¿Quién dijo que los trenes no son convenientes para el país?
Hasta 1.920 Chile tenía la tecnología para diseñar, construir, mantener locomotoras y todo lo referente a los trenes. El Estado llegó a invertir hasta el 14% del PIB en su implementación y desarrollo. Hoy esa tecnología se debe importar y debemos confiar en buses, camiones, barcazas y aviones para trasladarse a través del largo y extenso territorio nacional, más una alternativa por medio de Argentina si quiere llegar a Punta Arenas, mientras que los trenes podrían hacerlo vía túneles dentro del territorio nacional mejorando la conectividad de zonas aisladas haciendo que estas mismas mejoren su productividad.
Hoy nos gobierna una casta de políticos que proviene en su gran mayoría de comunas del «Gran Santiago», su radio de acción es de unos pocos kilómetros y al parecer no entienden el concepto de país. Todas sus políticas nacionales, regionales, provinciales y comunales en cuanto al transporte y muchas otras han sido un total y rotundo fracaso.
El sistema de buses es totalmente privado (No es un problema… sino la falta de control y supervisión) en donde estas empresas solo les concierne sus ganancias, mientras que el bienestar y seguridad del pasajero no es de su interés. En general el Chileno no reclama y no es capaz de imponer su derecho; peor aún, aguanta abusos y negligencias de carácter grave. Sumamos a lo ignorantes que somos por idiosincrasia, en temas técnicos, desconociendo diferentes sistemas mecánicos, neumáticos, hidráulicos, eléctricos y electrónicos. Agregamos a esto su mantenimiento estado y funcionamiento. Estos son desconocidos para el ciudadano común. También está el pobre entrenamiento, la conducta de conductores producto de una mala y parcial capacitación; a veces producto de poca conciencia por respetar la vida humana.
Un número importante de empresas de transporte demuestran negligencias: es fácil comprobarlo, requiere observar los buses con detenimiento o ir a sus talleres y también ver la forma de conducción de conductores y el actuar de cobradores; en la capacitación que hacen a conductores y mecánicos -ambos claves en la calidad del servicio que se entrega- como también en el estándar del mantenimiento que realizan.
Chile requiere de un sistema de transporte alternativo y los buses con extensas rutas podrían estar a cargo de trenes, aviones. Los ramales y distancias intermedias deberían dejarse al control de buses.
Otro punto es la calidad de máquinas que adquieren cuando «renuevan o crece la flota». Podemos agregar también la actitud matonesca entre empresas y entre los mismos choferes, esto es producto de un mercado sin regulación efectiva, donde no se estudian realidades y capacidades tangibles, solo se explota una ruta al nivel donde empiezan a «sobrar los buses y a faltar los pasajeros» donde el sistema cae y se torna muy precaria la mantención y aumenta la actitud temeraria de choferes llevando al límite la conducción y sus máquinas.
Muchas empresas trabajan sin sueldo fijo y este se regula de acuerdo a la producción diaria -los minibuses tienen un nivel de accidentabilidad muy alta-, esto hace que el sistema decaiga aún más donde el riesgo de salir lesionado e inclusive muerto también aumenta.
Esto puede molestar pero la ética empresarial y el desinterés de la gente es muy grande, hemos construido una sociedad individualista y poco consciente del bien común (Desconocimiento de deberes y derechos como también baja autoestima al no exigir y pelear por algo que sea a los menos seguro). El Estado siempre falla y nos es difícil saber las razones. No es solo la falta de inspectores sino también de negligencia de funcionarios además de los escasos incentivos por hacer mejor el trabajo y el servicio. La actitud irresponsable del Estado de Chile y de sus clase política de dejar solo al mercado como arriero deja las ovejas en la montaña para su alimentación. Es hoy en día una actitud nefasta y fatal.
No se trata de volver a un sistema estatal, es mejorar la regulación el control de estas y también hacer de manera eficiente y honesta la participación del estado y de privados en la actividad. Cada vez más, presenciamos accidentes y que el nivel de choferes y empresas cada vez más deficiente.
Chile requiere de un sistema de transporte alternativo y los buses con extensas rutas podrían estar a cargo de trenes, aviones. Los ramales y distancias intermedias deberían dejarse al control de buses. En chile no existe planificación en la construcción por lo tanto el crecimiento de las ciudades es desordenado y la circulación en autopistas, carreteras y su derivación posterior a la entrada – salida de ciudades y llegada hasta los terminales es engorrosa y peligrosa.
Otra tontera del gobierno militar fue haber entregado el control, por un tema de apoyo político a camioneros y microbuseros convirtiendo prácticamente en monopolio el transporte terrestre de pasajeros y carga. Hoy la concentración de la población entre las regiones metropolitana y el Bio bio (600 Kms de los 4.350 Kms que tiene el país) llega a un poco más de 13 millones (76% de la población del país) «con una ciudad país de capital». Es aberrante la concentración de recursos.
El ridículo sistema económico que tenemos o la forma en que se administra solo se ve la rentabilidad parcial y no el beneficio global de la nación ¿Es económico concentrar la población y hacer que las regiones se mueran?. La «parada» de este país es saquear recursos y personas y no generar desarrollo. Hoy debemos planificar las ciudades; el transporte y diversificar la economía. Esto conlleva a invertir, el retorno de dineros o las ganancias no son automáticas pero es la nación la que progresa… Menos tiempo, mejor y seguro traslado; menos estrés; familias más unidas opciones de transporte y posibilidades en que las regiones mejoren en su conectividad y la población, puede disgregarse mejor en el territorio nacional. ¿A quien le favorece una fábrica de pobres? La concentración de recursos siempre termina en un cáncer que afecta a los países y a su población…
¿Cambiará «La parada» de como hacer economía y planificación en este país?
Comentarios
28 de noviembre
FALSO. No es verdad que los trenes sean más económicos que los buses y los camiones. Y es imposible no contar con ambos medios de transporte, AUNQUE HAYA TRENES. Los trenes son inversiones gigantescas y de muy difícil rentabilidad. Nadie se acuerda ahora (y menos estos progres), pero cuando había accidentes de trenes, morían muchas personas. Eran accidentes terribles.
El sistema económico que tenemos es el que ha sacado de la pobreza a millones de chilenos. Cuando hubo trenes, en Chile había más de 50% de pobres. No digo que haya una relación entre ambos hechos. Chile se liberó de todas aquellas inversiones que lo hacían ser uno de los países más pobres de Latinoamérica. Ahora los políticos, que son muy mediocres, han venido aplicando ,poco a poco, medidas que nos llevan de nuevo a la pobreza. El Transantiago pierde 700 millones de dólares al año.
Además, TODO LO QUE CONTROLA EL ESTADO FUNCIONA MAL.
Lo que buscan, promocionando inversiones como éstas, es que haya más y más políticos y amigos de los políticos beneficiados, a costa de hacer más pobre a nuestro país.
Digan la verdad.
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