Basta. Basta de esto. Quiero ser muy claro en esto: no es posible dimensionar argumento alguno que sea capaz de contrapesar el horror producido, de manera sistemática y racional –y no por actos individuales, aislados, de “antisociales” radicales- por la dictadura. La violencia no se puede relativizar así. No hay contracara. No hay un “había desabastecimiento”. No hay un “se estaba instaurando una dictadura del proletariado”. No hay un “hubo atentados” que justifique. No hay nada que pueda justificar el horror. Basta.
«Nadie es una isla, completo en sí mismo; cada hombre es un pedazo de continente, una parte de la tierra; si el mar se lleva una porción de tierra, toda Europa queda disminuida, como si fuera un promontorio, o la casa de uno de tus amigos, o la tuya propia. La muerte de cualquier hombre me disminuye porque estoy ligado a la humanidad; por consiguiente nunca hagas preguntar por quién doblan las campanas: doblan por ti». John Donne
La serie documental “Imágenes Prohibidas” de CHV ha venido mostrando este mes que los chilenos se interesan por algo más que la farándula. Es que estamos a días de cumplir 40 años desde el golpe de estado de 1973, que dio pie para la larga dictadura militar; no podría ser de otro modo.
Cuarenta años.
«Imágenes prohibidas», ha despertado muchas discusiones en redes sociales, además de lograr un esperanzador rating, y un centenar de denuncias al Consejo Nacional de Televisión tan solo con su primer episodio, alegando que lo expuesto no sirve más que para generar división entre los chilenos, y que la visión que se presenta en el documental está sesgada.
Nos dividen.
Quiero detenerme aquí, en esta macabra figura del Chile que tenemos: una persona hace zapping, se cruza con un documental que muestra cómo se torturaba compatriotas, se les hacía desaparecer, se les asesinaba, y piensa “¡Hey, pero falta ver cómo estábamos antes!”; piensa “mostrar esto solo genera división y odiosidad”.
Basta. Basta de esto. Quiero ser muy claro en esto: no es posible dimensionar argumento alguno que sea capaz de contrapesar el horror producido, de manera sistemática y racional –y no por actos individuales, aislados, de “antisociales” radicales- por la dictadura. La violencia no se puede relativizar así. No hay contracara. No hay un “había desabastecimiento”. No hay un “se estaba instaurando una dictadura del proletariado”. No hay un “hubo atentados” que justifique. No hay nada que pueda justificar el horror. Basta.
No me canso de repetirlo; viví seis años en Argentina, y no conocí a UNA sola persona que fuera capaz de justificar la dictadura militar trasandina. Ni una sola. Conocí muchos que desprecian a la “izquierda”, o que piensan que antes de la dictadura se vivieron momentos malos y difíciles. Pero ninguno tan extremadamente cerrado emocionalmente, tan carente de empatía y humanidad, como para poder justificar lo que se vivió en dictadura. Los argentinos, quizá, comprenden mejor que nosotros, que hay miles de vidas, miles de hijos, hermanos, papás, amigos, colegas, que encontraron su final, o que fueron marcados para siempre por la pérdida, el horror, la tortura.
Yo no nací hasta la segunda mitad de la década del ‘80; mis recuerdos de infancia no incluyen a la dictadura. No importa, la violencia no tiene edad, no puede hacerse desaparecer, por el simple hecho de querer hacer “borrón y cuenta nueva”. Qué fácil es pretender seguir adelante y olvidar, dejar de “dividir”, para quien no sufrió de primera mano. Pero me corrijo: no, no es fácil, es de una insensibilidad extraña, tremendamente improbable.
Piense usted lo que quiera acerca del sistema económico, eso puede discutirse, piense usted lo que quiera acerca del gobierno de Salvador Allende, eso puede discutirse, acerca de la izquierda de la época y la de hoy, cómo no. Pero negar la violencia; defender lo sucedido, solo porque usted se encontraba en el lado “correcto” (y quizá por mera casualidad), eso es de una cobardía inconmensurable. En el grito de “nunca más” a la dictadura no hay automáticamente una celebración de la Unidad Popular, eso tampoco parecen entenderlo algunos, hay un rechazo simple y claro a la violencia y a la represión.
Nuestra historia nos divide, porque teniendo la oportunidad de revisarla, algunos de nosotros no quieren hacerlo y prefieren la esquizofrénica negación.
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Comentarios
29 de agosto
Quien publicamente incite a pasar a llevar la institucionalidad democráica de Chile, hoy, ayer o mañana, se le debe aplicar la ley antiterrorista.
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31 de agosto
Si los pueblos vivieran mirando el horror de su pasado una y otra y otra vez, probablemente no tendrían tiempo para construir su futuro. Las dictaduras aquí y en cualquier lugar del mundo son etapas de odio y muerte, porque el hombre cuando tiene el poder absoluto vuelve a su condición de animal. Pero es necesario no inocular a las nuevas generaciones de más de lo mismo. Es necesario el reencuentro, el tener la capacidad de entender que una o dos generaciones se equivocaron, llegaron a odiarse tanto que sólo la muerte del otro era su formula de salida. Hoy al igual que en el pasado, los ideólogos del odio estan haciendo su trabajo, gente que ha dejado que su cerebro sea colonizado por formulas que caricaturizan la realidad, pero depende de nuestra generación, de los que entonces eramos niños o no habiamos nacido, de aprender a querernos, a cuidarnos y respetarnos aunque no pensemos igual sobre que es mejor o peor para una sociedad.
+3
04 de septiembre
Sergio, no fueron una o dos generaciones las que se equivocaron.
Esto partio mucho antes.
Retroceda, hasta 1900. Acababa de terminar una guerra civil, en que se derroco a Balmaceda. ¿Y que paso? Que Chile se empobrecio, dramaticamente. La inequidad era abrumadora (como lo es ahora) Deberia leer el «Informe Westenhofer» de 1911 para que tenga una idea de lo que se vivia entonces. Que hayan tenido los militares que invadir el Congreso y obligar a que se legislara una jornada de 8 horas te deberia dar una señal de que clase de oligarquia habia gobernando este pais en esa epoca.
Lo malo es que esa situacion no cambio mucho durante los años posteriores, porque siguieron gobernando los mismos.
Cuando la Iglesia se queja de la situacion que vive Chile en 1962, no esta hablando de errores de ese momento o futuros, esta hablando de una situacion que se arrastraba desde hacia mas de 40 años, a la que ella misma contribuyo.
Y se arrastra hasta hoy. Porque los mismos que tenian poder en 1900 lo tienen hoy.
¿Que crees, que la Ley Monsato de las semillas es de pronto que surge y que los campesinos antes vivian cachilupi? Los campesinos en Chile han vivido mas de un siglo de abusos. Ni que decir los indigenas, que no se quejan de cosas pasadas en este gobierno, o en los de la Concertacion o los de la dictadura, sino por cosas que han ocurrido desde hace 100 años. Y no hablemos de los problemas laborales. El odio de un lado hacia el otro no ha sido gratuito, sino que se ha incubado por los deliberados actos del lado privilegiado contra el resto. Y las matnzas han sido contra el resto, no contra los privilegiados, ellos las han financiado y promovido.
Cuando un pueblo no aprende las lecciones del pasado, las sigue cometiendo. Y en Chile llevamos decadas cometiendo los mismos errores. Siempre se cree que las demandas ciudadanas se pueden solucionar con represion. Se cree que no escuchando la gente se va a olvidar y conformar. Se cree que con dar migajas se cierra el tema.
Esto no tiene nada que ver con pensamientos politicos. Tiene que ver con desigualdad, inequidad, justicia social, etc.
31 de agosto
La simpleza de su anális es asombrosa. Va acomparar una dictadura como la argentina con el gobierno que reconstruyó Chile ? Acaso los militares argentinos crearon un pais como el que crearon los miltares chilenos ? acaso construyeron un congreso o hicieron una constitución que perdure hasta el dia de hoy y que nos hace la democracia mas estable del continente ? Acaso los militares argentinos recogieron uno de los paises mas pobres y endeudados del mundo para devolverlo con una doctrina económico que lo ha convertido el mas prospero del continente y uno entre los de mayor crecimiento en el mundo ?
Averigue lo que era Chile antes del gobierno militar y vea lo que es despues y haga lo mismo con Argentina.
-2
04 de septiembre
Narcisista insensible, sabes lo que es la empatia? Debían morir 5000 personas y ser torturadas 70000 para mejorar la economía? Jerelarquizemos las cosas, la vida humana, los derechos humanos y la democracia valen mas que cualquier macrocifra azul. Por último, sabías que la dictadura nazi en Alemania también mejoró la economía? Sabías que se impulsó la industria y que loa trenes pasaban mas seguido? Últimos tus argumentos
04 de septiembre
José Luis,
si se fija, mi asunto es con la violencia. Mi comparación con Argentina tiene que ver con el tipo de mirada que damos, como sociedad, a la violencia producida.
Es, efectivamente, un análisis muy simple: NADA puede justificar esta violencia.
Me alegra poder asombrarlo.
Saludos