Palabras de un hombre

Son, fueron y serán, pequeñas frases, reflexiones y meditaciones sobre diversos acontecimientos de la vida cotidiana común que permiten remirar nuestra propia vida. Recordando de paso que las mismas pueden ayudar en el día a día para no desviarse de ser una mejor persona con sencillez y humildad, valores que se han extraviado en la vorágine del hacer.

Pasado:

Siendo niño escuché a mi padre adoptivo, lo que pasaron muchos chilenos en la crisis del año 1930, mucha cesantía, y filas interminables de hombres y mujeres con su ollitas haciendo fila en regimientos para buscar algo de comida, eso no lo dicen los vendedores de ilusiones, ni aparece registrado en algunos libros de historia.

En 1955 oí «Hay Que Apretarse El Cinturón», en 1963 la misma frase, en 1984 escuche otra frase «Hay Que Cuidar a Los Ricos». Hoy hay muchas frases del gobierno de turno, ríos de saliva, ríos de tinta, los pobres seguimos masticando solo sueños, y comiendo con la tarjeta de crédito.

Se acerca un nuevo 11 de septiembre, en nuestra imaginación e ideario colectivo marco a toda nuestra generación vio, vivió y sufrió el quiebre de una democracia por el golpe militar, hoy seguimos esperando, ya no confiamos en los actuales partidos de una seuda izquierda, ya no son aquellos de esos tiempos con consecuencia en su decir y hacer, hoy tienen un discurso hueco y sin sentido. Han renunciado a esas viejas banderas de lucha.

En un 5 de octubre de 1974, muere Miguel Enríquez Espinoza, cayó abatido por las fuerzas represivas de Dina en la calle Santa Fe, era su domicilio, ya herido de muerte, saltó una muralla de su vecina y cayó para siempre al lado de una rústica alteza. Hombre consecuente, con su ideario, de verbo encendido y audaz, un hombre para esos tiempos de difíciles, este vive en el imaginario de muchos todavía.

Gobierno, políticos, empresarios, jueces, fuerzas armadas y sociedad toda, pensaron un minuto hoy, día del detenido desaparecido por la represión salvaje, su pecado buscar un sueño, que hoy está en una cueva, en el mar en una zanja, en un cementerio como un N.N ¿Dónde?, No hay prensa, no hay televisión, no hay radio… la memoria nos envuelve con un negro sudario del olvido e indiferencia.

30 de agosto, día del detenido desaparecido en Chile, Abuelos, Padres, Madres, Hermanos, Tíos, ya muchos han partido a juntarse con aquellos que desaparecieron, sus ojos y labios solo musitaban, ¿Dónde estarán, dónde los llevaron? Victoriano armado solo con su biblia, preguntaba a los soldados y agentes ¿Dónde Los Llevan… dónde?, al ver a su hijo, yerno y vecinos con los brazos en alto hacia lo desconocido.

Presente:

Un padre a un hijo, disfruta cada segundo, cada minuto de la vida aun cuando sea en pequeñas cosas, después de esta vida no hay otra… Siempre será hermoso compartir, minutos, horas, ya que el Hades nos espera en cualquier minuto o segundo, y solo queda el recuerdo insondable en nuestras mentes de esos tiempos.

El guerrero ya está cansado de tantas batallas, muchas ganadas, otras tantas pérdidas, solo quiere ir a descansar a la gran pradera, que nos tiene preparada ese Dios que todo lo puede.

Los ciudadanos de a pie, los comunes, vemos con preocupación lo que está pasando en este país, economía deteriorada, salarios y sueldos magros y raquíticos, cesantía creciente, cada vez más coleros en los finales de las ferias libres para vender aunque sea unos clavos oxidados para tener algunas lucas, sin contar la salud, las pensiones, al fin suma y sigue.

La vida es una eterna batalla, nunca hay que bajar los brazos... desde niños les enseñé mirar la vida con fuerza y valor, sé que somos débiles, pero sacamos fuerza de lo insondable de la vida. Trato de ser fuerte en la adversidad, pero solo soy un humano

La vida es una eterna batalla, nunca hay que bajar los brazos… desde niños les enseñé mirar la vida con fuerza y valor, sé que somos débiles, pero sacamos fuerza de lo insondable de la vida. Trato de ser fuerte en la adversidad, pero solo soy un humano.

Cientos de ciudadanos hoy, se pintarán la cara, se pondrán su traje de payaso, calzarán sus zapatos nº 48, gritaran, se reirán, dirán garabatos, chistes malos, no se acordaran por el momento de la cesantía, de los ancianos que recogen verduras podridas, mañana vuelven a ser el payaso triste y llorón de siempre.

Los ciudadanos de pie seguimos esperando, el cesante, el anciano, la anciana, el niño que observa y nos pregunta ¿tenemos esperanzas de tiempos mejores? ¿qué contestamos? ¿qué le enseñamos?, nos lamentamos y más de una lágrima rueda de nuestros ojos por la desesperanza de esta sociedad partida entre ricos y pobres, lo demás que se diga es mentira.

Chile, la gran fractura entre políticos y la ciudadanía, espero que nosotros aprendamos más de políticas y situaciones sociales, para no seguir en las situaciones diarias, por lo que estamos viviendo diariamente. Sin tener respuestas a nada.

Futuro:

Tantos sueños, tantas utopías, la bruma espesa de esos tiempos se los llevo, pero viven y vivirán siempre. Solo le doy las gracias por acompañarme tantos años, subimos al tren de la vida imaginario, por sus ventanillas hemos visto pasar nuestras vidas, y de nuestros hijos

Doy gracias a Dios, por haber llegado a estos tiempos juntos, en el libro de nuestras vidas se han escrito y se escribirán muchas cosas, nos siguen hijos muy buenos y nietos. En todos estos años, hemos pasado por satisfacciones y problemas que nos depara el vivir, pero lo más importante es el compromiso que firmamos juntos ya hace tantos años, indisoluble y por toda la vida.

Para todos ustedes, cuando lleguen los tiempos en que el hombre sea amigo del hombre, siempre piensen en nosotros los con décadas con indulgencia y paciencia. El mar no está tranquilo, somos frágiles y las olas golpean fuerte, pero en fe y unidad podemos superarlos…  trate de ser una persona, un ser humano, a lo mejor con muchas carencias, pero siempre estando ahí. Donde estén, dios estará con ustedes…

Palabras de un hombre: Son, fueron y serán, pequeñas frases, reflexiones y meditaciones sobre diversos acontecimientos de la vida cotidiana común que permiten remirar nuestra propia vida. Recordando de paso que las mismas pueden ayudar en el día a día para no desviarse de ser una mejor persona con sencillez y humildad valores que se han extraviado en la vorágine del hacer

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Andres Vera Quiroz

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