Durante enero y febrero tuvimos una constante actitud del gobierno de triunfalismo, felicidad y permanente exitismo del proceso de vacunación. Que la luz al final del túnel, que pronto podremos retornar a la vida tan añorada anterior a la pandemia, se estaba alistando la retirada de los bonos, el regreso a clases de manera muy majadera por Raúl Figueroa (quién actualmente brilla por su ausencia durante los casos por PIMS en niños y adolescentes ) y el regreso a los trabajo cuando contagio salvaje aparece.
Cuando eres parte de un gobierno donde vas a trabajar en un auto con chofer, cuando eres parte de un gobierno que para ir a hacer las compras las encargas por Cornershop o vas a hacer tus compras en tu auto al supermercado. Comienzas a creer ingenuamente que todo tu país vive en tu misma situación. Comienzas a creer ingenuamente que toda persona tiene un auto y bencina financiada por los impuestos de todos los chilenos para ir a su trabajo sin gastar dinero de tu bolsillo.
No hay trabajadores que cruzan 7 a 8 comunas y pasan entre 2 a 4 horas en Transporte público, no hay trabajadores de Maipú que cruzan toda la línea 5 para ir a trabajar a Puente Alto, no hay trabajadores de Puente alto que van a trabajar a Maipú. No hay estudios que avalen el contagio en el transporte público, No hay ministras de transportes que viajen en metro o en micro, No hay ministras de transportes que sepan como viaja el Chileno promedio a las 7 am a su trabajo.No hay trabajadores que cruzan 7 a 8 comunas y pasan entre 2 a 4 horas en Transporte público, no hay trabajadores de Maipú que cruzan toda la línea 5 para ir a trabajar a Puente Alto, no hay trabajadores de Puente alto que van a trabajar a Maipú. No hay estudios que avalen el contagio en el transporte público.
Cuando como gobierno tuviste un año para aprender que este virus es extremadamente contagioso , que la mascarilla no basta porque las gotitas te pueden entrar por los ojos. Llega un momento de paz durante enero y febrero donde tienes la disyuntiva de ¿Volver al trabajo presencial? o crear políticas de estado para subsidiar y promover el teletrabajo. (sin duda agotador pero mucho más seguro). Pero como tu te vas solo en tu auto desde Las Condes hasta la Moneda no percibes el riesgo que significa estar enlatado con una masiva cantidad de personas.
¿Por qué las universidades del país en su gruesa mayoría optaron por mantener las clases en línea? Porque basan su actuar en el proceder científico. ¿Por qué nuestro gobierno no basa su actuar en eso? Porque para la mentalidad empresarial el teletrabajo es un trabajo de mentira , una teleflojera, un trabajo de adorno que para su percepción errada de la realidad no es capaz de contribuir al progreso de la empresa.
El gobierno eligió el camino equivocado. El gobierno no solo no hace el movimiento adecuado sino que usa de manera siniestra la burocrática herramienta del Registro Social de Hogares. Todavía estamos a tiempo de enmendar el camino
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