El asunto es simple, lo he visto en la Clínica Santa María y en la Clínica Las Condes, y no tengo razones para creer que no se repite en otras instituciones que utilizan el sistema i-Med de verificación de identidad: se hace enrolar a niños mayores de 6 años en el sistema (“ponga el dedito aquí”) y automáticamente con ello celebran un contrato por el cual una empresa se apropia ilícitamente de los datos personales de nuestros hijos.
Lo explico con más detalle: Como el lector sabe, desde hace algún tiempo los centros de salud ya no venden “bonos de atención de salud” de la forma tradicional, sino que las isapres, de un día para otro, decidieron que bastaba poner el dedo en un lector de huellas dactilares y pagar el precio, sin necesidad de acreditar identidad de otra forma.
Cuando instalaron el sistema no se molestaron en advertirnos del negocio subyacente: la isapre quería un sistema de verificación de identidad de los cotizantes y les importaba un soberano carajo lo que pasara con nuestros datos después de ello. Por supuesto que nos daban opciones: vaya usted a la calle del quinto pino, segundo subterráneo, haga fila hasta que nos dé puntada y ahí, si quiere, compre el bono sin necesidad de entregarnos su huella dactilar.
Entonces, a cambio de un trámite abreviado, hemos sido llevados a entregar nuestros más importantes datos personales, como son los biométricos y de identidad, a empresas que no tienen nada que ver con el servicio sanitario que creíamos que nos estaban prestando: i-Med no se dedica a la medicina, sino al lucrativo negocio del tratamiento de los datos personales ajenos.
No me cansaré de repetir que todos tenemos el derecho a la protección de nuestros datos personales y que este derecho es básico y fundamental para el funcionamiento de una sociedad democrática: quienes llegan a conocer nuestros datos personales están en posición de tomar decisiones arbitrarias a nuestro respecto y, de un día para otro, sin saber por qué ni de dónde vino el golpe, nos podemos quedar sin empleo, te rechazan en los trabajos, te suben el precio de los planes de salud, no admiten a tus hijos en los colegios, y un largo etcétera de sinsabores que tienen la misma fuente: alguien cree saber algo de ti y, arbitrariamente, toma una decisión a tu respecto.
De hecho, la falta de un adecuado nivel de protección de datos, que es el triste caso de Chile por desidia de los sucesivos Gobiernos, repercute en que se pueden vulnerar todos nuestros derechos constitucionales y legales sin que podamos saber de dónde vino el golpe, quién tiene datos de ti y cuáles son estos. Y ni hablar de corregirlos, suprimirlos o siquiera conocerlos.
Ahora, vamos a la perversión jurídica máxima señalado al inicio de esta columna: cuando las Clínicas/Isapres (porque ya son lo mismo, ¿verdad?) le dicen a un niño que “ponga el dedito”, lo que están haciendo es inducir a una persona que no tienen voluntad (legalmente hablando) a firmar un contrato, y en virtud de ese contrato jurídicamente imposible es que ese niño le cede gratuitamente los datos de su nombre, fecha de nacimiento, género y RUT a la empresa i-Med, para que ella haga con estos lo que le plazca, salvo transferirlos (porque ese no es su negocio).
... los niños y los datos que les conciernen, protegidos teóricamente por las leyes chilenas y por las convenciones internacionales por constituir el tesoro más preciado de la humanidad, son explotados comercialmente dentro de procesos de verificación de identidad y servicios conexos.
Es decir, los niños y los datos que les conciernen, protegidos teóricamente por las leyes chilenas y por las convenciones internacionales por constituir el tesoro más preciado de la humanidad, son explotados comercialmente dentro de procesos de verificación de identidad y servicios conexos.
Seamos claros: el tratamiento de datos personales no es ilegal, sino que la libre circulación de los mismos es una de las bases del desarrollo económico, político y social de una Sociedad en Red, pero para realizar operaciones de tratamiento de datos necesitas o el consentimiento expreso de las personas o que la ley lo autorice. No hay más.
Los niños no tienen voluntad y no pueden celebrar contratos. En las Clínicas yo no vi que le preguntaran a los padres nada, por lo que la conclusión es evidente: los centros de salud, en concomitancia con las isapres y, desde luego la empresa i-Med, son partícipes de una actividad económica ilícita como es la captura de datos de menores de edad a través de contratos que constan en ese plástico sobre el que apoyamos el dedo y que se firman con la huella dactilar.
Y ya es hora que, como país, pongamos punto final a esta situación de abuso.
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¿Qué está pasando en el Sence? | El Quinto Poder
[…] porque en realidad ese sistema es una flagrante violación de nuestro derecho a la privacidad, como señaló Carlos Reusser Monsálvez. ¿Qué tiene que ver el libro electrónico del Sence con el sistema i-Med? Que es el mismo […]
¿Qué está pasando en el Sence?
[…] en realidad ese sistema es una flagrante violación de nuestro derecho a la privacidad, como señaló Carlos Reusser Monsálvez. ¿Qué tiene que ver el libro electrónico del Sence con el sistema i-Med? Que […]
Pablo Izquierdo
Estimado Carlos
El sistema de Bono Electrónico no sólo hace más fácil la vida a los chilenos evitándose trámites previos sino que también respeta su privacidad. Las personas que no desean almacenar su huella, simplemente pueden dejar de usar el bono electrónico y comprar el bono de atención previamente en Fonasa o la respectiva isapre.
Si alguien desea ser borrado de las bases de huellas simplemente envía un mail a solicitud@autentia. cl y sus datos son borrados.
Para su tranquilidad, las huellas son almacenadas en forma encriptada y no se traspasan a terceros. Ellas sólo pueden ser rescatadas y entregar el servicio de verificación de identidad con la autorización del titular.
Carlos Reusser Monsálvez
¿Cómo es, me dijo, el sistema de enrolamiento de menores de edad?
Enrique Herrera Noya
a nosotros nos paso con nuestra hija, en la Clínica Santa María, cuando reclamamos y mencionamos que era ilegal lo que estaban haciendo, nos «dieron» la opción de boleta (para no hacer olitas) , para después solicitar reembolso. (obvio a costa de nuestro tiempo); cuando les consulte si los datos de la huella solo se usaría para la transacción comercial, y no para traspasar el historial a isapres y farmafias, no supieron que responder.
reusser
Pues solo queda esperar a la nueva ley de protección de datos.
lorna sanchez
Hola.
Mi hija tiene 8 años y cada vez que compro un bono para ella me piden que ella coloque su huella, yo le explico que mi hija es menor de Edad y soy yo el Adulto que compra el bono ,lo paga y que esta inscrita en la Isapre y mi hija es carga.
Entonces la señorita me da un discurso que devo ir a la isapre porque esta mal enrolada….
Yo quisiera saber yo como Madre me puedo negar hasta que ella cumpla los 18 años?
reusser
Si puedes. Incluso puedes recurrir de porotección en favor de los derechos de tu hija.
Julia Díaz Colarte
Comentarios interesantes