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Serie Los 80: Más que una moda

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A propósito de la exitosa serial de canal 13, los´80,  sorprende la seducción que provoca, incluso en aquellos que se confrontaron con lo mortífero de lo real de aquella época. ¿Constituye un caso del rol de la mistificación acerca de los procesos sociales? ¿ específicamente de nuestra transición interminable

La construcción de una pieza televisiva nunca es inocente – sino deliberadamente intencional-, e instrumenta, para ello, toda una narrativa que pretende convencer y conmover a los espectadores, valiéndose de diversos recursos audiovisuales. Adorno, Horkheimer, Marcuse, Baudrillard, Barthes, erigieron una crítica radical ante este producto de la industria cultural, que, bajo diversas operaciones como la repetición, la estereotipia, la mistificación, colabora con la resignificación de un determinado orden y relato histórico – social.

Reflexionar acerca de este discurso televisivo y las significaciones que construye, supone entender que toda significación es histórica y que de su producción y circulación se trata lo discursivo. Contra esta historicidad se erige la mistificación. Lo que se mistifica son las relaciones que se establecen entre las figuraciones que la representación construye y su pretendida referencia, en tanto relaciones de significación cristalizada.

Desde este ámbito, los`80 como serial, nos presenta o devuelve, lo que la sociedad parece dispuesta a tolerar como verdad, con sus avances pero también con sus sombras.

En la serial los´80, la violación a los derechos humanos parece efectivamente haber sido ser un problema de excesos, de casos emblemáticos pero aislados. No existe referencia o desvelamiento de aquellos “otros casos”: ni los hermanos Vergara ni Ronald Wood, ni la política sistemática de tortura o los allanamientos masivos encuentran espacio.

Es cierto, es sólo una teleserie. Y se esgrimirá que efectivamente, personajes como Juan Herrera González (Daniel Muñoz), “vivieron” la dictadura de esa forma, como una bocanada de realidad sentida a ratos, por el compromiso social de los hijos estudiantes o la agitación social, que paralizaba el país cada cierto tiempo. Pero también su pretención es ofrecer un relato de la época.

Sería impensable una teleserie histórica sobre los albores de nuestras luchas independentistas, apoyada principalmente solo sobre la base de las costumbres y artefactos de la época. O una radiografía sobre los ´70 , como Machuca, al margen de ese espíritu y la conflictividad social vivida.

O incluso, es posible pensar en un relato más tangencial al conflicto social, intimista, a partir de una vida familiar de clase media, como en los´80; pero  sobre la base de un reconocimiento ya asumido societalmente, del contexto de espanto y terror con el cual se convivía. No es el caso de seriales como los´80, que se presentan como el contexto social mismo, ocultando o mistificando, más que develando. Tal representación naturalizadas aparece como espontánea, inocente, indiscutible, ofreciendo un relato histórico que no resulta anodino

Los 80 resulta un buen ejemplo o relato, del emprendimiento y el trabajo, tan valiosos para el espíritu del capitalismo. Con estos atributos, Juan Herrera logra, después de su cesantía, surgir, superando incluso la crisis del 82, y convertirse en un expectante pequeño comerciante-empresario. No resultaría extraño al desarrollo de la serial, que luego viniera una cadena de tiendas y las exportaciones.

Los responsabilidades de los “excesos” parecen ser sólo aquellos que vestían uniforme. Pocas veces se ha visto a algún civil, algunos de los cuales hoy son incluso parlamentarios y autoridades, vinculados a las imágenes de la dictadura.

Hasta el  negocio del "viejo bonachón pinochetista” aparece como un espacio de ágora política, donde cada cual da su opinión, sin el temor de la delatación, que justificada o injustificadamente ofrecían tales personajes.

Es cierto. Es probable que todos esos personajes hayan sido efectivamente reales. Como también lo es, en la serial los´80, en el avance de verdad develada. Pero en un país donde todavía se habla de “pronunciamiento y excesos”, aún queda mucho camino para enfrentar la verdad. Sobre todo para aquellos que conocieron la dictadura y el estado terrorista que vivió nuestro país, como algunos de los personajes de los´80.

Para el tricentenario, seriales como los´80 ¿serán el relato histórico de la época? ¿Cuales serán nuestros héroes?

La seducción que ofrece la serial está dada por su retrato de la época en costumbres, moda y artefactos, y por devolvernos la energía y expectativa juvenil de la época.

La mistificación social, no sólo esta dada por el mundo de la política, aunque ésta pueda ser el origen de la verdad “en la medida de lo posible”. Acá es el llamado el mundo de la cultura, tan crítico a veces, a no decir las cosas como corresponde, el vehículo de la verdad a medias.

Para los que entendimos que la dictadura militar fue un Estado terrorista, el juicio sobre los personajes de la época: ministros civiles y militares, artistas, animadores, personajes públicos, seguirá estando dado por la colaboración que tuvieron con el régimen y el rol de encubrimiento o adormecimiento que tuvieron sobre sus crímenes.

Es el Chile que aún falta, y que para la verdad oficial, sobra. La del vaso aún medio vacío.

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7 Comentarios

congriochileno

Se capta la intención pero no, no da el ancho.

    congriochileno

    Amerita una critica mas ligada a la contemporánea medida de restringir el tiempo dedicado a la historia y las ciencias sociales en las escuelas, que me parece muy errada y lamentable.

roger

Interesante y sugerente artículo, en cuanto confronta con una historia oficial posible que pretende saldar cuentas.

mfartaza

mfartaza

La historia que se ve en Los 80’s, es la historia de miles de familias en Chile que NO vivieron la represión en carne viva, sino tangencialmente.

Celebro que en la 3ra temporada, vemos a la hija involucrada con un joven comprometido con lo que fue la lucha armada, conflictuada por lo que ha sido su historia vital, lo poco que ella ha vivido y la relación que mantiene con el joven. Celebro que en algún capitulo, se incluyó al informante en la universidad (lo que en el vulgo fue conocido como SAPO por todos quienes fuimos universitarios en ese tiempo.)

Te recuerdo que el Canal que lo transmite, NO es el canal nacional (TVN) sino el canal que le perteneció a la Iglesia. Es lamentable que TVN no sea participe.

No, no mostrara TODO lo que sucedió en los años 80, pero es la única apuesta televisiva que ha permitido revivir hitos importantes de esa década, bajo el prisma de una familia ¨normal¨ del montón, de los que no participaban en política, de los que no sabían lo que sucedía, o más bien, no quisieron ver. Esos, son muchos… Aplaudo la serie, la veo y me emociono con ella, por los recuerdos de años muy crudos y significativos.

No será jamás la historia oficial, pero tampoco creo que intenta juzgar lo que sucedió… solo mostrarlo, para que aquellos que dicen que ¨no supieron¨, se percaten que los datos estuvieron ahí, siempre, a su vista – solo que quizás quisieron ignorarlo.

    lafrenteenalto

    No creo que existan familias que no hayan vivido en carne propia la represión de esos años que mermó todas las esferas de la vida de quienes no pertenecían a una reducida elite de poderosos. Basta informarse sobre las medidas económicas de esos años y cómo se impusieron gracias al estado de sumisión de la mayoría del país, o cómo se reprimió todo tipo de expresión cultural que no fuera de la mano con lo que el gobierno terrorista aprobara… por contar unos pocos ejemplos (o es que acaso el golpe de queda era diferido por grupos?).

    Recomiendo el documental la doctrina del shock.

lafrenteenalto

Creo que muestra la historia de una parte de los Chilenos que a pesar de vivir en carne propia la represión y las consecuencias económicas de la dictadura, eligieron hacer oídos sordos, ojos ciegos y lo que es peor boca cerrada ante lo que pasaba.
La historia resulta interesante y los personajes despiertan empatía, sin embargo siempre me queda la deuda impaga de lo que no se muestra.

En ese sentido, como reflejo histórico, me quedo con Los archivos del cardenal.

FERNANDO ACOSTA RIVEROS

Saludos de paz y bendiciones desde México para el querido pueblo de Chile. Aquí estamos disfrutando de la serie Los 80. Buena dirección, excelente guión. Actrices y actores de primera línea. Nos recuerda cuando a México llegaron muchísimas y muchísimos hermanos chilenos que compartieron sus experiencias con colombianos, peruanos, cubanos, venezolanos y panameños precisamente en la década 1980. Deseo para Chile que alcance algún día una Democracia Participativa donde Todas y Todos, sin excepción, sean tratados como Seres Humanos. Con muchísimo afecto y respeto para el pueblo de Chile. Enorme abrazo. Atentamente, Fernando Acosta Riveros, Colombiano-Mexicano en Jalisco