Qué hace la WSPA en Chile

Visitando hace unos días una página web de la WSPA  (World Society for the Protection of Animals; Sociedad Mundial para la Protección Animal), en relación con la campaña de la plataforma SOS Lobos Marinos Chile contra las matanzas de lobos marinos y los planes del gobierno chileno de permitir la explotación comercial de la especie -campaña que apoyo de todo corazón-, me encontré con una sorprendente afirmación: que el senador Guido Girardi es un "aliado de la WSPA en otras iniciativas como la campaña por la Declaración Universal sobre Bienestar Animal".

La aseveración asombra porque el senador Girardi se ha declarado en los últimos años un activo partidario de las causas animalistas y ha rechazado constantemente, por ejemplo, las matanzas de perros callejeros, mientras que la declaración de la WSPA establece en su punto 6, inciso e, que los "médico-veterinarios u otras personas por ellos calificadas deben ser autorizadas a destruir humanitariamente a aquellos animales de compañía que han sido abandonados y no pueden ser reubicados en hogares o provistos con el cuidado adecuado para asegurar su bienestar" (en BioÉtica). El senador se ha opuesto al uso de la eutanasia por motivos no médicos, mientras que la WSPA pregona el exterminio de mascotas como método de control de la población.

Hay que decir que llegar a esta declaración es muy difícil, porque la propia WSPA no lo hace. En el artículo en cuestión, la WSPA incluye un enlace a un borrador de 2003 y 2005, que tiene 4 puntos,, y no a la declaración que se encuentra en BioÉtica, que es de 2007 y tiene 8 puntos. Es extraño que la propia organización no facilite el acceso a esta declaración que dicen que fue apoyada por el senador.

Hay otras razones por las que llama la atención que el senador haya aprobado y respaldado esa declaración. La WSPA es una organización bienestarista que reúne a mil organizaciones animalistas y bienestaristas en 150 países. Su objetivo declarado es introducir reformas en las políticas públicas sobre bienestar animal y ha actuado en algunos países para mejorar las condiciones de explotación, cautiverio y sacrificio de los animales de producción (sobre todo el ganado). Sin embargo, la WSPA señala explícitamente que su propósito más amplio es velar por la salud humana. Esta es la razón principal por la que predican el sacrificio de perros callejeros: según la organización, son una fuente de peligro para la salud pública.

Igualmente, la mejora de las condiciones de vida del ganado la inscribe la organización en el marco de la seguridad del alimento para los humanos. La declaración universal sobre bienestar animal, dice la WSPA, mejoraría la salud humana, porque el bienestar animal "contribuye a sistemas de producción sostenibles y al mejoramiento de la seguridad en la comida para humanos". Es evidente que la preocupación por el bienestar animal no es el reflejo de una filosofía de respeto de la vida animal, sino simplemente se deriva de consideraciones utilitaristas. Promueven tratar bien a los animales de sacrificio para que la carne salga blanda.

La WSPA incluye explícitamente en su declaración, y en otros documentos, el alcance de sus objetivos: el punto 2 (de la declaración de 2005) afirma que los veterinarios deben tener un papel esencial en la salud y bienestar de los animales; en otros documentos señalan que su objetivo es determinar las políticas públicas y la legislación sobre animales. El punto 4 reserva a la Organización Mundial de Sanidad Animal la determinación de las normas globales de bienestar animal. La WSPA prefiere obviamente trabajar a nivel oficial y con políticos y organizaciones animalistas y elude a las organizaciones ciudadanas. En realidad, se trata de una organización gremial que promueve los intereses de los médico-veterinarios y defiende a la industria ganadera. Más allá de esto, lo que la WSPA defiende es un modo de vida y un tipo de sociedad bastante peculiar, dividida en estamentos, donde la clase profesional debe regular y dirigir al resto, y basada fundamentalmente en la explotación comercial (vale decir, la esclavitud y sacrificio) de otras especies animales.

No creo que el senador Girardi pueda estar de acuerdo con las premisas y objetivos de esta organización, porque se ha pronunciado a menudo contra las políticas de exclusión que son precisamente las que fomenta la WSPA, apropiándose de un espacio ciudadano sobre el frágil postulado de que son profesionales. La idea de que el sacrificio de animales, su explotación o cautiverio, es una decisión técnica, y no ética, que es lo que es, revela un espeluznante aspecto de la filosofía de la WSPA.

En Chile algunos(as) activistas que colaboran con la WSPA niegan que esta predique el exterminio de perros callejeros y han llegado incluso a introducirse en la Comisión de Salud del Senado para mentir descaradamente sobre sus objetivos. Algunos funcionarios de la WSPA declaran que la organización es abierta y se adapta a las realidades locales. Pero si fuese verdad que toma en cuenta las particularidades locales, no habrían formulado nunca el inciso e del punto 4 de su borrador de declaración. En realidad, la WSPA hará y dirá cualquier cosa con tal de infiltrarse en el país, pues predica también como paso esencial de sus campañas de infiltración llevarse bien con los gobiernos locales. Esta política de seducción de la clase política y funcionaria es una parte integral de sus campañas de infiltración y la razón que la convierte en poco fiable. No han venido a Chile a defender animales, sino a enquistarse en estructuras de poder por encima de la ciudadanía. A la WSPA aparentemente ninguno de sus aliados en las organizaciones bienestaristas le ha informado que el sacrificio de perros por razones no estricta y urgentemente médicas es un delito grave, que puede ser castigado con hasta tres años de cárcel.

* Lea la versión completa de este texto en perros

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Foto: Manifestación contra la WSPA y sus campañas de exterminio de perros de la calle el 8 de enero de 2011, en Rosario, Argentina. El mismo día hubo manifestaciones contra la organización internacional en 18 ciudades argentinas, motivadas por el convenio WSPA y la OIE y el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria. (SENASA) para el exterminio de los perros callejeros. Protestas se extendieron durante una semana