Como todos los años, la presentación del proyecto de ley de Presupuesto por parte del gobierno ha empezado a generar análisis y contraanálisis desde distintos sectores. Todos con el adjetivo a flor de labios, ora para destacar sus bondades, sugiriendo que Chile será otro país tras el fin de su ejecución en diciembre de 2012, ora para relevar las inconsistencias entre las promesas presidenciales y los recursos que para cumplirlas se disponen.
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enzo-abbagliati
estimado Hugo,
en la parte final de tu comentario creo está una de las claves: hay que visibilizar, a través de un diseño potente y atractivo, como lo digital soluciona -o ayuda en ello- los temas urgentes del país.
Una de las cosas que más me llama la atención es la total falta de interés que el tema provoca. La ciudadanía, que en su momento reaccionó ante el acuerdo con Microsoft (2007), hoy no aparece. No deja de ser significativo que el movimiento estudiantil, que prácticamente se ha pronunciado y tiene opinión sobre todo, de esto no hable, cuando el futuro de la educación pasa -entre otras cosas- por lo digital. La prensa especializada en tecnología no suele pasar de los informerciales de dispositivos, con muy baja capacidad crítica sobre el aporte que el desarrollo digital hace al país (obviamente, me refiero a algo más que reportajes y notas sobre uso y penetración de medios sociales). En el parlamento, con varios congresistas ufanándose de su analfabetismo digital, no existe una «bancada digital», aunque hay algunos senadores y diputados sensibles al tema.
Podría seguir, pero comparto tu mirada: es quizá el momento -asumiendo que este período ya se perdió- de empezar a trabajar para que en las próximas presidenciales sea efectivamente un tema y que no haya candidato que lo pueda evitar. Todos se subirán al carro de los medios sociales como vehículo para promocionarse, apostemos a que sea algo más que eso.
Gracias por comentar.
ramiro
Enzo,
Creo que la ola de los movimientos sociales puede ser quien tome la posta que está dejando caer este gobierno.
A raíz de mi columna el El Dinamo ( http://www.eldinamo.cl/blog/estrategia-digital-%c2%bfotro-fracaso-del-gobierno-pinera/ ) algunas personas me han contactado queriendo explorar otra via.
Chile no puede quedar por fuera de la revolución digital, el precio a pagar es muy alto.
Tal vez debamos reunirnos a discutirlo.
Saludos
Ramiro Vergara
enzo-abbagliati
Ramiro, coincido contigo. Envíame tu dirección de correo a enzo.abbagliati [arroba] gmail [punto] com y empezamos a conversar.
Saludos y gracias por comentar.
mascaron
Enzo:
Muy buena columna, al igual que a de Algejandro Barros. Me alegro que el Quinto Poder editorilice sobre un tema que se encuentra hoy muy tras bambalinas. Felicitaciones.
Creo que las consecuencias del debilitamiento de la estrategia digital se van a evidenciar en los próximos años, y uno podría esperar al menos:
– baja significativa de Chile en los rankings de e-readiness (este es un tremendo retroceso, nos habíamos acostumbrado a ser los primeros de la región y apostaría a que con suerte estaremos en tercer o cuarto lugar)
– baja en la productividad del país. Ya nadie discute la relación directa entre productividad y tecnología digital
– merma en la calidad de los servicios públicos. Al no existir una visión de Gobierno que le de coherencia a lo que realizan las instituciones públicas, estas se desbandan, volvemos al «cosismo», a las islas, a incorporación de tecnología sin un sentido claro del proósito
– Baja inversión en infraestructura digital (lo que hemos visto recientemente en el CEDEC, en las compañías de celulares etc. son señales preocupantes).
Y desafortunadamente, todas estas son cuestiones que toman tiempo recuperar.
Por último, quiero señalar que el frecaso de la estrategia digital de Piñera evidencia algo extremadamente grave: ya no basta con pedirle a los candidadtos que tengan buenos programas de Gobierno en la materia (de hecho, Piñera lo tenía y era el mejor), lo que está en juego es la credibilidad de los candidatos de implementar lo que prometen, y por lo tanto la tarea es construir desde la sociedad, instrumentos que nos permitan fiscalizar desde el día 1 la implementación de lo prometido.
Afortunadamente, existen estas fantásticas tecnologías que nos permiten diseñar observatorios, coordinar acciones de denuncia, generar presión y construir proposiciones. en otras palabras, las tecnologías están permitiendo construir nuevas relaciones entre los ciudadanos y los poderes.
Espero que el Gobierno no incluya en su polémico proyecto de ley para cuidar el orden público, sanciones a quinenes convoquen a protestas en las redes sociales…
enzo-abbagliati
Gracias por comentar, Mascarón. Comparto el listado de consecuencias que enumeras.
Llama la atención que el gobierno no haya explicado a la ciudadanía este giro. Es normal que todo gobierno, una vez avanzada su gestión, reordene prioridades y en el camino abandone promesas de campaña. En el camino surgen, además, nuevas necesidades no previstas en el diseño programático de campaña. Este gobierno tuvo que hacerse cargo del Chile post terremoto. No quiero justificar su proceder, pero sí apuntar a que si una promesa explicíta no se va a cumplir o derechamente se abandona (como ocurrió con el subsidio a la demanda de computadores y conexión a Internet), lo mínimo que debieran las autoridades es transparentarlos y mostrar «la promesa de reemplazo».
Eso no ha ocurrido y llama la atención el silencio. Quizá porque en este tema no pueden usar el manido argumento de «es culpa de gobierno anterior», porque -más allá de la pérdida de impulso hacia el final de los gobiernos de la Concertación- hubo una visión y resultados concretos. Se hizo mucho y en varios ámbitos desarrollando modelos de clase mundial. Lamentablemente, muchos de quienes esperábamos que este gobierno renovara el impulso, hoy estamos pensando en las presidenciales del 2013 como el momento para generar el necesario salto a una nueva etapa.
bobduran
Interesante artículo. Creo que está sobrevalorado el periodo 2007 en adelante, donde poco se hizo. Pero volviendo al fondo, una política digital implica más que la compra de software o el diseño de webs. Es como el gobierno establece una relación con la ciudadania, y la ciudadania con el gobierno en base a este medio que debería aportar transparencia, agilidad e interacción.
El retraso en la agenda digital incluso nos está haciendo llegar tarde al fenomeno smartphones y redes sociales.
enzo-abbagliati
Gracias por comentar, Roberto. Efectivamente, habiendo estado vinculado a temas de desarrollo digital desde 2000 hasta 2009 en el Estado, comparto en parte tu diagnóstico. Si bien no hubo impacto en los recursos (de hecho estos aumentaron), sí perdió visibilidad el tema en la agenda política. Por eso, precisamente, las expectativas creadas por este gobierno para quienes «militamos transversalmente en la bancada digital ciudadana» eran altas.
Creo que la política digital va más allá de lo que mencionas, porque es a mi juicio obligación del Estado promover la formación de un ecosistema de acciones que no necesariamente pasan por la relación o impactan en la relación con la ciudadanía. Un ejemplo: es obligación del Estado promover procesos de inclusión digital, pero pensar que estos solo serán funcionales a la realización de trámites en línea, es no entender que el «empoderamiento» de las personas es anterior y muy superior a cómo se relacionan con el Estado.
Aquí yace la Estrategia Digital de Chile (QEPD, 2003-2011) | José Fernandez
[…] un buen artículo, “Chile, un país sin estrategia digital” Enzo Abbagliati afirma que “se podrá argumentar que desde distintos frentes (salud, […]
hmartinez
Estimado Enzo,
Los datos que compartes son irrefutables. Quizás falte saber como el presupuesto 2012 se va comportar en los diversos sectores del estado en materia de desarrollo de políticas digitales, para tener una visión más completa. Pero sospecho que la conclusión no es diferente.
Esto no puede volver a pasar y para eso es necesario que hagamos el análisis completo. Quizás los economistas nos puedan ayudar a entender mejor qué oportunidades de crecimiento y desarrollo estamos perdiendo. Probablemente los sociólogos nos podrían ayudar a entender mejor cómo el estado (no el gobierno) se está perdiendo oportunidades valiosas de comunicación, interacción y participación ciudadana.
Los educadores, que ya estamos metidos en una crisis, también debemos hacer el balance de las consecuencias de la ausencia de una estrategia digital.
Pero el balance debe ser proactivo. Hoy debemos empezar a diseñar y construir la agenda digital del 2014 en adelante con fundamentos y diseños estratégicos provocativos y cercanos a los temas urgentes del país. Si no, corremos el riesgo que esto se mantenga por demasiado tiempo.