Normal
0
21
false
false
false
MicrosoftInternetExplorer4
/* Style Definitions */
table.MsoNormalTable
{mso-style-name:»Tabla normal»;
mso-tstyle-rowband-size:0;
mso-tstyle-colband-size:0;
mso-style-noshow:yes;
mso-style-parent:»»;
mso-padding-alt:0cm 5.4pt 0cm 5.4pt;
mso-para-margin:0cm;
mso-para-margin-bottom:.0001pt;
mso-pagination:widow-orphan;
font-size:10.0pt;
font-family:»Times New Roman»;
mso-ansi-language:#0400;
mso-fareast-language:#0400;
mso-bidi-language:#0400;}
Por esas casualidades de la vida y en honor a la verdad, sin buscarlo, configuré hace unas semanas, mi primer Twitter. La idea fue buscar fuentes y redes para mi trabajo.
Después de unos días y sin más gracia que la que nos muestra un zapato mojado, empecé a responder los tweets de los famosos.
Como se imaginarán, nadie pescó, cero seguidores, cero diálogos. La cosa no pintaba bien, incluso me tocó leer que uno de los famosos, de esos llamados intelectuales, esbozó que “a twitter estaba llegando mucha gente”… ¿flaitilizándose?, pensé.
Un día en la tarde, entre miradas laborales, informes de gestión y miradas varias, respondí el tweets de una famosa.
¡Sorpresa!
Ella hizo lo propio. En mi pantalla, se refería a mí, sin saber quién soy, pero a mí. Luego, pensé; deberé escribir solo frases inteligentes, o que parezcan inteligentes, o al menos que tengan sentido y créanme, no siempre resulta así, la pluma muchas veces engaña. (Bueno; los caracteres de la notebook).
Tarea nada fácil; ¿qué se puede decir en 140 caracteres, con suficiente rapidez y que parezca inteligente?
Leí por ahí, que twitter, era más bien parecido a una conversación de plazas, no es Factbook, no es Messenger; es Twitter.
Mala cosa; tenía que ser rápido, certero e intelectual…
No lo logré; para cuándo respondí, mi frase parecía un sorbo de yogurt de pajaritos en la cara de un parroquiano de la piojera.
Ni siquiera estoy seguro de que lo haya leído, pues, a decir verdad, no volvió a responder aquella insípida partida.
Por un lado sentí alivio, pues mi psicopatía decía relación con impresionarla de tal modo que se enamorara de mí para siempre y que yo pudiera hacerla esperar, al principio, pero amarla y vivir años de bonanza y felicidad, todo a raíz de una conversación trascendental, iniciada en Twitter.
Luego mi parte cuerda, que es la menor, me enrostró que sigo siendo un sujeto anónimo, cuya escritura deja mucho que desear…
¡En fin! Trascurridos unos días, les comento que tengo algunos seguidores; una de ellas famosa y hablo a veces con ellos…
¿Seré parte del fenómeno Twitter?…
O sigo siendo un iluso, tímido, carente de vida social pero ahora con twitter?
Comentarios