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Teletón: Queremos derechos, no caridad

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Este fin de semana se realizará una nueva versión de la Teletón, pero a diferencia de otros años hoy se han levantado voces para defender la obra ante las numerosas críticas en su contra, lo que deja ver que ya no es aquella imagen sacrosanta e inmaculada a la que no se le podía atacar, porque aquello significar denostar a la única institución que ayuda a los niños discapacitados y nadie podía ser tan desalmado como para hacer eso y, sin duda, la Fundación Teletón hace una gran labor de rehabilitación que favorece a muchos niños chilenos que tienen una discapacidad motora. Sin embargo, las críticas apuntan hacia lo que está detrás de la labor de los centros Teletón, es decir, hacia la forma de financiamiento de la obra de Don Francisco y el modo en que concebimos el tratamiento de la salud en Chile y de si -tratándose de rehabilitar niños discapacitados- el fin justifica los medios.

Al respecto estimo que la Teletón, más que ayudar a las personas con discapacidad en nuestro país, ha usado la imagen de ellas para impactar en el público telespectador, y lograr así que éste vaya al banco y done dinero, es decir, en el fondo el mecanismo de provocar lástima en la gente para lograr su ayuda, también lo podemos ver en el mendigo a quien le falta una pierna y que muestra su muñón en el semáforo de la esquina para que le den una moneda. El sentido es el mismo: ser objeto de limosna, sólo con la diferencia que el show Teletón tiene más glamour. Esto es lo que la ONU imputó a la Teletón de México, a saber, promover un estereotipo de discapacitados como sujetos de caridad y no de derechos; hacemos creer a un país que soluciona una condición de salud seria, que afecta a 2 millones y medio de personas, a través de la caridad, y no le reconocemos a esos pacientes el derecho humano a la salud y a ser rehabilitados por el Estado.

Otra de las críticas que hago es que ella provoca una falsa apariencia de política pública del tratamiento de la discapacidad, y tanto es así que mientras políticos y la propia Presidenta de la República apoyan a la obra, el Estado no desarrolla un plan serio para hacerse cargo de todos los discapacitados de Chile, y ello porque en lugar de dicho plan, existe la Teletón. Sin embargo, ella está lejos de ocuparse de todas las personas con discapacidad del país pues atiende sólo a niños con discapacidad motora y deja de lado a quienes somos adultos discapacitados o niños con discapacidad cognitiva quienes no tenemos atención de nadie, pues las condiciones para rehabilitarse en un hospital son paupérrimas existiendo sólo uno en Chile abocado a la rehabilitación: el Hospital Pedro Aguirre Cerda de La Reina, que cuenta con cupos muy limitados y escasos recursos.

Como no hay una política estatal seria hacia la discapacidad en Chile, no hay educación en la diversidad ni integración. Así, los discapacitados sólo existen durante las 27 horas y en los días previos al show, pero durante el resto del año no se conocen medidas que favorezcan la rehabilitación e integración social de las personas con discapacidad, se ocupan los estacionamientos reservados por personas no discapacitadas, no hay atención preferente para discapacitados en algunos comercios o servicios, no hay accesos habilitados para personas con discapacidad en el “Banco de la Teletón”. Sin embargo, estos pecados son borrados y las almas de los infractores quedan en paz al depositar la suma de dinero que se decidió donar, en la cuenta corriente 24.500-03.

De otra parte están las empresas y artistas asociados a la campaña los que, gracias a una apariencia de bondad y caridad de la que son investidos al participar en la obra, logran jugosas ganancias al tener propaganda gratuita, aumentar sus ventas aún más allá de los días de la campaña, y ganar con ello montos superiores a los donados, ello sin contar que dicha donación conlleva la consecuente rebaja de impuestos.

"...hoy ya ha corrido demasiada agua bajo el puente como para seguir manteniendo el tratamiento de la discapacidad a partir de la caridad y, en consecuencia, debe demandarse del Estado como parte del derecho a la salud, del cual debe hacerse cargo".

A lo que apuntan estas críticas no es a terminar con los centros, que son una importante herramienta en la rehabilitación de muchos niños con discapacidad motora, sino que a cambiar la forma de financiar una labor tan linda y necesaria como es devolver la salud, la alegría de vivir y los sueños a una persona con discapacidad, y que ella no se vea empañada por el lucro, el interés personal tras una fachada de caridad, y el morbo de tener que mostrar el dolor ajeno para obtener donaciones. Pero todas las iniciativas en tal sentido, como elevar un 1% el impuesto de primera categoría para financiar la Teletón y así ampliar los tratamientos a todos los discapacitados del país, han tenido la oposición transversal de políticos y artistas de la farándula, porque al parecer a nadie que usufructúa de la obra, de su catapulta mediática y de su capacidad de limpiar imagen, le conviene que ella termine.

Para terminar sólo decir que la forma de financiar la Teletón se justificaba bajo una dictadura neoliberal en la que era impensable exigir que el Estado se encargase de resguardar, garantizar y proveer el derecho a la salud de las personas con discapacidad en Chile. Sin embargo, hoy ya ha corrido demasiada agua bajo el puente como para seguir manteniendo el tratamiento de la discapacidad a partir de la caridad y, en consecuencia, debe demandarse del Estado como parte del derecho a la salud, del cual debe hacerse cargo. Así lograremos terminar con la indignidad que significa para los discapacitados, tener que mostrar nuestra tragedia de vida para que, por lástima, nos den una ayuda para financiar nuestra rehabilitación y lograr nuestra inclusión social.

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4 Comentarios

Juan pedro

Que lindo, otro que nos quiere subir los impuestos. Esto es una moda en este país, no? Y hasta cuanto subirlos? Un 1% para discapacitados? Otro 1% para desamparados del norte, otro 1% para desamparados del sur?
Y si mejor dejamos los impuestos en un 100%, les parecería suficiente??

    Ignacio Rodríguez

    Otro sociópata que cree que puede vivir sin sociedad.
    En la ley de la selva, sin Estado, te comerían vivo.

Felipe

Despues de la guerra todos son generales, andate a la mierda con tu discurso comunista que vale callampa, eres basura igual que todos los que critican lo poco bueno que tenemos como pais , Francisco ojala no tengas un hijo con problemas y tengas que llevarlo a algun centro, chaquetero tipico chileno mediocre e envidioso, me importa una raja que las empresas limpien su imagen que los artistas tengan pantalla si al final los que usan la teleton pueden verse beneficiado y esta demostrado que si, no metas al estado que no puede ni arreglar el transporte publico de una ciudad y va a ayudar a los discapacitados de un pais, tu discurso es populista y oportunista por que en el año nadie te pescaria, basura tu publicacion!!!

    Frsncisco Alvarado

    Sorry estimado. Sus malos deseos hacia mi persona y mis hijos yacse cumplieron hace rato. Si critico lo hago desde mi dura experiencia de vida y no desde la ignorancia en la que usted, desde su cómoda vida, parece que opina. Abra los ojos y por favor, ya que le importa tanto la teletón y su labor y los niños con discapacidad, le pido un poquito de respeto para alguien que vive su vida desde la discapacidad y la de su hija. Que tenga buena tarde y, a diferencia de usted y su comportamiento primitivo, le deseo que tenga una hermosa vida