innecesarios, ya sabidos o simplemente irrelevantes. Por ejemplo, si la necesidad (brecha) es ser capaz de trabajar con tablas dinámicas, basta con un micro curso de tablas dinámicas de pocas horas, concreto y directo, evitando un curso de excel avanzado de 36 o más horas, que subsume y encarece ese contenido en una muy amplia gama de materias que el trabajador no requiere o ya conoce. Algo así como pasar de los disparos de escopeta a un disparo con mirilla láser. Lógica impecable en mi opinión, que llevó a fijar un piso mínimo de cinco horas para poder “franquiciar”.
Sin embargo, este año la norma cambió. Ya no serán las cinco horas ni tampoco las ocho previas. Ahora pasaron a ser 16 horas cronológicas, es decir, en su versión más intensiva, dos días completos. Este drástico cambio niega la lógica de la capacitación por competencias, asunto que en si mismo no resiste mayor análisis técnico por lo contradictorio de la señal. Por otra parte encarece, a niveles que pueden resultar inmanejables, las opciones de capacitar a trabajadores que residen en lugares distintos a la sede de la actividad, dado que no en pocas ocasiones habrá que cubrir gastos de estadía (alojamiento y alimentación). Es decir, esta decisión para la que tampoco se entrega argumentación alguna, al igual que en el caso del e-learning (leer columna anterior del autor), refleja un sesgo de centralismo y enfoque favorecedor para las grandes empresas, afectando drásticamente a la inmensa mayoría de las empresas nacionales, muchas de ellas ubicadas fuera de las capitales regionales o lejos del gran Santiago.
Y que no se diga que con pocas horas se ve afectada la profundidad del proceso. Para eso está la autorización que Sence otorga a los cursos, validando la correlación entre número de horas, objetivos, contenidos y metodologías asociadas a la actividad. Si hacen bien su trabajo (y no hay por qué suponer lo contrario), el tema del piso mínimo de horas de capacitación no tiene nada que ver con la calidad de la capacitación.
Sería bueno que Sence comenzara a explicar sus decisiones más recientes porque caso contrario, tales medidas aparecen como decisiones abusivas y desconsideradas para quienes más debe cuidar: las empresas medianas y pequeñas. Incluso da para pensar que se está tratando de eliminar la franquicia tributaria para la capacitación, jibarizándola sistemáticamente. Asunto grave porque claramente ha sido muy valiosa para el desarrollo del conocimiento en Chile. Mi próximo post abordará este asunto.
La lógica implícita es que cuando se trabaja bajo el enfoque por competencias es muy fácil precisar a nivel de detalle la necesidad susceptible de superarse mediante capacitación, sin ocupar tiempo en temas innecesarios, ya sabidos o simplemente irrelevantes.
Vuelvo al punto inicial. Cuando se adoptan medidas así de radicales es necesario explicarlas, caso contrario aparecen como decisiones innecesarias o erradas desde su génesis. Y lo que es más crítico, llevan a suponer una gravísima y peligrosa miopía técnica respecto de temas en que deberían ser líderes intelectuales. De hecho, claramente lo eran hasta hace no muchos años atrás.
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Foto: Wikimedia Commons
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Una extraña vuelta atrás del SENCE
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Francisco Javier
Lamentable decision, mi empresa queria capacitar con varios cursos de 5 y solo hasta 8 horas cada uno. Ahora será imposible con 16 ya que se escuchará » y la produccion», «2 dias es mucho», «no acepto parar los procesos». Hay que presionar para que cambien esta muy mala opresion al trabajo y empresas pequeñas (capacitadores-capacitados)