Pecado 1: Sobrepoblación: Pensemos lo siguiente, ¿Cuántas personas viven en nuestra casa?, supongamos que son 4 más un par de mascotas. Ahora imaginemos el siguiente caso, sin aumentar el espacio habitable pasamos a ser 8 personas ¿Qué pasaría? Y si la cantidad vuelve a duplicarse a 16. Algunos dirán que se puede, pensando en cómo viven muchos inmigrantes llegados a nuestro país. Pero, ¿eso es calidad de vida? Y si volvemos a aumentar a 20 personas o más, verán que hay un momento en que la situación se hace imposible.
Estos ejemplos sirven para imaginar lo que estamos haciendo con nuestro planeta, traemos más gente, pero el planeta no se infla como un globo para darles cabida a todos sus habitantes humanos o no de una forma digna y que permita su sobrevivencia. Mientras los seres humanos no nos pongamos como meta la conquista espacial y encontrar un planeta donde migrar, debemos frenar la sobrepoblación y esto es posible con una mejor educación, así lo demuestran los países más desarrollados, que entre más educados, sus tasas de natalidad disminuyen.
Pecado 2: Sobreexplotación y envenenamiento de los recursos naturales: Obviamente una población humana en constante crecimiento requiere ser alimentada y esto lleva a aumentar las zonas de cultivo en desmedro de las otras especies que tienden a extinguirse al perder sus hábitats naturales. Pasa los mismos en nuestros océanos, la sobrepesca da por resultado que hoy las especies marinas que eran nuestro sustento habitual, son cada vez más escasas, difíciles de encontrar y van rumbo a una posible extinción.
El envenenamiento del medio ambiente lo hacemos con los gases de efecto invernadero, plaguicidas, pesticidas y el plástico, que ya se encuentran en nuestra cadena alimenticia, como lo puede demostrar un simple examen de sangre. La gran mayoría de nuestros desechos van invariablemente a los océanos, que al igual que una alfombra, termina escondiendo nuestra basura, pero no por dejar de verla, dejan de dañar severamente los habitas naturales y alterar el clima planetario.
Esta situación ha cambiado cosas sutiles en nuestras vidas, por ejemplo, para quienes pasamos los 50 años, de niños era natural ver abejas (y ser picados por ellas), mariposas y pequeñas langostas en nuestras casas y vivíamos en Santiago. Durante las noches, con mis amigos nos tirábamos en el suelo, en el patio de nuestras casas, para ver pasar las naves que lanzaban los soviéticos o los estados unidos y mientras las esperábamos podíamos apreciar las estrellas y ver la Vía Láctea, incluso las Nubes de Magallanes. Todo esto que relato pasaba hace poco más de 50 años aquí en nuestra ciudad, lamentablemente hoy son imposibles y nuestros hijos solo las pueden ver en los canales Discovery o NatGeo.
Pecado 3: aquí voy a recurrir a uno de los siete pecados capitales de la religión y es la Avaricia que junto a la Codicia y apoyada en un modelo económico Capitalista y Neoliberalista que se aplica dogmáticamente y domina toda nuestra sociedad igual que una religión islámica. Tiene entre sus mandamientos el maximizar los beneficios y minimizar los costos, para ello fomenta el individualismo, la competencia y que el éxito individual está en “tener”. Premisas que están resultando en una Desigualdad llevada a extremos. Por ejemplo; la mitad de la población mundial vive con menos de US$3 al día. Que las 8 personas más ricas del mundo (todos hombres), acumulan más riqueza que la mitad de la población más pobre, unos 3.600 millones de personas.
La desigualdad dentro de valores razonables es positiva y hace funcionar la sociedad, pero la conducen al colapso si llega a extremos, tal como pasa hoy
La desigualdad dentro de valores razonables es positiva y hace funcionar la sociedad, pero la conducen al colapso si llega a extremos, tal como pasa hoy. La población trabajadora, que sirve de mano de obra, va a la crisis cuando percibe que recibe una fracción de riqueza insuficiente y no relacionada al bien que genera. Las élites son ciegas y no se dan o no quieren darse cuenta por su Avaricia, de los efectos a largo plazo de su actuar. Para esta élite el tener mucho los hace sentir que vivirán eternamente. Su riqueza en sí misma no es un pecado, pero lo es cuando es a expensas de hacer miserable la vida de millones que trabajan en condiciones de esclavitud y explotación laboral. Se pronostica que dentro de este siglo evolucionaremos a sociedades de dos clases.
Nuestro futuro será una lucha por recursos cada vez más escasos y rechazando a todo aquel que no pertenezca a nuestro grupo. Algunos indicadores serían la crisis económica mundial que tuvimos el 2008, la aparición del Estado Islámico, Inglaterra con su salida de la Unión Europea o Brexit y la elección del presidente Donald Trump en los Estados Unidos.
Ciertos expertos piensan que las drásticas decisiones que hay que tomar superan nuestras capacidades políticas y psicológicas, principalmente por fijarnos metas a corto plazo, ya que hacer algo requiere sacrificar utilidades algo que la élite no está dispuesta a hacer. Walter Scheidel, historiador y profesor de la prestigiosa universidad de Stanford en Estados Unidos afirma que la historia evidencia que la desigualdad solo se soluciona con hechos violentos, como las guerras o las revoluciones.
La solución, para no llegar a estos extremos, es ser cooperativos, generosos, abiertos a la razón y terriblemente imaginativos.
Los contenidos publicados en elquintopoder.cl son de exclusiva responsabilidad de sus respectivos autores.
Te invitamos a conocer nuestras Reglas de Comunidad
ffrias9
Ser sesgado es algo subjetivo, así que no lo voy a tomar en cuenta.
Sobre «valores razonables», sí reconozco que tiene razón y es un termino ambiguo, pero si somos inteligentes podríamos decir que si un gerente de una empresa gana unas 40 veces más que el último empleado de la misma (años 70 del siglo pasado), podría ser un valor razonable. En cambio hoy las diferencias se disparan a más de 300 veces y sus empleados viven para pagar deudas, eso podría ser un valor exagerado. Y si miramos la historia, veremos que una de las causas principales de la revolución francesa y la rusa es la concentración de la riqueza y la extrema desigualdad que causaba pobreza en el resto de la ciudadanía.
Lamentablemente los seres humanos tenemos una falla y es no aprender de nuestros errores y los olvidamos demasiado rápidamente.
La solución de estos y otros desafíos que enfrenta nuestra especie es dejar de patrones de comportamiento que nos enseña la religión mercado-céntrica que nos gobierna, eso de ser individualistas, competitivos, que la felicidad esta en cambiar el auto o el celular.
Le dejo un artículo relacionado:
Saludos Don Roberto y gracias por la paciencia de leer y opinar
Cristian Rojas Saa
Excelente articulo amigo.
Lisandro Burgos
Saludos: Cuando imputa la codicia a un modelo económico particular, el capitalismo, peca usted de soberbia, estimado. También podríamos decir que miente, pero puede se lo crea en serio. Como sea, eso es chamullo suyo, porque no tiene el menor sustento en cuanto a que los otros modelos, por ejemplo, el estatista, no serían codiciosos. Además, tampoco tiene sustento al afirmar que el capitalismo requiera indefectiblemente de la destrucción del medio para operar. Hace usted como no pocos contertulios, que para debatir respecto de tan interesantes temas, carecen del más mínimo protocolo, de metodología alguna, y hacen afirmaciones al voleo. Y como a los demás, le aconsejo que estudie. Estudie, estimado, estudie. Lógica por ejemplo, y también algo de economía, le ayudará. Dicho esto, le aclaro que el problema no es el modelo económico, ni siquiera es un problema de la especie humana, es un problema de la vida misma. ¿Cómo? Por supuesto, puesto que la afirmación de que sacando al hombre del medio, quedaría un conjunto de seres vivos compartiendo en armonía, es un dogma, una falacia, una mentira, un invento nuestro. No existe un ente en equilibrio y con voluntad de tal, no existe eso que llamamos Naturaleza. Eso solo una hipóstasis más nuestra (hipóstasis: atribución de una voluntad tras los fenómenos, por ejemplo, Thor con su rayo) Todo ser vivo quiere más y más; todo, no solo el hombre. Ese es el problema, el problema y el verdadero concepto de la vida. Luego, el problema es…
JPMonteguC
Solo por aclarar. El último comentario comete el mismo error que imputa al autor al decir que usa elementos falaces o faltos de argumentos. No es que este de acuerdo con el autor, pero al decir que el concepto de Naturaleza es solo eso, un concepto, esta versando una opinión que no demuestra, a pesar de criticar la falta de metodología en el artículo. Y por otro lado le preguntó:¿acaso sabe usted de verdad lo que es una hipostasis? Pues el verdadero sentido de la palabra hipostasis, que es griega, significa «persona». Es cosa de leer filosofía y se dará cuenta. En definitiva, cuando se quiera decir a alguien que estudie, porque se le acusa de ignorante, revise primero si está capacitado para afirmarlo. Creo que debemos ser cuidadosos en nuestras opiniones.
Saludos.
Roberto
Buen intento. Pero ciertamente sesgado. De partida no son solo tres los pecados capitales que nos llevan a la perdición, son muchos más y sería bastante largo enumerarlos.
Pero abocándonos en el artículo del señor Frías, su primer pecado es colocar como número uno a la sobrepoblación y pecado aún mayor al dar un ejemplo que linda con lo ridículo. En una casa es posible que 20 personas sea considerada una sobrepoblación, pero si vemos este problema con una visión más amplia, el problema real es la concentración urbanística en las grandes ciudades de todo el planeta y esto sí genera una enorme cantidad de problemas que asociados a los requerimientos de las grandes empresas, multiplica los inconvenientes y desigualdades en la población.
Los otros dos pecados citados por el autor, la sobreexplotación de los recursos naturales (y humanos) y la codicia de las grandes empresas y fortunas, es muy cierta y los efectos a corto y mediano plazo pueden ser catastróficos.
Lástima que se le filtren desafortunadas frases como.. «la desigualdad dentro de valores razonables es positiva..»
¿Acaso quien determina esos «valores razonables» son las 8 grandes fortunas que dominan la economía mundial..?.. ¿O las familias que gobiernan en cada país, gracias a sus grandes fortunas..?
Por último su receta final está llena de buenas intenciones, pero es hasta tragicómica. «Sean buenas personas, generosos, razonables e imaginativos» Ojalá que Dios, Alá, Buda y Confucio te escuchen, buen hombre.