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Violencia: lo que nos cuesta ver

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Desde hace más de 25 años vivo con mi familia en la zona sur de Santiago, en este cuarto de siglo hemos sido testigos de numerosas acciones solidarias, de compromisos y acciones comunitarias, del esfuerzo diario de decenas de miles por dejar la pobreza aprovechando las oportunidades, pero también de manifestaciones con mayor o menor grado de violencia y también agresiones que afectan a personas, familias y comunidades. Algunos han señalado que frente a hechos de esta envergadura no puede haber ambivalencias, o se está a favor de los encapuchados o en contra de ellos, o se apoya el accionar de carabineros o el de los delincuentes; inclusive más de alguien afirmó que basta de explicaciones, análisis y justificaciones, y hay que actuar con mayor dureza.

Sin lugar a dudas la violencia, las agresiones y el vandalismo son condenables y dañan profundamente la dignidad de los afectados, sin embargo para construir políticas públicas que efectivamente aminoren en el largo plazo estos hechos es necesario indagar también en las causas y motivaciones de quienes las ejecutan y además las circunstancias que las pueden estimular, en particular desde el accionar del Estado. Por eso es urgente comprender el origen de lo que nos sucede en esos barrios, las fuentes en donde los violentos jóvenes y adultos que hemos visto asaltar se nutren, si no lo hacemos y tomamos acciones contundentes las consecuencias serán aún más graves en el futuro y los recursos usados para controlar y reprimir tendrán una progresión geométrica.

Violencias subterráneas

La génesis de la violencia está bastante estudiada y muy bien documentada, lo mismo la explicación de la movilización de masas de personas alienadas que destruyen y amenazan la paz social, pero considero que hay muy poca conciencia ciudadana y de los actores políticos relevantes acerca de esto y de las ‘otras violencias’ que horadan día a día la dignidad de cientos de miles de personas en nuestro país y en el continente americano, presentaré tres de ellas que nos ha costado enfrentar y eliminar.

En la raíz encontramos entre otras variables la crianza familiar, las predisposiciones de algunos, las condiciones de vida, las oportunidades sociales, las características del barrio y ciudad, el tipo de políticas del Estado y la manera en que la ciudadanía construye su vida en común.

Me limitaré a señalar sólo tres de las ‘violencias’ ejercidas desde el Estado y la sociedad que repercuten en las personas y comunidades más excluidas, y que por lo tanto perfectamente pueden ser eliminadas en el mediano plazo.

La primera es la violencia generada en los guetos urbanos construidos por el Estado acerca de lo cual hay evidencia empírica nacional e internacional suficiente y contundente que demuestran el fracaso y miopía de estas políticas, el gigantesco costo social (y la concentración de la violencia) y el alto costo económico.

Una alta autoridad del Estado me citó a mediados de los noventa para increparme por mis críticas a la política habitacional que llevaba adelante Chile. Me mostró un estudio (paper) que destacaba que éramos altamente eficientes en la construcción de viviendas sociales y en ese momento nos encontrábamos en el primer lugar en el mundo, luego vinieron las torrenciales lluvias del ’97 y el desastre en las poblaciones, pero eso no detuvo la políticas segregadoras. ¿Se iría usted a vivir a uno de esos barrios?, seguramente no y entonces ¿por qué se construyeron, causando tanto dolor y marginación si los mismos que los planifican no son capaces de habitarlos? Estamos en el pódium de los países con mayor cantidad de ciudades segregadas del mundo.

Otra violencia es la de los ingresos, las desigualdades groseras en su distribución generan sociedades infelices, algo que también ha sido investigado por sociólogos, psicólogos, economistas, políticos…etc… Hay menos cohesión social, aumenta la desconfianza y las personas (familias) tienden a aislarse, alimentando así la inseguridad, el temor y la incredulidad hacia los demás.

Ver la integralidad de cada individuo, de las familias y comunidades, es obligatorio al diseñar las acciones públicas y ciudadanas que desean colaborar en la armonía social y la paz, estas efectivamente deben apuntar a un desarrollo basado en la justicia.

En sociedades donde un grupo minoritario de personas concentra gran parte de los ingresos, y disfruta solitariamente de ellos, y donde inclusive ya hay hábitos instalados en ellas de despilfarro y lujos excesivos, las rabias acumuladas por aquellas que no han recibido los beneficios de estos recursos son cada día mayores por lo que iremos observando un descontento popular creciente. ¿Cómo explicarle a un trabajador que sufre mucho para terminar el mes que otros pueden gastarse millones en cosas superfluas? ¿Seríamos capaces de vivir dignamente con lo que ellos obtienen como salario? Estamos en un país con una mala distribución de los ingresos y en el Continente más desigual del mundo, donde inclusive –en el caso de Chile-si una familia de 4 personas recibe el salario mínimo está condenada a vivir en extrema pobreza, y si esa misma familia percibe dos salarios mínimos estará inevitablemente viviendo en pobreza.

Por último me referiré a aquella violencia que se asocia a la ausencia o deficiencia en el acceso a las oportunidades, acerca de este punto hay una amplia claridad y un rico cúmulo de estudios tanto en educación como en empleo y salud, por ello me abocaré a un ámbito que es el que más me preocupa, este es la situación de los jóvenes que no trabajan ni estudian. Según estos datos hay 600.000 jóvenes que están en esta situación, recientes investigaciones dan cuenta que en un periodo de 18 meses unos 400.000 han hecho alguna actividad sin embargo 200.000 no han hecho nada. Tenemos una de las penetraciones laborales juvenil más baja de Latinoamérica, los índices de consumo de alcohol y drogas de los más elevados del mundo en esta edad, y lamentablemente también los suicidios van en alza… y seguimos ciegos!

En medio de este escenario si somos honestos nos deberíamos preguntar –y responder con rigurosidad- ¿quiénes son realmente las víctimas?

Grandes ausentes: compromisos no cumplidos y sueños destruidos

Las promesas del Estado de que la pobreza se superará (‘la alegría ya viene’) y que las oportunidades las tendrán todos (‘nadie se quedará sin estudiar’) y aquellas del mercado de que en la posesión de bienes materiales está la principal fuente de realización del ser humano (‘la felicidad cuesta menos’) y que puede regular toda nuestra existencia (‘dejemos que el mercado actúe’), han sido generadoras de una frustración más íntima y duradera, de difícil enfrentamiento y resolución. Más aun cuando se desconoce la multidimensionalidad de cada persona, es decir que su existencia plena no sólo está dirigida por el tener sino que fuertemente arraigada en el ser, hacer y estar, se termina por jibarizar su humanidad y violentar en la raíz su dignidad. Ver la integralidad de cada individuo, de las familias y comunidades, es obligatorio al diseñar las acciones públicas y ciudadanas que desean colaborar en la armonía social y la paz, estas efectivamente deben apuntar a un desarrollo basado en la justicia.

Por todo ello es que resulta insuficiente que las políticas sociales se tiendan a hacer sólo en base a ‘papers’ o con criterios económicos eficientistas que suelen contener una mirada mezquina y ‘cortoplacista’ de la realidad y no logran por lo tanto satisfacer las necesidades de autonomía y desarrollo de los más excluidos (ni menos la necesidad de todos de una mayor cohesión social), no quiero que mis impuestos se usen para pagar bonos que impiden en buenas cuentas que las personas se incluyan en plenitud de derechos a nuestra nación, me rehúso a aceptar que el Estado ‘no debe o no puede’ intervenir en el mercado del suelo urbano cuando esto nos ha generado tal nivel de segregación que hoy la sufrimos por la violencia y la destrucción de las familias, me duelen las barreras socioculturales que ponemos a una calidad educacional similar independiente de la procedencia socio económica de los alumnos y por último sufro cotidianamente cuando veo la ausencia de políticas macizas que permitan a nuestros jóvenes incluirse social, cultural y económicamente a nuestra nación, sin traumas ni violencias.

Si queremos paz social construyamos todos una sociedad más justa y no sigamos –como diría Saramago- siendo ciegos ‘que viendo no ven’.

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Benito Baranda

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vasilia

vasilia

¿Sabe lo que pasa? Que » los violentos jóvenes y adultos que hemos visto asaltar» no lo hacen por falta de oportunidad. Lo hacen porque no les dan las oportunidades que ellos exigen.

O sea, quieren ganar sueldazos de un millon de pesos aunque la mayoria de esas personas decidieron abandonar sus estudios o con suerte terminaron el cuarto medio. Y no hicieron eso por pobreza, y no por vivir en ciertos barrios, porque mucha gente de ciertos barrios es pobre y luchan por terminar sus estudios con mucho esfuerzo (como mucha gente en otros barrios que hace lo mismo); sino porque esos violentos jovenes y adultos quieren vivir como los «otros [que] pueden gastarse millones en cosas superfluas». Quieren ganar millones porque consideran que es su derecho, y matan y violan al resto porque el resto son un estorbo para que ellos ganen millones.

Eso es como lo ocurrido en la Revolucion francesa. Es un «por qué tu y yo no». Y asi es dificil construir una sociedad solidaria, no cuando el resentimiento no nace por una real falta de oportunidades sino porque todo tiene que girar en torno a lo que yo quiero.

¿Y quienes son las victimas? El resto de personas. Todos los que no tienen subsidios porque no califican para tenerlos, los que se sacan la cresta para educar a sus hijos, los que viajan 3 horas de ida y 3 horas de vuelta para llegar a sus trabajos… todas esas personas son victimas de los que se gastan millones en cosas superfluas y los que roban con violencia, incluso tirando bencina a personas y prendiendoles fuego, porque quieren tener millones y gastarlos en cosas superfluas.

Estamos en medio de dos grupos amorales y antisociales. Y en ambos casos el Estado no tiene herramientas contra ellos. Porque no se las damos. Si le damos esas herramientas, estariamos diciendole «ok, Estado, decide por nosotros como debemos vivir». Y no queremos hacerlo. O sea, que a otros sí lo haga pero a nosotros no. Y asi no funciona esto. En otros paises se han dado cuenta que la mano dura no va por carcel o pena de muerte, va por responsabilizar a la gente de sus acciones. Y no entrar a justificarlas. El ser pobre, o el vivir en ciertos barrios o el tener una vida sin tv plasma no justifica que salgas con 10 amigotes a golpear familias o juegues con algo tan serio como el secuestro.

No hay nada de asunto social o de busqueda de justicia social cuando se hace las cosas que esos «violentos jóvenes y adultos que hemos visto asaltar» estan haciendo. Esa gente no esta robando porque no tenga con que alimentar a sus familias, lo hacen porque quieren tener tv plasma o relojes de oro. Quieren vivir igual que como ven que viven los riquillos.

Injusto es que un joven que se ha sacado la cresta estudiando no sea considerado en un empleo por vivir en un barrio determinado o tener un apellido comun. O que no pueda tener una beca porque se la gano el hijo de un politico. Eso es injusto y muy doloroso. Pero que un tipejo que golpea a una embarazada para robar un auto se queje de faltas de oportunidades me parece descarado.

La sociedad justa no la construye el Estado. El Estado somos todos, y si vamos a construir una sociedad justa es hora que las personas asuman la parte de su culpa en esta situacion y dejen de culpar a otros. Y vamos a tener una mejor sociedad si todos ponemos de nuestra parte, y dejamos de pensar en el «yo quiero»

    isabel arancibia

    isabel arancibia

    siempre tus argumentos se basan en supuestos. en este caso que la mayoría de los asaltantes tienen las características que tú dices que tienen. pero si así fuera, de verdad crees que hay igualdad de oportunidades para todos los jóvenes de este país? de verdad no eres capaz de ver que esa codicia mezclada con arribismo tan propio del flaite que tú describes, no es igualmente originada en su estructura por una desigualdad feroz, de la que «el flaite» no es responsable (no es ni siquiera conciente).. entonces qué chucha. qué propones? que el delincuente pague por sus delitos? ok con plata? mientras paga está libre o preso? quizás seguiría delinquiendo para pagar la multa. en fin. más que destilar clasismo y temor poco más hay en tu comentario.

    vasilia

    vasilia

    Ay, Isabel, ¿en que parte dije que hay igualdad de oportunidades para todos los jóvenes de este país?

    Yo no dije eso. Jamas dije algo tan estupido como eso. Jamas diria algo tan estupido como eso.

    No hable de la «mayoria de asaltantes». Ni siquiera use la palabra «mayoria».

    Lo que dije, y fui muy clara, es que «”los violentos jóvenes y adultos que hemos visto asaltar” no lo hacen por falta de oportunidad». Y lo que dije sobre ellos no son supuestos. Señora, le basta con mirar el facebook de esa gente Asi es como varios han sido atrapados, por lo demas. http://www.lasegunda.com/Noticias/Nacional/2014/06/942158/trabajo-policial-usa-cada-vez-mas-los-datos-de-facebook-para-atrapar-delincuentes. ¿Los ve desamparados, los ve hambrientos, los ve en una dramatica situacion? No. Tienen facebook, asi que tienen acceso a internet, para mostrar sus relojes de oro, para mostrar sus armas, para hacerse los chulos… http://www.guioteca.com/curiosidades/los-extranos-apodos-y-fotos-de-algunos-de-los-delincuentes-mas-peligrosos-de-chile/ El historial de esos delincuentes, de los que hemos visto asaltar, no cuenta una historia de falta de oportunidades, sino de no querer ninguna oportunidad que no sea la de obtener cosas brillantes y bonitas. No roban porque les negaron un empleo en Falabella, delinquen porque asi obtienen lo que por no tener dinero no pueden tener.

    ¿Y que quieren esos delincuentes que hemos visto asaltar? Esa gente quiere tener autos de lujo, porque en su vida eso es imprescindible. No lo es educarse, no lo es criar a sus hijos, no lo es respetar a los demas… En sus vidas, todo gira en torno a relojes de oro, computadores de alta gama, televisores enormes, tv satelital. Por eso roban, matan, violan. No por necesidad, no por segregacion. Lo que a ellos les duele es que ud tenga un cherooke. ¿Por que ud lo tiene y no ellos si ellos se lo merecen? ¿Por que yo tengo un computador Apple si ellos se lo merecen?

    Ud habla de que destilo clasismo. JAJAJAJAJA!!! Isabel, lo que ud, en su infinita hipocresia, no ve, es que esta gentuza no es asi ni piensa asi porque vive en un campamento. Serian igual gentuza viviendo en Las Condes. No lo es porque no tienen empleo, serian gentuza igual siendo directivos de Endesa. No lo son por ser pobres, son gentuza porque son gentuza. Han sido criados para hacer daño a otros, saben que hacen daño a otros y lo disfrutan, su vida tiene como meta hacerle daño a otros, con el fin de quitarle a esos otros lo que creen que ellos merecen. No hay violacion de derechos humanos en esto, salvo las que ellos cometen, porque asi como matan a un hombre por un par de zapatillas, matan a una embarazada o matan a un anciano o secuestran a niños por dinero, para comprarse un iphone y lucirlo por facebook.

    Isabel, lo que ud no ve, porque es muy limitada mentalmente (es la falta de carne, las neuronas necesitan carne), es que si seguimos pensando que hay una relacion causal entre delincuencia y pobreza ¿como chucha (usare su lenguaje) llamo a los que cometen esos mismos delitos pero son empresarios? Todos los que han robado a gente sus ahorros, los que los han estatafado, incluso los que han asesinado para tener cosas brillantes y bonitas e irse de viaje a Miami los fines de semana, ¿todos son pobres? ¿Es tan unica esa cualidad de delincuencia y pobreza que solo los pobres roban? ¿Asi es tan pequeñita su neurona que insulta a las personas pobres de esa manera?

    Yo no creo que haya ese tipo de relacion entre pobreza y delincuencia que ud, y otras personas, ven tan clara y que jope, como se aferran a ella para defender a esta gentuza. La relación de pobreza y delincuencia va por otro lado y en esto el señor Baranda sabe muy bien que lo que voy a decirle es asi, no solo por su experiencia sino porque hay multiples informes de la ONU, OEA y otras organizaciones que dicen que es asi.

    Le explico la relación entre pobreza y delincuencia: es mas factible usar a una persona pobre e ignorante para cometer delitos, porque es mas facil convencer a esa persona de que la culpa de su situacion es de otro y que ese otro debe pagar, y ahi radica el gran y verdadero problema de la pobreza y la no educacion: en que es mas facil usar y manipular a una persona pobre y sin educacion que a una persona con mejor situacion economica y ademas con educacion.

    Por ejemplo, muchas personas usadas como mula para trafico de drogas son pobres, porque precisamente de eso se valen los delincuentes, de la pobreza de esa gente para usarlas. Muchas son prostituidas, otras son tratadas como esclavos en faenas denigrantes, otras son obligadas a robar. Notese, señora, que no llamo «delincuentes» a las personas usadas de esta manera, llamo delincuentes a quienes abusan de esas personas y de su indefension (yo prefiero llamarlos criminales en realidad).

    La indefension, Isabel, en que estan las personas pobres y ademas cuando son pobres sin educacion es enorme. Y jamas, jamas se me ocurriria algo tan imbecil como juzgar con dureza a quienes han sido arrastrados a la delincuencia en esas circunstancias. Notese señora que digo «arrastrados hacia la delincuencia», no les digo «delincuentes». Esas, esas personas, esas, son las vulnerables. Esas personas cometeran delitos, incluso pueden que cometan crimenes, pero dada su indefension y su situacion no tienen conciencia de que han cometido delitos o crimenes. Pero esa vulnerabilidad (pobreza y no educacion) no es absoluta. Incluso, Isabel, una persona cuando es rica y sin educacion puede ser arrastrada a la delincuencia. Investigation Discovery tiene monton de casos asi. Una persona pobre e iletrada o con poca educacion esta en doble riesgo de ser presa y llevada a delinquir (notese que digo «doble riesgo»). Pero una persona rica e iletrada o con poca educacion o soberanamente ignorante tambien puede ser llevada a delinquir.

    Una persona «vulnerable» no lo es solo por ser pobre, lo es cuando carece de las herramientas para sostenerse a si misma, cuando no es capaz de autocuidarse o mantenerse o actuar de acuerdo a su mayor beneficio sin causarse daño a si mismo y a otros, y eso muchas veces no tiene que ver con el dinero. La falta de dinero o el exceso del mismo generan muchas veces el mismo problema: una persona vulnerable. Notese que en ninguno de esos caso los llamo delincuentes. Cometeran delitos, cometeran crimenes, y deben ser sancionados, sí, pero ante todo y por sobre todo debe hacerse algo que es reinsertarlos porque en esos casos sí la culpa es de la sociedad, sí la culpa es del Estado, y si a esas personas sí se les da la oportunidad de rectificar, se les ayuda a dimensionar lo que han hecho, y se les ayuda a tener una vida normal jamas vuelven a caer en la delincuencia.

    Pero en los casos que hemos visto en las noticias, no hay nada de eso. Ninguno roba por pobreza, ninguno roba por miseria, varios roban en familia y lo hacen para darse lujos.

    ¿Entiende la palabra «lujos»? ¿Entiende que estan rociando con bencina a personas y quemandolas vivas para robar dinero y comprarse telefonos con incrustaciones de diamantes o cualquier otra porqueria? ¿Le entra en su neuronita la dimension del asunto? ¿Logra comprender que esa gentuza no vive en un barrio pobre porque sean per se pobres, sino que viven ahi usando a esa gente como escudo y como camuflaje? ¿Nunca ha pensando en eso, Isabel? ¿Nunca ha pensando que si ud de pronto salta de vivir en un campamento a tener mansion en Las Condes de la noche a la mañana llamaria la atencion? ¿Y que se sabria que ud no llego ahi por meritos o por su esfuerzo, sino por haber robado millones de un camion de seguridad, tras amenazar al chofer con hacer daño a su familia? ¿Cree ud que este tipo de delincuentes, de los que Baranda habla en su articulo, no saben eso, y que muchos viven en ciertos barrios porque asi se mantienen ocultos del radar policiaco?

    ¿Y sabe lo que es lo flaite? No es vivir en ciertos barrios. Lo flaite es la apologia de la delincuencia que hacen esta gentuza. Por eso publican lo que hacen y lo que roban en facebook. http://www.elnuevoherald.com/noticias/mundo/america-latina/article2037182.html Eso es lo que los hace flaites. Eso es lo que hace un flaite. Apologia de la delincuencia.

    Si en vez de criticarme gratuitamente, leyera lo que he puesto en el Quinto Poder, creo que he sido harto enfatica en que «carcel» no es solucion en estos casos, que solo es una medida para gentuza que no debe estar con contacto humano. Esta gente, esta clase de delincuentes, no deberian ir a la carcel porque van a descansar a las carceles. Lo que hay que hacer es castigarlos con lo que realmente no quieren hacer, con algo a lo que le tienen terror: trabajo. Hay que obligarlos a trabajar, pero no en lo que les gustaria, sino en lo que necesitamos y que signifique un gran esfuerzo y que les duela en el alma hacerlo. Necesitamos reforestar: ahi es donde deberian estar toda esta gentuza, reforestando, de sol a sol, hasta que les duela las ampollas de las manos, y esten tan cansados que no puedan ni siquiera pensar en moverse a robar. Necesitamos limpiar las carreteras, es lo deberian estar haciendo, de Arica a Puerto Montt. Necesitamos a gente en nuestra frontera, alli es donde deberian estar, sirviendo a su pais, en zonas extremas, donde tuvieran que cultivar lo que comen y no tuvieran televisor para ver a las Kardashian. No deben estar en carceles, contando sus historias de como violaron a una niña mientras robaban su casa. La carcel es para tipejos que no deben estar con nadie, como pedofilos, no para que delincuentes aprendan nuevas formas de agredir a la gente.

    Yo no puedo ser tan hipocrita como es ud. Yo no creo, como ud hace, que hay una asociacion absoluta entre pobreza y delincuencia en que todo el que delinque es pobre, no soy tan ignorante como ud. Lo que yo digo (y lo he dicho siempre) es que tenemos que dejar de pensar que la culpa siempre en todos los casos es del Estado o de la sociedad o que tenemos que entender al delincuente y sicoanalizarlo. Es supercomodo culpar al Estado o a la sociedad de todo y el sicoanalisis de delincuentes no ha llevado a ningun lado salvo a que tengamos mas delincuentes y mas violentos. La unica forma de tratar a la delincuencia es entendiendo que un delincuente decide serlo. Un delincuente sabe perfectamente lo que hace y por qué lo hace y se regodea en eso. No veo por que tenemos que ser tan comprensivos y tolerantes con alguien que sale por la noche con un fierro para golpear a un cajero de un minimarket con la intencion clara de matar a ese cajero si se resiste, todo porque necesita dinero para droga. No veo, como ud quiere hacerlo, por que tengo que justificar con «pobreza» o «falta de oportunidades» lo que no se debe ni a pobreza ni a falta de oportunidades, sino a una decision totalmente conciente de dañar a otros. Eso, señora, eso es un delincuente.

    No confunda las cosas. Yo no estaba hablando del Chacal de Nahueltoro, y es hora de que ud (y tambien Baranda y otros) aprenda la diferencia entre esa persona que cometio un crimen y que solo dimensiono lo que hizo cuando entendio lo que hizo (de ahi la crueldad de haberlo ajusticiado), con esta gentuza que van entre 10 y 15 a robar y golpear a personas en servicentros para publicarlo en redes sociales porque asi lo vieron en alguna pelicula. Esos saben muy bien lo que hacen, planificaron hacerlo, y por eso no merecen ni su hipocresia ni su defensa. Ni tampoco la de Baranda.

servallas

Comparto en un alto porcentaje su diagnóstico, creo que es en parte lo que pasa, la primera de esas ideas, que el estado ha construido guetos urbanos es muy correcta, aunque más correcto sería decir tugurios urbanos, extensas áreas construidas por el estado donde se ve fortalecida la contracultura, la desintegración social y la generación de redes de maldad entre ellas el narcotráfico. Respecto a los ingresos, me parece que entre otras causas, no existe conciencia de nación, normalmente el capital está en manos de gente que se cree más europea, diferente, ajena al grueso de la población, por lo tanto tiende a ser insensible, no entiende o no quiere entender que con esa actitud genera resentimiento, pero también, nuevamente el estado, desde el aparato estatal se fomenta la brecha de sueldos, un jefe de servicio, hoy un político – aparte de no respetar la meritocracia interna, es decir, no se respeta a personas muchos más preparadas, más lúcidas, más comprometidas – se lleva la parte del león en forma degenerada. Finalmente sobre los jóvenes que no trabajan y no estudian, me parece que ello proviene de la desintegración familiar más que de las oportunidades. Si se pudiera hacer algo en los ámbitos que Ud, menciona, me parece que se requiere regenerar extensas áreas urbanas, ello significa primero estudiar, evaluar, planificar, consensuar y luego demoler, sin miedo, demoler lo que se ha hecho mal, comprar por parte del estado viviendas, departamentos, comprar ciudad enferma y luego , quizás penosamente por los montos involucrados, conseguir recursos para rehacer un nuevo Chile urbano, creo que lo podemos hacer si hay voluntad y participación, ello compromete estudiar una nueva conceptualización de barrios, inyectar más recursos y tecnologías, revisar las densidades, en fin, darle una oportunidad al urbanismo a pesar que este ha sido capturado por un neo marxismo asociado a la lucha de clases. Por otra parte, en el otro punto, respecto a la brecha de sueldos, se podría empezar por el estado mermando las diferencias groseras en las escalas de sueldo, hacer que el estado ya no sea tan atractivo como empleador y valorar el mérito, no al correligionario que llega como rey a sentarse a una dirección que no le corresponde, que la usurpa, estimo que así se evitaría además que el estado y sus agentes coman en exceso lo que no producen. Respecto a los jóvenes, quizás sea bueno crear planes y programas más agresivos, con mayores recursos y fomentar la asociatividad, formar grupos, no para politizarlos y meter en sus mentes ideologías de odio y muerte como muchos grupos de presión lo hacen hoy, si no que sacarlos a las montañas, hacerlos esquiadores, deportistas de elite, aprovechar de una buena vez que somos un país ligado al mar y hacer marinos civiles, cientos de ellos, miles, eso los hará gente de bien, también colaboradores sociales, resucitar con recursos y preparación la defensa civil, Chile lo requiere a cada rato, y también aprovechar su impulso de juventud dando oportunidad de conocer su país. Tarea aparte podría ser vincular a la juventud a las empresas y universidades , requieren saber de primera fuente que es el trabajo duro de la ingeniería y los procesos productivos, y que es el pensamiento crítico, dos fuentes de conocimiento necesarias para equilibrar sus reflexiones.

peon

Me referiré a las tres violencias señaladas en el artículum or columnum…

1.- Guetos urbanos construidos por el Estado.

La forma de construir del Estado obedece a algunas políticas, realidades o decisiones. La gente perdió la tierra. Se fue de sus lugares. —- Se atrajo a la gente a «construir Santiago++». Esto porque el Estado destina dineros a construir y la gente que construye los aprovecha construyendo donde puedan. Se vinieron de la tierra a la ciudad porque el mercadeo sedujo a los jóvenes y porque en sus comunas medio rurales no hay determinados oportunidades que yo llamo de asociación para invertir, formas de capacitación y constante apoyo. Dos ejemplos de proyectos a desarrollar para esto último: Talleres del Estado y huertos del Estado. El por qué de todo esto, es extenso, lamentablemente y no creo que sirva en el fondo exponerlo acá.

Todo esto está relacionado con un mandato bíblico. Poblar la tierra. No concentrarse en ciudades Babel. Otra pregunta que sale de la Biblia para quien quiera poseer toda la tierra «enriqueciéndose» es ¿habitarás tú solo la tierra?… Esto nos sugiere colocar en muchas zonas del país un programa de proyectos de repoblación de la tierra. En mis artículos y comentarios he hablado de ello y ahora no veo que sea el caso expresarlos, pero, tenemos teoría para hacerlo. Lo que no tenemos es democracia para implementarlo. Falla, entonces, aquí el gobiernismo partidario que prefiere construir guetos y no procurar un desarrollo más armónico del país, apoyando el desarrollo territorial con herramientas y políticas adecuadas.

2.- Desigualdades groseras en la distribución de ingresos.

Yo soy partidario de que todas las personas reciban un sueldo, trabajen o no. Si «el Estado somos todos», entonces, todos debemos tocar algo mensualmente, si es que algo se produce. Esto mueve dineros estatales a la población y ella los retorna al Estado y los mueve entre el mercado, dinamitando todo. Esto quitaría la sensación de no tener dinero, o de no tener esperanza de tenerlo, lo que lleva a algunos a robar lo ajeno para tener ese dinero, no importa en lo que lo quiera gastar. ¿Podemos hacer esto?. Si tomamos las políticas adecuadas respecto al cobre, yo me atrevería a decir que sí. La gente que pueda, tal vez podría asignarse a algunas tareas de su propio barrio, como un trabajo por algunos días u horas por el que el Estado le pagaría. Más bien sería un aporte mutuo. La esperanza de tener dinero para cumplir un sueño y una fecha cercana para tenerlo (menos de un mes) puede detonar un aumento de confianza en nuestra sociedad y lo que todos tenemos por tarea, que debiera ser cuidar de nuestra patria como si fuera un huerto y así hacerla florecer con frutos para todos.

Existen mecanismos adicionales con los que se podría acercar a la gente la posibilidad incluso de enriquecerse si el Estado provee algunas organizaciones de inversión conjunta, como modelos o pilotos, que se tornen prácticos, útiles, beneficiosos, reproducibles y escalables. También conocemos teoría al respecto, pero, no hay dónde encajarla, si la construcción del país la hiciéramos todos, porque, como dije, no hay democracia ni herramienta constitucional para ejercerla. Luego, más que una nueva Constitución que asusta a demasiados, debiéramos partir por crear la herramienta con la que ejercer la democracia de las ideas, sólo modificando un poquito la Constitución… «Un poquito a la vez, siquiera». El primer poquito al que me refiero, es seguramente la mayor modificación trascendental que necesitamos para detonar la visibilización de soluciones que tal vez no se expresan cuando se describen los diagnósticos de lo que nos pasa.

3.- Ausencia o deficiencia en el acceso a las oportunidades.

Las oportunidades debieron estar antes que la gente migrara desde sus lugares al Á. Metropolitana, en sus respectivos territorios regionales. Como no estuvieron a tiempo, ahora crecimos hacia donde no era sugerible. Para establecer nuevas instalaciones, como inversión fija del Estado en construcción de algo, lo mejor es evitar un lugar desastroso. La cuenca del Á. Metrop. Se inunda y no ventila el aire. Hacina gente y quema una cantidad enorme de dióxido de carbono abasteciéndola y transportando a su gente… Pésimo lugar para colocar más instalaciones. Problema: Lo mismo que en 1.- El Estado invierte dónde no debe. Entonces, al crear algunos de los proyectos que he mencionado en comunas (democratizar desarrollo de ideas, crear formas de inversión colectiva, llevares talleres diversos a las comunas, acercar a la gente a la tierra para que se provea, apoyar las iniciativas locales de gestión de recursos para estos objetivos y quizá otros) debiera producirse una «suave migración inversa». No debe ser forzada, porque el anterior gobierno de la Sra. Presidenta llevó gente a vivir a regiones en donde no tenían así qué comer y todo se volvió caos en el lugar, con gente importada de Santiago con características de delincuentes, mismos que puso en un lugar donde sería pobres, sin acceso al uso de la tierra !!!!…

____________________Eso y todo eso respecto a las tres formas de violencias señaladas… Al respecto, quiero señalar que esto es posible de corregir desde el corto plazo. No desde el mediano, porque hay que comenzar a trabajar cuánto antes en ello. No pasa, como he dicho, porque la gente de los partidos políticos no le interesa que pase. A la cámara no sé que de la construcción, tampoco. ¿Presiones?… Tal vez sí, si se llegan a urbanizar mil hectáreas por año de más á. M., que es lo que se hace anualmente. Es decir, estamos frente a una torta gigante que reparte el Estado a algunas empresas… Tal vez a muchas. Dan trabajo a algunas personas, pero, mira cómo crece el Á. M. y todo lo que causa… ¿Se puede esto corregir?… Seguramente si se busca cómo y con qué, sin embargo, la esperanza probabilística de que esto llegue a pasar, tiende como un límite notable, a cero… La maphia no lo permite… La maphia no admite la democracia, ni admite lo razonable, porque aún se está enriqueciendo… No tiene más vueltas que eso. El desecho de tal macabra operación es delincuencia, con todas sus letritas, entre varios otros desechos…

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En relación a los propios delincuentes, cuesta saber de qué se está hablando. Supongo «asaltos con violencia» para el caso general. Robos, violaciones, maltratos, etc. Una forma de asalto. Para tal caso, mucho se dice respecto a «reinsertar»… Solución ?… Reinserta…. Sirve ?. Naca. Se le añaden policías, nuevas leyes que llenen vacíos, aumento de las penas, pero, sigue sin funcionar… Y no puede hacerlo, porque tenemos un problema de falta de dinero circulante en la gente y porque a la gente le hace falta una clase particular de conocimiento.

Este conocimiento nos lleva a cuestionarnos el asalto. Nos estimula a no ir con los muchachos y llevar cada uno una bolsa para llenarla con despojos. Nos aleja de quedar «curaos como llegua». Nada de ebrios, ni nada de yeguas… Totalmente embrutecidos. Drogas, claro, cuento en parte, aparte. Además de esto, aquel conocimiento nos muestra por qué no debemos maltratar a las personas, menos al que habita confiadamente junto a nosotros. Nos enseña más bien a hacer el bien y por más que se diga que le puede entrar por una oreja y salir por otra, sigue siendo un conocimiento útil para enseñar y corregir en justicia. Al respecto usted no puede saber qué hará ese conocimiento en otra persona, porque no todos asimilamos lo mismo. Sin embargo, el conocimiento aquel sigue siendo útil, porque nos enseña a ver en lo que tropezamos, qué hacemos mal, y cuál debiera ser la forma en que se hacen las cosas.

Yo entiendo que nuestros presidentes no han estado muy preparados en ese conocimiento y no lo aprueban como importante o indispensable, pero, si no lo conocen, cómo podrían recomendarlo o desecharlo?. Más bien lo desechan apenas por no conocerlo. Esto me sugiere que, en resumen, la Biblia debe ser lectura obligada en los colegios y en todos aquellas y aquellos que delinquen de una u otra forma, cuando van a parar a la cárcel, o cuando se les priva de ciertas libertades. Deben haber formas prácticas de hacerlo. Por ejemplo, si quisiera enseñarle conducta a una persona, la idea sugiere que al menos lea en voz alta, para una grabadora, algunos libros de la Biblia. La propia lectura le abrirá un mundo de información neuronal que no conocía posiblementey tampoco lograba sopesar adecuadamente por esa falta de información que muchos de nosotros tenemos.

Se puede discutir si es útil la Biblia o no para lo que expreso. Yo pienso que sí lo es, pero, hay que leerla para darse cuenta de ello y para poder apreciarla en plenitud. Tal vez hay gente que la ha leído y se muestra indiferente, pero en realidad nadie es indiferente ante lo que dice. De hecho, si no recuerda lo que leyó, tal vez debiera hacerlo nuevamente. Por cierto, una vez supe de alguien que la había leído cien veces. Supongo que por cariño a ella, motivado por hacerla su Ley y su norte. Por conocerla a cabalidad y recordar lo que dice y todas las formas maravillosas en que lo hace…

solopol

solopol

Confieso no haber leído su columna más que por casualidad, y me asombra gratamente que se refiera al tema urbano, que es al que me gustaría aludir, para empezar lo que usted afirma es absolutamente cierto, hay una gran injusticia y una gran causa de desigualdad en la segregación espacial, que determina que algunas personas vivan mejor que otras. Hay algo que tiene que ver con la periferia, esta periferia aparece en oposición al centro, esto sucede en mi opinión por dos razones, una es que la ciudad es lo suficientemente extensa como para tener una periferia propiamente tal, muy distante del centro, esto no sucede en ciudades pequeñas. En segundo lugar, una ciudad grande aun puede tener varios centros, lo que hace que cualquier periferia esté cercana al menos a uno de ellos. Es decir, que lo que agudiza el problema es la distancia entre esta periferia y el centro, o algún tipo de centro, y también nos hace pensar en por qué tiene que existir un único gran centro, es decir nos hace pensar en el centralismo. Para mitigar esto hay que fomentar la formación de ciudades pequeñas o medianas, no las muy extensas, o bien densificar las ciudades para que no se extiendan demasiado (pero sin aumentar demasiado la densidad, es decir sin hacinar demasiadas personas en un mismo espacio); en segundo término hay que pensar en distribuir ese centro en varios centros o subcentros, es decir hacerlos accesibles a las personas que viven en la periferia. Esto supone desconcentrar el poder político a nivel de comunas, repartir las decisiones que sean pertinentes a una ciudad a nivel de barrio, y también concentrar a las personas (pero sin hacinarlas), a la vez de conectar dichas personas con avenidas y medios de transporte que unan los distintos centros o subcentros entre sí. Esto lleva a que, como el camino más corto entre dos puntos es una linea recta, se haga necesario trazar diagonales desde un barrio a otro, o desde una comuna a otra, en Santiago estas ya no se hicieron y la ciudad podría haber tenido una forma radial, más convergente, pero no lo tiene, y por lo mismo es mas inconexa en el sentido de que no es tan fácil ir desde una comuna a la otra, siendo las diagonales, raras. Por tanto que ocurre con esto, que existen muchas personas separadas de otras, aisladas en guettos que bien pueden ser de pobres o de ricos, incomunicadas, a las que se les hace dificil compartir espacios comunes, por consiguiente no existe mucha convivencia social. Esta convivencia llevaría a una ciudad más homogénea, lo que llevaría a un tráfico más homogéneo, a menores tiempos de viaje, a una mayor necesidad por espacios públicos, comunes, por consiguiente tenemos una ciudad inconexa, atascada, segregada y apelotonada en bolsones de distinta densidad, poder económico, idiosincracia, etc, lo cual no debiese ser en una ciudad. Esta es por excelencia un espacio de convergencia de personas de distintas procedencias, inquietudes, credos religiosos y politicos, un espacio común. Y por tanto lo que usted plantea es de un gran sentido común, y de una gran novedad, en nuestra cultura. Saludos

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Benito Baranda

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