He leído con mucho interés una reciente columna publicada por Alfredo Barriga, ex Secretario
Ejecutivo de Desarrollo Digital, titulada “Estrategia Digital para la Salud en Chile”. Este es un tema que me apasiona, y no he resistido el impulso de escribir al respecto.
En su columna, Alfredo abre una interesante conversación acerca de la relación de dependencia entre la Estrategia Nacional de Salud y la Estrategia Digital de Salud (“Para que la Estrategia Nacional de Salud sea posible, requiere una Estrategia Digital propia”). No puedo estar más de acuerdo con él: soy un convencido de que la informatización de la red sanitaria es condición necesaria (probablemente no suficiente) para poder responder a los desafíos de la Reforma y de cualquier Estrategia Nacional de Salud en el siglo XXI. En efecto, cada uno de los objetivos estratégicos que guían las políticas de salud en nuestro país, tensionan al sector en cuanto a requerimientos de información, como lo podemos ver en el siguiente recuento:
Énfasis en la prevención y promoción:
Sin información confiable es difícil identificar de qué y dónde se enferman las personas, cuáles son los determinantes de la enfermedad, y por ende formular políticas de prevención adecuadas. Para ello es importante poder cruzar diversas fuentes de información y anticipar los efectos sanitarios derivados de las políticas que impactan la salud de las personas. Con un sistema de esta naturaleza, eventos como los de Freirina, la escuela La Greda y también el brote infeccioso de la Posta Central se podrían haber anticipado.
Cuidado del paciente:
Mantener sanas a las personas requiere anticiparse a la enfermedad, o tratarla oportunamente, lo que obliga a contar con el historial clínico del paciente, sus diagnósticos, resultados de exámenes, alergias, efectos adversos etc., independientemente del establecimiento en que éste consulte. Sin un Registro Clínico Electrónico, esto es casi imposible. Gran cantidad de errores médicos se podrían evitar por esta vía.
Funcionamiento en Red:
Uno de los principales ejes del fortalecimiento institucional dice relación con el funcionamiento en red del sector, es decir, una red sanitaria son nodos con diferentes especializaciones, que colaboran para cuidar la salud de los pacientes. Las redes asistenciales funcionarían mucho mejor si mejorara el intercambio de información entre los nodos en procesos tales como interconsultas, seguimiento del paciente, conocimiento de la oferta y producción. Lo mismo con el conocimiento de las reglas y protocolos de derivación.
Reducir inequidades:
La principal estrategia para reducir las inequidades es el régimen de garantías explícitas de salud (AUGE o GES), que establece garantías de acceso, oportunidad, calidad y financiamiento. El buen funcionamiento de esta estrategia obliga a un registro e intercambio oportuno de información relacionada con el cumplimiento de las garantías, lo que hasta la fecha ha sido tremendamente difícil, justamente por la falta de registros electrónicos en los lugares de atención.
Sustentabilidad financiera:
Uno de los pilares de la sustentabilidad financiera es la eficiencia, entendida ésta como la resolución de los problemas de salud de la población al más bajo costo. Una gestión eficiente obliga a conocer la demanda, la producción y los costos de los establecimientos, y a reducir costos eliminando actividades que no aportan valor. Obliga también a mejorar otros aspectos tales como: conocimiento y uso de medicina basada en la evidencia, optimización de exámenes, dispensación de fármacos (evita la duplicidad y merma) y por último la reducción del costo de los muchos dobles o triples registros de información.
Estoy convencido el imperativo actual es crear conciencia masiva de que el cuidado de la salud y la prevención de la enfermedad no van a mejorar si se sigue trabajando con los mismos métodos y herramientas de hace 50 años.
Evaluación/Planificación:
La única forma conocida de evaluar es medir y luego comparar con otros. Esto requiere incorporar temas como GRD, benchmarking, lo cual a su vez requiere integrar información de producción sanitaria con información de costos.
El esfuerzo de informatización de la red es, por tanto, extraordinariamente relevante y al mismo tiempo complejo. Por lo mismo, debe formar parte de una estrategia de e-salud. La experiencia internacional es contundente en señalar que este tipo de estrategias deben pensarse en horizontes no inferiores a los 10 años, tiempo mínimo necesario para construir fundaciones sólidas (infraestructura, arquitecturas de información, estándares) para implementar las aplicaciones informáticas requeridas y también para producir los cambios en los modelos de atención y en las prácticas de trabajo de las personas, que es finalmente el lugar donde se juega el verdadero partido. Se requieren también presupuestos plurianuales. Así lo evidencian otros países que se han tomado en serio estas estrategias, tales como el Reino Unido, Canadá y Australia entre otros.
En Chile, específicamente en el sector educación, tenemos a la mano una experiencia exitosa en cuanto a creación de una institucionalidad ad-hoc para la informatización de las escuelas: el Centro de Educación y Tecnología, conocido como Red Enlaces, que tiene al menos dos características destacables:
– Separa la actividad de informatizar las escuelas y de desarrollar nuevos modelos educativos y de gestión escolar, basados en el uso de TIC, respecto de lo que son las necesidades informáticas del Ministerio de Educación, que son gigantes y siempre tienen prioridad (como el control de las subvenciones). De no existir Enlaces, me atrevo a apostar que la informática educativa no se habría desarrollado en Chile.
– A pesar de no ser un Organismo Autónomo como la Junaeb, tiene una glosa presupuestaria propia, y por ende es capaz de proyectarse en el tiempo. De lo contrario, probablemente las urgencias del Mineduc en materia de informatización se impondrían por sobre las necesidades de innovación pedagógica de las escuelas.
La pregunta que me interesa formular aquí es, ¿qué esperamos para crear un “Enlaces de la salud”, es decir, un “Centro de Salud y Tecnología” o “Centro de Salud Conectada”, cuya principal preocupación sea desarrollar nuevos modelos de atención sanitaria basados en las TIC y al mismo tiempo, asegurar el desarrollo de la infraestructura tecnológica y las aplicaciones necesarias para llevar a cabo esta magna iniciativa? También debiera ser tema de preocupación de este centro el desarrollo del capital humano (por ejemplo, estimular investigación y postítulos en informática médica) y la incorporación de estos temas en las mallas de formación de los futuros profesionales de la salud.
Es claro que una condición necesaria para que esto ocurra es que esta visión sea ampliamente compartida y que, de esta forma, se transforme en una prioridad política que vaya más allá del Gobierno de turno. El imperativo actual es crear conciencia masiva de que el cuidado de la salud y la prevención de la enfermedad no van a mejorar si se sigue trabajando con los mismos métodos y herramientas de hace 50 años.
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Foto: Treviño / Licencia CC
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ddesaint
Vivienne: Agradezco el comentario. Efectivamente, la informatización de las redes asistenciales ha sido por años una especie de torre de Babel. Actualmente, existe tecnología y un importante nivel de desarrollo de estándares (de terminología y mensajería), que hacen posible el anhelo de la integración. La piedra de tope en este minuto es el escepticismo, la resistencia al cambio y la falta de voluntad de avanzar más rápido. Al ritmo actual, las redes estarán totalmente informatizadas en 10 a 15 años, y eso es una eternidad.
Maurizio Mattoli
Hola Vivienne,
temo que uno de los obstáculos más grande a la interoperabilidad, más que el escepticismo que señala Didier, yo diría que es sobre todo de comprensión cabal de la temática por parte de quienes debieran tomar las decisiones al respecto. Pues muy pocos entienden realmente el problema, que por cierto tampoco ha sido resuelto aun del todo en ninguna parte del mundo, pero ahí está el desafío. Bien señala Didier que existen estándares de mensajería y terminológicos que pueden adoptarse (aunque hay que tener presente que igual requieren mantenimiento en el tiempo) y así la industria tendría sencillamente que seguir si estos fueran norma, sin embargo aun así no bastaría. Pues no es suficiente solamente emitir una declaración o un decreto que finalmente imponga los estándares a considerar. Es preciso preocuparse también de cómo esos estándares serán realmente utilizados. De esta forma en ACHISA (Asociación Chilena de Informática en Salud) no solamente miramos con interés al ejemplo de algunos países de la región que han tomando estas decisiones sobre estándares (e.g. Brasil) sino que también miramos con mucho interés el mundo de los Servicios Terminológicos (el «cómo» asegurar que se interprete correctamente y preserve el significado de lo que el clínico escribe en un registro) y el caso particular del HIBA (Hospital Italiano de Buenos Aires) en relación a dichos servicios. Puedes ver una ponencia divulgativa reciente de ACHISA en el evento de Viralizando que trata de ilustrar algunos de estos puntos http://www.achisa.org/index.php?option=com_content&view=article&id=123&Itemid=77
Saludos cordiales
Maurizio Mattoli
Carolina Espinoza
Tengo mis aprensiones frente a este tipo de proyectos (y eso que soy alguien con mucha fe en la tecnología) desconozco los detalles de un proyecto de este tipo y si bien los argumentos entregados son válidos y atingentes a la realidad de nuestra alicaída salud pública, todos sabemos que la tecnología es permeable a errores humanos, fallas de sistema y acciones malintencionadas.
Basarse en la experiencia exitosa de Enlaces: si la idea es automatizar procesos es idóneo, pero si el plus es darle un sentido mucho más holístico y de desarrollo continúo no creo que sea el mejor ejemplo a seguir.
Enlaces no es la panacea de la informática educativa en chile ya que básicamente se basó en una tendencia mundial, de hace 20 años atrás, que ponía el énfasis en la conectividad y en dotar de equipos computacionales a los colegios. Esa tendencia está superada, en parte, por los mismos avances en conexión y el desarrollo de dispositivos portátiles mucho más baratos que el pc escritorio o el notebook y a Enlaces le ha costado superar esa condición inicial.
Además está demostrado con investigaciones de EUA y Europa que para que la tecnología realmente genere un impacto en la enseñanza debe ser integrada al plan de estudios y estar alineada con los objetivos y evaluaciones. A su vez, debe ser parte de un cambio mucho más profundo a nivel institucional, curricular y de formación docente. Enlaces no se ha hecho cargo de esto último, solo realiza capacitaciones o proyectos en forma aislada, pero no realiza intervenciones más profundas como las planteadas por universidades e investigadores. En gran medida esto causa que las mejoras educacionales con tecnología sean escasa o derechamente marginal en nuestro país.
Creo que la premisa de basarse en un proyecto como Enlaces es buena, pero también hay que considerar que ese proyecto cumplió con su objetivo fundador, pero se ha quedado muy atrás en la integración efectiva de TIC en el sistema educacional chileno. Puede que un proyecto similar en el área salud termine perdiéndose en los mismos meandros que Enlaces: la tecnología avanza a pasos gigantescos, pero hay que combatir, por un lado, la resistencia a los cambios y por el otro, saber como abordar todos factores que influyen en una efectiva integración de la tecnología al área deseada.
Didier de Saint Pierre
Carolina:
Gracias por comentar.
Quiero partir señalando que este artículo habla de salud más que de tecnología. Lo que intento decir es que actualmente, la única manera de mejorar de manera significativa el cuidado de la salud de la población es mejorando la gestión de la información y del conocimiento y desarrollar nuevos modelos asistenciales. Y eso tiene mucho que ver con un uso inteligente de las TICs. El Ministerio está tan ocupado resolviendo la emergencia sanitaria diaria, que existen pocas posibilidades de que lidere este proceso de transformaciones. Se requiere otra institucionalidad, y Enlaces es un ejemplo (no necesariamente el único modelo).
Mario Garrido R.
Una estrategia tecnológica es buena cuando está por sobre los cambios tecnológicos y estos no la afectan mayormente. Lo que Didier plantea lo veo como una estrategia digital en Salud, la cual por no existir, hace que como país no tengamos efectividad en su gestión: resultados magros y a mayor costo (algo que por lo demás no es privativo del sector Salud). Si lo que se busca es la «excelencia», a más de alguien debiera preocuparle una realidad como ésta… empezando por los profesionales de las TIC, que debiéramos tener una visión compartida sobre esta importante materia.
Sergio Uribe
gracias por compartir esto. El problema para cualquier estrategia digital es que requiere datos, y en salud se trabaja con indicadores. Sin embargo no tenemos buenos indicadores de salud. En cambio tenemos muchos y muy detallados indicadores de enfermedad. Por eso, aun cuando declare lo contrario, el MINSAL está enfocado en la limitación del daño y rehabilitación más que en la promoción y prevención. Como ejemplo, historicamente los dentistas han pedido entrar a FONASA, y el 6 de junio comenzó un programa piloto con…implantes.
Mientras no tengamos buenos indicadores de salud, cualquier estrategia digital estará basada en indicadores de enfermedad, y por lo tanto orientada a la enfermedad. Saludos!
Didier de Saint Pierre
Sergio:
Totalmente de acuerdo con lo que planteas. Lo que necesitamos son indicadores de salud más que de enfermedad. Por lo mismo soy enfático en señalar que la tecnología es un medio, fundamental para anticipar, prevenir y también cuidar, pero un medio al fin, para tener mejor salud. Pero si no cambia la perspectiva, la visión de la salud pública, puede llegar a ser un caro adorno.
He escuchado decir que los emperadores chinos le pagaban a sus médicos por mantenerlos sanos, y cuando enfermaban, los médicos dejaban de recibir salario. Más allá de la veracidad de esta historia, qué sabio concepto de lo que debiera ser el propósito de nuestro sistema sanitario!
Un “Proyecto Enlaces” para salud | Lebox
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Richard Saez
Certero tu análisis y provocadora tu propuesta Didier. A los que nos preocupa lo que ocurre con las TI en salud no nos puede dejar indiferente lo que propones.
Quiero referirme al tema de los recursos y si me lo permites hacer una reflexión sobre la resistencia al cambio. Efectivamente hoy como esta diseñado el ppto. publico las TI deben competir por los recursos en salud. Sabido es que cuando faltan recursos para la atención, los «gestores» echan mano a lo «menos» prioritario para cubrir dicha falta, el punto es que casi siempre resultan ser las TI las menos prioritarias. Acaba de ser derogada la ley reservada del cobre y el Ministerio de Defensa esta proponiendo presupuestos plurianuales para el gasto en defensa. A partir de aquello un grupo de parlamentarios esta proponiendo que otras áreas del sector publico también tenga este tipo de ppto. Creo que salud debería ser una de aquellas. Respecto de la resistencia al cambio que mencionas. Desde los años 90 que en la salud publica se viene invirtiendo sostenidamente en materias de TI, (proyecto con financiamiento del banco mundial, fortalecimiento de la estrategia digital en salud, aporte del BID, SIDRA, por mencionar algunos). Por otro lado los cuidados de la enfermedad hoy día están altamente tecnologizados, lo que hace suponer que tanto los directivos, profesionales y funcionarios no deberían tener tanta resistencia al cambio, mas aun las nuevas generaciones que están ingresando al sector salud están muchos mas familiarizadas con las TI. Según lo anterior la resistencia al cambio debería ser bajísima o mas bien estar focalizada y no ser impedimento para avanzar en el uso de TI y la integración de estas con el quehacer diario de las instituciones publicas de salud.
Innovación y open data en el sector salud | El Quinto Poder
[…] un vínculo entre la Estrategia de Salud y el rol que debieran tener las tecnologías. Por su lado, Didier de Saint Pierre profundiza el tema mostrando los ejes estratégicos que una política de salud debiera tener y como […]
Alejandra Burgos Bizama
De acuerdo, en líneas generales, pero creo que no se hace cargo del Objetivo 7, Sobre el fortalecimiento del sistema de salud, en lo específico sobre Mejorar los sistemas de información para la salud. Durante la formulación de la Estrategia Nacional, se relaizó un análisis respecto de las limitaciones de los sistemas, muchas de las cuales aparecen mencionadas en el análisis que usted hace más otras. Asimismo, se realiza una serie de propuestas concretas para mejorar los sistemas, tales como el desarrollo de un marco normativo, la accesibilidad a la información, el desarrollo de un repositorio nacional de información y la determinación y el cierre de las brechas de tecnología habilitante.
Sin ser experta en sistemas de información creo que si los expertos en sistemas de información pueden hacer su trabajo integradamente con el trabajo que hacemos los salubristas, creo que podremos utilizar mejor nuestra carta de navegación, que esta Estrategia Nacional de Salud y mejor aún, si logramos operacionalizar planes de acuerdo a lo que ya ha sido establecido y consensuado, para el logro de las metas de mediano plazo probablemente sea aún más factible.
Saludos,
Alejandra Burgos
Toda la información para todos los pacientes y en todo lugar | El Quinto Poder
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Vivienne Bachelet
Muy de acuerdo con tu perspectiva, Didier. Sin embargo, el hecho de que hoy exista una multiplicidad de diferentes programas y sistemas que no son interoperables ni hablan entre sí, atenta contra todos los objetivos que planteas y con los cuales concuerdo. ¿Cuál es tu visión de eso?