En una reunión con el PIE del colegio de mi hijo, solicité que se hicieran jornadas de sensibilización sobre autismo; para mi sorpresa, la respuesta fue “es que si hablamos de autismo podemos estigmatizar a las personas dentro del espectro”, a lo cual repliqué sorprendida “¿Qué se sepa que una persona es autista, es estigmatizarla?” Rápidamente me señalaron que esa no era la idea, pero que hay muchas familias de niñas y niños dentro del espectro que prefieren que no se comente sobre su “diagnóstico”, ante esto les hice ver “que si no se habla de autismo, no hay autistas y si no hay autistas no hay inclusión”.
Muchas familias esconden la condición de su hijo o hija, posiblemente para tratar de protegerlos, por el temor ante una sociedad intolerante, por miedo al rechazo, a la estigmatización o a la discriminación. Aceptar el diagnóstico es difícil, muchos entran en negación o estamos viviendo el luto porque es inesperado que te digan “su hijo es autista”, es fuerte y doloroso. Lo primero que se te viene a la mente es lo difícil que será su vida, porque somos parte de esta sociedad y sabemos lo infinitamente cruel que puede llegar a ser.Muchas familias esconden la condición de su hijo o hija, posiblemente para tratar de protegerlos, por el temor ante una sociedad intolerante, por miedo al rechazo, a la estigmatización o a la discriminación
Casi es mal visto hablar de autismo, la sociedad nos hace sentir que el decir “mi hijo es autista” es poco menos maltrato infantil, que es innecesario, que lo estas estigmatizando. Así, ¿Quién no prefiere evitar decirlo para ahorrarse problemas?
Pero las, los, les jóvenes y muchas adultas y adultos autistas han sacado la voz, porque son sus derechos y sus vidas. Algunos destacados ejemplos: el colectivo de mujeres autistas, ASPERgirls Chile (@aspergirlschile instagram), Diego Infante el Activista EA Diverso (pinchar Facebook para ir a su perfil) que viaja por Chile dando charlas en universidades y colegios sobre autismo en primera persona y fue candidato a Constituyente, Iván Gutiérrez quien hizo una presentación ante la Comisión de DDHH de la Convención (Pinchar aquí para ver la presentación). La escritora Julieta Ax, también autista, en sus libros concientiza sobre la condición y Arleen Âû activista autista, concientiza en redes sociales ( aquí puedes ver sus videos). Las, los, les jóvenes autistas no tiene dudas, para ellos su condición no es algo que se deba esconder. El 18 de junio es el “Día del Orgullo Autista” y sí, muchas y muchos se sienten orgullosos de serlo ¿Qué razón puede existir para que una persona esconda algo que la hace única?
Estamos tapando el sol con un dedo, ¿se han dado cuenta de la cantidad de casos de bullying a niñas y niños autistas? Considero que si un colegio se declara inclusivo y en él no se naturaliza el autismo como una forma más de ser persona, al contrario se esconde la condición, para no “estigmatizar”, están segregando a esos niños y niñas, condenándolos a ser el o la “rara” del curso. Y ¿qué les pasa usualmente a las y los raros del curso? Sufren bullying, no los invitan a jugar, los rechazan en actividades sociales, son agredidos. Entonces ¿sacamos algo positivo al esconder la condición?, pienso que no, porque aunque el objetivo sea protegerlos, igualmente van a ir a clases a sufrir. Por el contrario, si el establecimiento realiza jornadas de educación y sensibilización, naturalizando el hecho de que existen personas autistas, que es parte de la vida y de la sociedad, las y los niños van a comprender, no nacen con el “gen de la discriminación”, sino que siempre tienen predisposición a la aceptación, generalmente son muy generosos y no se escandalizan por sus esterotipias ni crisis.
Hay tantos niños, niñas y adolescentes que quizás no conocen su condición y viven en depresión porque se sienten distintos. Se los han hecho sentir en distintos espacios, jóvenes que tienen miedo de dar a conocer que están dentro del espectro porque no quieren ser rechazados, adultos autistas que sufren mobbing en sus trabajos, por el sólo hecho de “ser distintos”, muchas veces sin transparentar su condición.
Lo bueno es que aún hay esperanza, el borrador de la Constitución en su Artículo 29 establece que “El Estado reconoce la neurodiversidad y garantiza a las personas neurodivergentes su derecho a una vida autónoma, a desarrollar libremente su personalidad e identidad, a ejercer su capacidad jurídica y los derechos reconocidos en esta Constitución y los tratados e instrumentos internacionales de derechos humanos ratificados y vigentes en Chile” y el artículo 28 se refiere a la discapacidad. Por primera vez en la historia del país, esta sociedad que hace que muchas familias se sientan obligadas a esconder la condición de su hijo o hija, tendría que tratar a las personas neurodivergentes como uno o una más, ya no podrían decirme “es que si hablamos de autismo podemos estigmatizar a las personas autistas” porque estarían violando la ley.
Comentarios
22 de agosto
Nosotros de adultos mayores pudimos entender sobre la neurodiversidad, vemos cada día que las personas desconocen sobre esta condición o simplemente prefieren no saber.
Ojalá en los establecimientos educacionales entregaran herramientas para atender mejor a los los niños y dar el respeto que ellos merecen.
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