La violencia en el sur ha aumentado su intensidad. Son dos décadas que han generado considerables pérdidas económicas y también han cobrado vidas humanas, sin que a corto plazo se vislumbre el término de esta compleja situación que impacta en la condición de seguridad de tres regiones del país. ¿Se trata de terrorismo?
La verdad es que terrorismo es un concepto confuso, debido a que carece de una definición universalmente aceptada, dando paso a interpretaciones que están condicionadas por quien observa el fenómeno, según sus intereses o esquema de pensamiento. En este sentido, la experiencia internacional demuestra que grupos o individuos que han utilizado la violencia para alcanzar determinados fines políticos, simultáneamente han sido catalogados tanto de luchadores por la libertad como de terroristas, sin embargo, el terrorismo no representa una ideología específica, sino que es un método violento que en el mundo ha sido utilizado incluso en luchas que podrían considerarse como “justas”. En el sentido de lo anterior, la ausencia de una definición universalmente aceptada, por falta de consenso, ocasiona que los Estados, organismos de seguridad y entidades académicas elaboren sus propias definiciones, las que difieren unas de otras en cuanto a los énfasis respecto de los factores que componen y caracterizan este tipo de violencia; no obstante, ello no indica que sea imposible establecer una definición general sobre la base de la experiencia internacional y desde un prisma académico. Cabe precisar que la legislación chilena sobre la materia tiene falencias respecto de la definición de terrorismo, incluso la ausencia de delitos de carácter terrorista que incorporan legislaciones de otros países, por tanto no constituye, en términos teóricos, una adecuada base de referencia para determinar lo que es y lo que no es terrorismo.
En el mundo la motivación para emplear esta táctica generalmente ha sido política, como también pudiese ser religiosa o ideológica. En el caso de quienes impulsan acciones violentas entre las regiones del Bío Bío y Los Ríos, principalmente a través de atentados incendiarios, la reivindicación corresponde al logro de la reconstrucción del Pueblo Nación Mapuche, sobre la base de un proyecto político y cultural propio, inspirado en su cosmovisión, proyecto que requeriría de “control territorial” y autonomía política, en pos de lo que denominan «proceso de liberación nacional mapuche». La intencionalidad política de las agrupaciones violentas en la denominada zona de conflicto mapuche, se evidencia en panfletos y pancartas que son dejados tras los atentados, como también en las declaraciones de prensa que difunden en los medios de comunicación y en sitios web en los que explícitamente exponen los atentados como parte de una estrategia conducente a la liberación nacional. Esto es fundamental, ya que la diferencia con delincuentes comunes es que estos últimos buscan lucrar a través de sus actividades delictivas en lugar de reivindicarlas en el contexto de una estrategia política.
Una dimensión importante para el estudio de este tipo de violencia política es que debe ser entendida como una forma de comunicación, de propaganda para promover una causa y darle publicidad, para así atraer la atención de la sociedad o de determinadas audiencias previamente definidas por quienes despliegan la violencia. En otras palabras, se promueve la liberación nacional del pueblo mapuche mediante ataques a infraestructura productiva como mensaje a quienes consideran representantes del sistema capitalista, como los agricultores y empresas forestales. Según estas agrupaciones, el sistema capitalista estaría exterminando al pueblo mapuche, por lo que los ataques se orientan a detener el circuito productivo, identificándolos también como blancos por su fuerza simbólica, como es el caso de las iglesias por ser consideradas símbolos de dominación. En general, la intención inmediata del atentado es intimidar, forzar, coaccionar o desmoralizar al enemigo.
En definitiva, sobre la base de la experiencia internacional, se puede afirmar que el terrorismo es una táctica consistente en la ejecución de acciones puntuales de violencia con fines políticos, religiosos o ideológicos, para influir sobre determinadas audiencias. La táctica terrorista es un método de influencia socio-política, que se aplica en forma encubierta, para modificar el orden establecido.
La intencionalidad política de las agrupaciones violentas en la denominada zona de conflicto mapuche, se evidencia en panfletos y pancartas que son dejados tras los atentados, como también en las declaraciones de prensa que difunden en los medios de comunicación y en sitios web en los que explícitamente exponen los atentados como parte de una estrategia conducente a la liberación nacional.
El concepto de terrorismo es evitado deliberadamente por amplios sectores de la sociedad chilena debido a motivos políticos y emocionales, además erróneamente es considerada la variable de “legitimidad” como decisiva a la hora de clasificar o no de terrorismo la violencia de connotación mapuche, sin embargo es evidente que se está en presencia del empleo de la táctica terrorista.
Se recomienda visitar: https://observatorioterrorismochile.wordpress.com/
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Jose Luis SIlva Larrain
Ok, no es terrorismo porque es un concepto difuso pero sí son «tácticas terroristas».
No se cuantos tienen que perderlo todo y hasta morir en la Araucania para que se decida restablecer el orden de la única manera posible de hacerlo. El silencio de los políticos hace ver que ellos tambien esperan que la mayoria muestre hastío con este lumpen para pronunciarse en favor de un estado de sitio.
Se dice que para lograr cambios de estructuras rígidas hay que ponerlas al rojo vivo, es la única forma de alterar el acero. Quizá la bola de fuego que es ahora la zona es señal de que acerca un gran cambio, pero los que provocan todo esto se equivocan hacia que lado se va a doblar el acero.
Saludos
Mauricio Heise
Estimado José Luis: Lo que sostengo en la columna es que sí se trata de terrorismo. Saludos.
anti incendios
me tienen chatos los incendios. Si tienen que ver con la causa mapuche, sería bueno que los mapuches incendiarios tuvieran nación propia. Una pequeña, con muros altos, desde la que no salgan…