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La sociedad que sueño

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Considero que intentar construir un modelo de sociedad, desde una óptica auto referencial, es egocéntrico y narcisista y no es mi intención. Aunque creo necesario partir de lo micro, para posteriormente poder dar un salto a lo macro.

Por lo tanto mi reflexión apunta, aunque suene demagogo o populista, partir de mi experiencia vital. Como principio básico es que todos los seres humanos tenemos los mismos derechos y deberes y esto es un grave problema que arrastra nuestra sociedad chilena y que aún no ha podido resolver. Porque existe una gran brecha de desigualdad en la que muy pocos gozan de todos los beneficios y muchos que no alcanzan a tocar nada. Me causa asombro ver in situ, que quienes se deben ocupar de manera consciente de la satisfacción de las necesidades fundamentales de nuestros compatriotas, se estén ocupando de satisfacer sus necesidades personales, familiares y la de sus amigos incondicionales con los cuales se dedican a realizar estupendos negocios y por ende generar plusvalía a costa de quienes hemos apostado y creído en ellos de manera ingenua o absurda.

Esto me parece poco ético, por lo que es un imperativo moral controlar de manera enérgica este tipo de irregularidades en el sistema político, pues contribuye a generar malas praxis políticas y desencanto en la ciudadanía. Controlar esta situación permitiría trabajar realmente por mejorar esta sociedad asimétrica, por el modelo neoliberal imperante, cuyas características son generar individualismo, consumismo, materialismo, hedonismo, en donde el bendito mercado, regido por las categorías de oferta y demanda, propician las grandes desigualdades sociales tan marcadas en nuestro país a diferencia del resto de la región.

Este prototipo societal no me parece en absoluto, aunque considero que somos las personas las responsables de mantener esta forma nociva de existencia vital, que nos hace transformarnos en fervientes consumidores del mercado, ya que los medios de comunicación en general consideran como top, si usas tal o cual marca de vestir o calzar.

Es así, como mi sueño de sociedad está bajo la lógica de una sociedad más humana, fraterna y solidaria, democrática, abierta, pluralista, inclusiva y miscelánea, en donde se respeten los derechos fundamentales y todos tengamos accesos en igualdad de condiciones y no haya resoluciones judiciales distinto para los apellidos Tapia y González y los Larraín Matte.

Este sistema ha generado que estemos envueltos en una sociedad que mira desde la desconfianza a los denominados señores políticos, como otros entes de la sociedad como la Iglesia Católica y los casos de abusos sexuales a menores que han generado grandes escándalos y éxodo de feligreses decepcionados de sus pastores con birretes de purpuras y cardenales.

Pero volvamos mejor a lo que nos convoca, que es soñar, ya que es gratis. Desde los sueños de tantos actores sociales que han nacido en esta bendita tierra llamada Chile, que le ha propiciado al mundo hombres y mujeres que nos han dejado en un muy buen pie. Se me vienen a la memoria: Violeta Parra, Pablo Neruda y Gabriela Mistral, nuestros Premio Nobel, ya que solo por ellos, el mundo entero nos ha conocido. Considero que estos han sido nuestros verdaderos padres de la patria, quienes mantuvieron convicción y compromiso por querer contribuir de manera idónea y leal en la construcción de una sociedad más libre, autónoma y equitativa en donde la mirada estaba centrada en las cosas sencillas del cotidiano, que hoy se hace tan complejo poder vivenciarlo al estilo de estos próceres.

El modelo neoliberal no me parece en absoluto, aunque considero que somos las personas las responsables de mantener esta forma nociva de existencia vital, que nos hace transformarnos en fervientes consumidores del mercado

Si ustedes pensaban que los había nombrado a todos, se equivocan. He querido dejar para el final de este comentario al gran Víctor Jara, ícono real de una forma de ser y sentir la vida, por su gran tradición campesina que no fue impedimento para lograr sus sueños y utopías que giraban en torno al bienestar de todos sus compañeros de ruta. Hombre inmensamente soñador y constructor del derecho a vivir en paz.

Es por esto que, aunque físicamente no estés entre nosotros, vives y vivirás en la memoria colectiva de este pueblo que te quiere y te recordará siempre por tu firme coherencia y tu compromiso con tu pueblo chileno. Real testimonio de un hombre soñador de las cosas pequeñas y simples de la vida, pero es desde ahí, donde se comienzan a gestar los grandes sueños que deben apuntar al bien común y no al de unos pocos por el solo hecho de haber nacido en cuna de oro con grandes privilegios y posiciones sociales.

Volvamos a soñar, también al estilo del Quijote de la Mancha y su socio Sancho Panza, que mucha falta le hacen hoy en día a nuestro país.

Gracias totales.

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2 Comentarios

Alfredo A. Repetto Saieg

Estando de acuerdo con lo que planteas quiero formular un par de preguntas muy actuales para contribuir al debate: ¿Quién gana con la «reforma» laboral, con la educativa, con la tributaria y con el supuesto fin del sistema binominal? ¿Realmente se colocan límites a la confrontación, al desequilibrio y a la inestabilidad como lo declarara Bachelet? ¿De verdad este «nuevo» código laboral busca favorecer la mediación institucional y la salida pacífica ampliando las atribuciones de los sindicatos por un lado, pero quitando poder efectivo a la paralización y a la huelga como medida de fuerza casi exclusiva de los trabajadores?

Hace mucho que perdí la ingenuidad. Lo hice porque esta «democracia» en la medida de lo posible en la práctica, como política cotidiana digo, se traduce en que los cambios son aceptables siempre que favorezcan a la patronal. No ganamos los trabajadores, tampoco los estudiantes ni los pequeños o medianos empresarios; no gana la dueña de casa ni los sectores más humildes porque de lo que se trata, precisamente el núcleo de este sistema político, es que siempre los beneficiarios son esas tres o cuatro familias que hace mucho son las dueñas de Chile. Si lo entendemos nuestro sueño de un Chile justo estará más próximo a la realidad

    Victor Jara

    Victor Jara

    Estimado junto con saludarlo y agardecer su comentario, quiero dar paso a responder sus consultas al respecto las cuales tambien las comparto, pues la historia de este pais asi lo refleja.
    Quisas para bien de este este pais en materia de transparencia politica ha sido muy significativo el fenomeno Penta en la cual han quedado a la vista de todos las practicas ilicitas de los politicos de la UDI, sin embargo todo se mantiene igual, cuales son los impactos categoricos que estos hechos han tenido, solo el juicio de la cuidadania que los condena, que pasara de aqui en adelante en materia de elecciones municipales, parlamentarias y presidenciales, habra que verlo. ¿Como se financiaran es una interrogante para hoy dia?. Dado que la derecha siempre se las arregla para salir impune ante estos sucesos gravisimos.
    Ante lo expuesto, considero que estos hechos han sido un detrimento, para lo ideado por la Presidenta, dado que hemos perdido lo sustantivo de su proyecto de gobierno y esto la desvia y por ende a la ciudadania. Si la esperanza, la fuerza, la conviccion de los actores politicos de la izquierda chilena y el resto del conglomerado politico, debe dar la batalla y asi de una vez por todas erradicar con las desigualdades sociales que acarrean a este pais y que nos tienen en esta situacion pauperrima. Ojala no se de la logica que finalmente terminan venciendo esas 3 o 4 familias que de manera asolapada y oculta terminan bailando con la bonita de la fiesta y el pueblo debe seguir esperando, porque la propuesta inicial de REFORMAS, se ha ido maquillando con otros balsamos y no se ataca a lo de fondo que es lo ESTRUCTURAL SISTEMICO.