#Sociedad

Mirar a Chile con nuevos anteojos

Compartir

Muchas veces me pregunto acerca del porqué casi nadie que tenga la osadía de analizar algún tipo de fenómeno social en nuestro país, y mucho menos, de postular distintas políticas públicas o mecanismos económicos a seguir, repara en aquello que resulta medular para la reflexión acerca de cualquier tópico humano: la génesis del pensamiento humano y del lenguaje como su herramienta primordial.

A grandes rasgos, y usando a Vygotski y Bakhtin, dos de los autores basales en este aspecto, tanto por su afán de involucrar la mayor cantidad de disciplinas en su análisis, así como el largo recorrido de fundamentación empírica con que cuentan sus teorías, trataré de redactar en el mínimo de líneas posible los aspectos que considero fundamentales para comprender muy básicamente su visión.

Vygostki propone que el individuo, mediante la interiorización de signos creados socialmente, estructurará su procesamiento y pensamiento de acuerdo con dichos códigos (que en última instancia, son un lenguaje determinado). Con esta base de signos, el individuo actuará en su ambiente co-construyendo socialmente nuevos códigos comprensivos y expresivos, estructurando su aprendizaje con referentes más expertos en aquello que él considera válido. En complemento, la postura de Bakhtin propone que la condición humana se plasma y concreta a través del lenguaje. Así, el ser humano será un ente formado por un determinado compartir social en un momento histórico particular, donde sus ideas o tópicos serán en lo profundo, las ideas de todo aquello que le precede y que está conectado con su contexto particular.

Si tomamos los anteojos que Vygotski y Bakhtin nos prestan y miramos nuestra realidad nacional, muchas preguntas comenzarán a emerger, a crearse.

¿Es válido pensar que un individuo puede hacerse infinitamente rico por el hecho de rentabilizar “su” idea? ¿No es acaso “su” idea un producto de la socialización de muchas personas a su alrededor? ¿No se debe, acaso, totalmente al entorno que lo configuró y configura como ser humano? ¿Qué sería de su idea sin la sociedad? ¿Es lógico su egoísmo?

¿Es válido pensar en alguien que delinque como un “delincuente” que quiere hacer el “mal” y que “merece” castigo? ¿No son, acaso, sus pensamientos una construcción socio-cultural determinada por un contexto histórico marcado por la desigualdad social y el consumismo? ¿Es culpable él de lo que piensa y de lo que hace? ¿No es su comportamiento una herramienta de sobrevivencia en su contexto? ¿No merece él un mayor esfuerzo de nuestra parte por enseñarle nuevas herramientas y signos?

¿Es justo estandarizar cuantitativamente una medida de progreso académico en un país con contextos sociales, culturales y económicos tan dispares? ¿Es correcto materializar medidas públicas que sean orientadas por estos indicadores cuantitativos?

-¿Es válido pensar en alguien que delinque como un “delincuente” que quiere hacer el “mal” y que “merece” castigo?, ¿No son, acaso, sus pensamientos una construcción socio-cultural determinada por un contexto histórico marcado por la desigualdad social y el consumismo?, ¿Es culpable él de lo que piensa y de lo que hace?, ¿No es su comportamiento una herramienta de sobrevivencia en su contexto?, ¿No merece él un mayor esfuerzo de nuestra parte por enseñarle nuevas herramientas y signos?

¿Es “justo” medir el mérito de una persona por sus notas o puntajes? ¿Es posible congelar a una persona o grupo en un determinado rango numérico?

Los invito a pensar la sociedad con nuevos anteojos.

——

Foto: mmhaffie / Licencia CC

Tags

2
Contenido enviado por

Gonzalo Andrés Torres Rosales

Ver perfil completo
Otros contenidos del autor
Mirar a Chile con nuevos anteojos

Los contenidos publicados en elquintopoder.cl son de exclusiva responsabilidad de sus respectivos autores.
Te invitamos a conocer nuestras Reglas de Comunidad

Comenta este artículo

Datos obligatorios*

2 Comentarios

iedusal

iedusal

Pues sí, hay que atreverse a preguntar lo fundamental. Es necesaria la búsqueda de respuestas con la materialidad de los contextos presentes, y también la subjetividad asociada a esa materialidad.

Rodrigo Sebastián Enrique Campos Martínez

Interesante tu columna compadre, te mando por interno un paper que te puede interesar !

Contenido enviado por

Gonzalo Andrés Torres Rosales

Ver perfil completo

Otros contenidos del autor
Mirar a Chile con nuevos anteojos