#Trabajo

No a la externalización, no a la subcontratación

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Hace unos días, una de las «grandes» de las empresas de telecomunicaciones ha externalizado el área de ventas en terreno en su totalidad, así como procedió al despido masivo de otras áreas de apoyo comercial.

La externalización como proceso significa el despido por la causal «necesidades de la empresa», y luego la oferta para cada trabajador de ingresar a un nuevo empleador, el cual lo integrará a un «proceso» de selección para desarrollar la misma labor que desempeñaba en la empresa mandante. Esto se ve como algo normal, común y corriente para los trabajadores y las empresas. Pero estamos obligados a cambiarlo, no puede ser normal que sea tan fácil para algunos desarrollar este tipo de movimientos, que evidentemente solo benefician a un sector económico y definitivamente a las familias de las personas que representan dicho sector. En la industria de las telecomunicaciones y en general las «grandes» empresas, habitualmente proceden de este modo para estos casos. Para nadie debería resultar contradictorio entender que la externalización, la subcontratación significa «menos sindicato» en el sentido de que se atomiza la actividad sindical, por tanto, hay menos beneficios, menos derechos, más abusos, menos negociación. En definitiva, existe un menoscabo de la situación laboral de los trabajadores afectados.

Echo de menos en el proyecto de la «Nueva Mayoría» y de los candidatos «de moda» un afán más decidido por instalar los temas laborales en un lugar protagonico. Busco y busco en los programas y solo veo intentos aislados de algunos candidatos al parlamento por tibiamente hablar de estas temáticas. Para ser preciso, hablo de más negociación colectiva, derecho a huelga efectivo, derecho a las federaciones de negociar regladamente, revisar a fondo la legislación en torno a la subcontratación, fin al multirut, etc.  No queremos cambios cosméticos, queremos cambios que garanticen la dignidad de los trabajadores, en el entendido que el trabajo es también un mecanismo de movilidad social y superación de la pobreza.

El rol de los dirigentes sindicales es velar por el bienestar de los trabajadores, en todas las esferas del desarrollo que entrega el trabajo (económico, cultural, social, emocional, etc.). Esto al interior de la empresa, pero sabemos que no es suficiente desarrollar la labor sindical aisladamente, es mi deber transmitir lo que nos afecta como trabajadores organizados y exigir a quienes gobiernan y a quienes pretender gobernar nuestro país, mayor protección y derechos para los trabajadores.

El 5 de octubre de 2013, fecha en que se conmemoraron 25 años del hito que significó ganarle con un lápiz a la Dictadura Militar, y teniendo en cuenta que estamos ad-portas de una nueva elección presidencial y parlamentaria, debemos evidentemente celebrar esta gesta histórica, pero a la vez comprender que las dinámicas sociales avanzan cada vez más rápido y que es imperativo que tanto los adherentes como los lideres sociales, de los partidos políticos, los movimientos y organizaciones sociales, entendamos que debemos caminar hacia derrotar el actual sistema de explotación económica, o al menos reemplazarlo por un sistema que ponga a la «Economía al servicio del Ser Humano y NO el Ser Humano al servicio de la Economía». Esta reflexión no debe estar ajena en esta conmemoración.

Por todo lo anterior, pongo mis esperanzas una vez más, en que el sector político en general, pueda escuchar y materializar de una vez estos anhelos, integrando, conversando, no segregando, cuidando y creando los espacios para realizar verdaderas transformaciones que favorezcan a los trabajadores. La actividad laboral y sindical en Chile está en un punto que puede significar una gran oportunidad, aprovechemos este momento histórico. El trabajo, su difusión y su protección a través de un derecho laboral pro-trabajador, significa una formula mucho más directa y eficaz de mejorar la distribución de los ingresos en Chile.

La movilización en las calles debe ser también nuestra próxima herramienta, no debemos desestimarla. En este punto, es fundamental la participación y convicción de todos los trabajadores. Únete a tu sindicato.

Finalmente, la movilización en las calles debe ser también nuestra próxima herramienta, no debemos desestimarla. En este punto, es fundamental la participación y convicción de todos los trabajadores. Únete a tu sindicato.

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Foto: Wikimedia Commons

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Jorge Gonzalez Pinto

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Jorge González P.

El programa de gobierno de la «Nueva Mayoría» presentado a la luz publica el 27 de octubre de este año, contiene mejoras sustanciales en sus proyectos de reformas laborales. Espero que exista voluntad política en el congreso, que ayude a superar los escollos de esta legislación que asfixia el accionar sindical. A buena hora, fue escuchado el clamor de los dirigentes sindicales. Otra cosa es con guitarra, por ello, estaremos prestos y listos a enfrentar a los extremistas de cuello y corbata que pretendan impedir el avance de los trabajadores.

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