Los acontecimientos que estamos viviendo han mostrado que lo que afecta a Chile es sólo superficialmente político; el problema de fondo en un desmoronamiento de humanidad. Sostengo que la reconstrucción subjetiva de nuestra nación requiere de una intervención educativa que restituya al individuo su sentido de dignidad, de pertenencia y de responsabilidad.
Una vía práctica para esto es la pedagogía social.
En la línea de autores como J. Herder, Dilthey y H. Nohl, este enfoque comprende que lo social está constituido de modo fundamental de sujetos individuales, y que por tanto el foco de lo educativo es ayudar al sujeto a dejar atrás sus pulsiones animales y elevarse al ámbito de la cultura y el refinamiento de su carácter, a fin de poder aportar al elevamiento colectivo del espíritu de la nación. La educación incluye el estudio académico, pero su foco es el cultivo del carácter y de la vida interior.
Para Herder, una persona educada se reconoce por ser “ilustrada, de buenos modales, sensible, razonable, virtuosa y que sabe disfrutar”. Frente a la actitud demostrada por gran parte de la población en los últimos días, es evidente que los educadores le hemos fallado al país al contentarnos con un curriculum enfocado a la estandarización en lugar de la personalización.
Desde una pedagogía social, la educación es una función de todas las instituciones culturales, partiendo por las familias y extendido al rol que tienen las reparticiones del estado y las organizaciones privadas en mostrar a la nueva generación una dimensión de lo que significa ser parte del entramado social. Resulta clave el rol de los medios de comunicación en reforzar contenidos que eleven el espíritu y la moral de la nación.
Sostengo que la reconstrucción subjetiva de nuestra nación requiere de una intervención educativa que restituya al individuo su sentido de dignidad, de pertenencia y de responsabilidad.
En cuanto a la educación formal, una pedagogía social puede estructurar la experiencia del curriculum en tres focos de atención: el primero centrado en el sujeto (individuación, sentido de si mismo), el segundo en la comunidad (socialización, aprender a vivir con otros), y el tercero en el servicio al otro (lo comunitario, aprender a aportar).
¿Por dónde empezar? Sin tener que esperar una reforma curricular que logre equilibrar la noción de derecho con la de responsabilidad, la educación de párvulos puede insistir en el modelamiento de hábitos básicos de civilidad: respetar turnos, comunicarse efectivamente, cuidar los espacios compartidos, aprender a apreciar lo estéticamente bello como inspiración a la perfección, respetar el espacio y tranquilidad del otro, seguir normas. De allí podemos aspirar a que la siguiente generación sea capaz de habitar un espacio social más humano, consciente de su responsabilidad personal en la construcción de las situaciones que experimenta.
Chile despertó. Ahora debe madurar.
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R. A.
Seguramente, los educadores como usted, estimado, al citar a autores como «J. Herder, Dilthey y H. Nohl», también tienen una falla moderada al no considerar que ha de existir una correlación entre los cometidos que señala tu «calumnia» (ups, se le escapó a mi auto corrector, quería escribir columna) y … el nivel de ingresos entre el grupo de los seres humanos a los que las conclusiones hacen referencia…
Porque, ¿qué tan «filosófica y efímeramente cultural» puede ser la motivación de un individuo cuando, comparativamente, los unos piensan en el bien de la humanidad y en lo hermoso de la vida y en lo grande que pudiera ser la nación, cuando, los otros, apenas pueden pensar en lo vacío de sus estómagos al faltarles comida; o cuando las cuentas se acumulan contra sus ahorros en su cuenta de estrés; o cuando ven truncados sus propios sueños o los que tienen para sus hijos; o la forma en que ven a sus ancianos apenas cubrir una parte de la cuenta de medicamentos que necesitan, o ven cómo simplemente prefieren no ir a la farmacia para tener dinero para comprar el pan y pagar cuentas de electricidad y agua potable y quedarse mirando como otros tienen incluso cuentas de telefonía y televisión por cable que pagar y que ellos no pueden considerar en sus gastos porque simplemente no les alcanza?…
¿Cómo te haces responsable de esa correlación no considerada?
… ¿Existe esa correlación no considerada, según tu criterio?…