El hormigón es uno de los materiales preponderantes en la construcción, el cual podemos apreciar a simple vista al observar un edificio de mediana altura. Este material no solo está en lo que vemos, ya que las fundaciones, que quedan escondidas bajo el terreno están hechas de hormigón y dan sustento a la edificación. Las estructuras de muchas construcciones están hechas con este material que al trabajar en conjunto con el acero forman lo que se denomina “hormigón armado”. Es más, en construcciones más simples, tales como casas de albañilería reforzada (construcción con ladrillos), tiene ciertos elementos estructurales, tales como cimientos, sobrecimientos, radier, losa, pilares y cadenas de amarre, los cuales están conformados por hormigón con una armadura de acero.
Entonces podemos darnos cuenta que el hormigón es sumamente importante en la estructura de muchas construcciones, y lo podemos detectar por ejemplo al bajar a un estacionamiento subterráneo, donde vemos como el hormigón se hace presente en gran magnitud.Dada la importancia del hormigón en la construcción, subyace la idea de la alta calidad que este material debiese tener, por lo cual el proceso de fabricación en betonera debiese ser realizado por mano de obra al menos medianamente especializada
Además, cabe considerar que nuestro país es el más sísmico del mundo y que registra el terremoto más grande de la historia. Mencionado esto, la importancia de la calidad que debe tener el hormigón queda de manifiesto.
Si nos detenemos a pensar unos segundos, nos daremos cuenta de que de la calidad del hormigón dependen gran parte de las estructuras de las construcciones de nuestro país, las cuales deben estar preparadas para soportar los movimientos sísmicos de elevadas magnitudes que acontecen cada cierto tiempo.
Ahora la pregunta que nos aparece es la siguiente: ¿de qué depende la calidad del hormigón?
El hormigón debe tener ciertas características según su función que va relacionada con el elemento estructural para el que fue diseñado; por lo tanto, la resistencia que debe tener y en general, el comportamiento que se espera de este material depende de varios factores, los cuales deben ser considerados de manera rigurosa. Los más importantes son:
Diseño adecuado de la dosificación de los materiales que lo componen, buena calidad de los materiales componentes, confección de acuerdo a la dosificación diseñada, mezclado adecuado, transporte, vaciado, compactación y finalmente el curado adecuado.
La confección del hormigón puede hacerse “in situ”, en el lugar mismo de la obra, para lo cual se utiliza principalmente una maquinaria mezcladora llamada “betonera”; en la jerga usual de los obreros se le llama “trompo”, dada su forma y el movimiento circular en la que trabaja. Es fundamental entonces la confección del hormigón y posteriormente la colocación, vibrado (proceso que tiene la finalidad de eliminar las burbujas de aires que se encuentran presente en la mezcla) y curado (proceso en el cual se mantiene hidratando la mezcla para que no pierda agua y no se detenga el proceso químico que se está llevando a cabo), estas condiciones de humedad y temperatura permiten lograr el grado de hidratación necesario que permita al hormigón desarrollar las propiedades de resistencia, estabilidad dimensional y durabilidad para las que ha sido diseñado.
Nos damos cuenta que hay mucho trabajo manual de por medio, el cual debe ser de alta calidad y con un conocimiento adecuado del proceso de fabricación, colocación, vibrado y curado.
Nos enfocaremos un poco solamente en el proceso de fabricación en betonera, considerando (supuestamente) ya una adecuada dosificación de los materiales y selección de ellos.
Si bien es cierto, hoy en día existe una variedad de ensayos que se hacen posteriormente a la confección del hormigón para verificar si el producto obtenido está dentro de los estándares adecuados y/o establecidos, pero lamentablemente en obras de menos envergadura o mal consideradas de “menor importancia” no se realizan dichos ensayos, tal es el caso de muchas construcciones de viviendas, reparaciones, ampliaciones, construcción o reparación de veredas, etc. Al no estar estas últimas sujetas a ensayos posteriores de calidad del hormigón, no tenemos garantía de la buena calidad de la obra. Podríamos pensar que una supervisión adecuada en el proceso de fabricación o de las etapas posteriores a la fabricación del hormigón podría garantizar cumplir con estándares de calidad. Es más, dada la importancia del hormigón en la construcción, subyace la idea de la alta calidad que este material debiese tener, por lo cual el proceso de fabricación en betonera (mezcladora de hormigón) debiese ser realizado por mano de obra al menos medianamente especializada, con conocimiento de lo que hace y de por qué lo hace y no necesariamente porque “se lo mandaron”.
Escrita Por : Prof. Agustín Rodríguez Guzmán
Departamento de Tecnologías Industriales
Facultad Tecnológica
Universidad de Santiago de Chile
El contenido expresado en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor y no representa necesariamente la posición de la Facultad Tecnológica de la Universidad de Santiago.
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08 de junio
Zzzz
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