Voy a comenzar con una declaración de Gabriel Boric en Twitter (01/02/2021): ““La costumbre de crucificar públicamente a todo quien exprese una posición distinta a la propia nos hace mal como sociedad. Quienes son parte de eso y lo promueven, además pareciera no darse cuenta de que mañana pueden ser ellos. Escuchémonos más, siempre hay algo que aprender.”
Hay varias situaciones y actividades que logran cambiar nuestra personalidad y conducta habitual, por ejemplo, conducir un auto, beber alcohol o consumir alguna otra droga. Ahora, vamos a agregar a las redes sociales, Twitter y Facebook nos ofrecen la posibilidad de expresar, anónima e impunemente, cosas que no seriamos capaces de manifestar cara a cara.
Una inmensa mayoría, principalmente jóvenes, por desconfianza no se informan en los canales habituales y usan como fuente principal de información las redes sociales, pero, estas solo nos dan titulares y fragmentos incompletos de noticias y terminamos siendo influenciados por encabezados sensacionalistas construidos expresamente para llamar nuestra atención y afectarnos emocionalmente. El problema es que la mayoría de las veces son noticias falsas, engañosas o tergiversadas, y nosotros, al estar guiados por nuestros prejuicios y sesgos de confirmación, las aceptamos sin objetar.Es muy posible que muchos desconozcan la existencia de civilidad e incivilidad y debemos trabajar para recuperar estos principios, simplemente por ser todos nosotros ciudadanos que convivimos en una sociedad
Hoy, en el mundo digital los comentarios y posturas informadas y racionales son vistas como aburridas y pasan desapercibidas. Exactamente lo contrario que ocurre con posturas radicales y publicaciones violentas, estas llaman poderosamente la atención, obteniendo mayor difusión y aceptación. Así, el mundo digital se está convirtiendo en una realidad en blanco y negro, sin matices y al estimular la emocionalidad termina por exacerbar los ánimos al carecer de racionalidad. Por lo mismo, es habitual que, al criticar alguna idea o un personaje de derecha, te tachen de “zurdo” y si haces lo mismo con alguien de izquierda de tachan automáticamente de “facho” y no es raro que te bloqueen solo por dar una opinión opuesta (lo sé por experiencia). Actitud muy cercana a la que tiene un fanático religioso.
Lo escrito hasta aquí es para hacer presente que, al ser guiados por las emociones, menos por la racionalidad y utilizar la violencia verbal estamos contribuyendo a crear un ambiente cada vez más polarizado y carente de civilidad. Esto pone en peligro el conservar la estabilidad social, la paz y la democracia.
Creando burbujas
Hay que agregar un hecho que todo usuario de alguna red social debe saber y lo voy a explicar así: cuando usted realiza una consulta en Wikipedia, esta le mostrara el mismo resultado que a otra persona que haga la misma consulta en otro lugar. En cambio el buscador Google, muestra resultados distintos a diferentes personas a pesar de hacer la misma consulta, ya que esta plataforma, al igual que YouTube, Amazon, Facebook e Instagram, tienen algoritmos que van almacenando nuestras consultas para construir un historial y determinar un perfil de preferencias del usuario.
Y, cuando realicemos una nueva consulta sus algoritmos de búsqueda serán guiados por el perfil construido y nos mostrará resultados personalizados y acordes a nuestras preferencias habituales. Es tan eficiente, que a veces parece que Google nos lee la mente. Resultado, el mundo digital termina condicionando nuestro comportamiento.
Las redes sociales funcionan a una velocidad que aturde y nos golpea con un bombardeo constante de imágenes y memes, el defecto de la velocidad es no dar tiempo de pensar y menos para reflexionar, y terminamos siendo guiados por la emoción y no por la razón (le parece familiar). Dicho de otra forma, si soy terraplanista o antivacuna o defensor del neoliberalismo o crítico del gobierno o amante de los perros, la red social me destacará principalmente información que va de acuerdo a mis creencias y gustos, limitando la posibilidad de ver algo que las contradiga.
De esta forma la red social, al reforzar nuestras preferencias, va creando burbujas de realidad personalizadas, por lo tanto, cada uno de nosotros termina viendo un mundo virtual diferente al del vecino. Estas burbujas de realidad tienden a agruparse de forma natural por sus afinidades y en Facebook, se van aglutinando en grupos o agrupaciones de burbujas y tenemos las de medioambientalistas, amantes de la astronomía, antivacunas, creyentes en los ovnis, racistas, opositores al gobierno, neonazis, supremacistas blancos, izquierdistas, derechistas, veganos, amantes de los perros, anarquistas, etc.
De ejemplo extremo nos sirve lo ocurrido en Estados Unidos con el principal grupo que defendía a Trump, denominado QAnon, sus seguidores viven dentro de unas burbujas de realidad que les muestran información que reafirman sus creencias, por ejemplo, que el mundo es gobernado por una élite secreta de pedófilos adoradores de Satán, que controlan una red global de tráfico sexual de menores, los miembros de esta agrupación practican el canibalismo con niños en ceremonias secretas para extraer de su sangre un químico y lograr la inmortalidad, etc.
Mucho de lo que ocurre es culpa nuestra, al ser guiados por la ley del mínimo esfuerzo y principalmente por carecer de una formación que inculque el pensamiento crítico y hemos abandonado la costumbre de buscar información en fuentes que cuestionen nuestras ideas y amplíen nuestra forma de pensar.
Recuperar la civilidad
Este es un concepto algo olvidado y parto con su definición: “Comportamiento de la persona que cumple con sus deberes de ciudadano, respeta las leyes y contribuye así al funcionamiento correcto de la sociedad y al bienestar de los demás miembros de la comunidad”.
El concepto contrario es la incivilidad, asociado al comportamiento irrespetuoso en el discurso, prácticas o reglas de convivencia pública. La incivilidad política alimenta los comportamientos antisociales e intolerantes, resultando en desorden y violencia social. (si vemos las noticias diarias, nos daremos cuenta cual es nuestro estado)
Es muy posible que muchos desconozcan la existencia de civilidad e incivilidad y debemos trabajar para recuperar estos principios, simplemente por ser todos nosotros ciudadanos que convivimos en una sociedad, por lo tanto, tenemos que seguir normas de comportamiento y comprender que hay que actuar en concordancia. Debemos recuperar las pautas de conducta que promueven la buena convivencia y fortalecen el respeto, la confianza y la relación con los otros, incluso, con los que piensan diferentes. Hay que tener presente que todos habitamos un mismo país, una misma ciudad y un mismo barrio y no es sano ni razonable verse y tratarse como enemigos irreconciliables simplemente por pensar y tener ideas distintas.
Comentarios
26 de febrero
QAnon y el peligro de las burbujas conspirativas que dividen familias
https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-56079984
0