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El privilegio disfrazado de mérito

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El caso de Marcela Cubillos y su remuneración en la Universidad San Sebastián (USS) pone de manifiesto una serie de problemáticas que afectan profundamente a nuestra sociedad y al sistema educativo en particular. Es imperativo analizar esta situación desde una perspectiva que priorice la equidad, la transparencia y el bienestar colectivo.

[texto_destacado]En primer lugar, resulta alarmante que una institución que se declara sin fines de lucro y que recibe financiamiento estatal a través de diversos mecanismos, como el Crédito con Aval del Estado (CAE) y becas, pueda asignar sueldos tan desproporcionados sin aparente justificación académica o profesional. Este hecho no sólo cuestiona la integridad de la institución, sino que también plantea serias dudas sobre el uso adecuado de los recursos públicos destinados a la educación superior.

La falta de regulación en la fijación de sueldos en instituciones educativas que gozan de autonomía financiera es un punto crítico que requiere atención inmediata. La ausencia de fiscalización por parte de la Superintendencia en estos casos crea un terreno fértil para posibles abusos y malversación de fondos. Es fundamental establecer mecanismos de control y transparencia que garanticen que los recursos se utilicen de manera ética y en beneficio real de la comunidad educativa.

Asimismo, el caso de Cubillos pone en tela de juicio los criterios de valoración académica y profesional en el ámbito universitario. Resulta desconcertante que la docente mejor pagada de Chile aparentemente no cumpla con los estándares habituales de producción académica, como la realización de investigaciones, publicaciones o la obtención de postgrados. Esta situación sugiere que factores ajenos al mérito académico podrían estar influyendo en la asignación de remuneraciones, lo cual socava los principios de excelencia y equidad que deberían regir en la educación superior.

La disparidad salarial evidenciada en este caso no sólo es un problema de gestión universitaria, sino que refleja y perpetúa desigualdades más amplias de nuestra sociedad. Mientras se argumenta la necesidad de austeridad en los salarios de la mayoría de los trabajadores y se resisten mejoras en las pensiones, casos como este revelan un doble estándar que favorece a los mismos grupos privilegiados de siempre, cuyos apellidos se cruzan con el caso Hermosilla. Hace poco renunció Chadwick al directorio de la Universidad San Sebastián además.

Esta situación sugiere que factores ajenos al mérito académico podrían estar influyendo en la asignación de remuneraciones, lo cual socava los principios de excelencia y equidad que deberían regir en la educación superior

Es crucial que como sociedad exijamos mayor transparencia y rendición de cuentas a las instituciones educativas, especialmente aquellas que reciben fondos públicos. La educación superior debe ser un espacio de oportunidades equitativas y de desarrollo del conocimiento, no un mecanismo para perpetuar privilegios o servir a intereses particulares.

El caso de Cubillos en la Universidad San Sebastián debe ser un llamado de atención para revisar y reformar las prácticas de financiamiento y fiscalización de la educación superior. Es imperativo establecer sistemas de control más efectivos, criterios claros y justos para la asignación de remuneraciones, y garantizar que los recursos públicos se utilicen de manera ética y en beneficio del bien común. Solo así podremos avanzar hacia un sistema educativo que verdaderamente promueva la igualdad de oportunidades y el desarrollo integral de nuestra sociedad.

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5 Comentarios

launion delrazonamiento detodas lastribus

Observación Uno:

US$ 80.000.000.000 (El Presupuesto Nacional)

Por $1.000 (supongamos un dólar a mil pesos)

Dividido en $200.000.000 (El sueldo anual de «Miss 17»)

es igual a: 400.000 «veces»

Interpretación:

El Estado ‘comete’ 400.000 veces «La Infracción de Miss 17» cada año.

Su equivalencia es a cuatrocientas mil veces una arreglada de bigotes, entre los amiguis, por doscientos millones de pesos cada una, anualmente.

Redundancia:

400 mil veces cada año se comete «La Infracción de Miss 17 desde el Estado».

Cada día el Estado comete «La infracción» mil noventa y cinco veces, o su equivalente a 45 veces la infracción cada vez que el reloj avanza sesenta minutos…

Conclusión:

1.- El choreo desde el Estado ocurre a escala colosal, y esto sin incluir lo que se pierde en minería por los tratos de los amiguis…

2.- El Congreso Nacional, al no corregir esto, se hace cómplice del choreo colosal…

3.- Si yo fuera un dictador, todos ellos pasarían a ser interrogados por El Tribunal de los Recursos Soberanos de Chile y de todos los chilenos, para luego ser derivados a tribunales para recibir sentencia…

Nota: El Tribunal de los Recursos Soberanos de Chile y de todos los chilenos es solo ficción…

ffrias9

ffrias9

Don Arrobazoho, usted culpa de todo al Estado y lo considera intrínsecamente perverso. Pero, no tiene en cuenta que quienes integran el Estado fueron electos en democracia, es decir, la ciudadanía los puso allí con su voto.

Solución, los votantes deben dejar la ideológica que enceguece de lado e informarse sobre los candidatos.

La democracia será imperfecta pero, es mil veces mejor que una dictadura, piense, por ejemplo, en Venezuela, Cuba, Nicaragua y China.

Saludos

ffrias9

ffrias9

El caso Cubillos y también el de Hermosilla revelan una de las muchas causas que llevaron al estallido social. Muestra la grosera desigualdad social, una pseudo profesora que ganaba en un mes por «trabajar» un par de horas, lo que muchos profesores perciben en un par de años trabajando mucho más.

Además, evidencia que la meritocracia es solo una ilusión.

Saludos

launion delrazonamiento detodas lastribus

No culpo al Estado de nada; solo hago una observación para poner en escenario las escalas de lo que estamos hablando, para entender qué es mínimo y cuál es el todo y de qué orden es la diferencia ente lo pequeño y lo grande, Sr. Frías, con el fin de mostrar dónde está el verdadero problema…
Menos aún considero al Estado perverso.

Quienes hayan sido electos en democracia, son todos ladrones, adúlteros y mentirosos.
¿Usted podría justificar a alguno de ellos?
¿A quién podría escoger un votante como el mejor entre todos ellos?

¿Cuántos justos dice Proverbios que hay entre mil hombres?
Usted sabe que la Biblia es la Ley y en su lectura y meditación es posible adquirir la máxima sabiduría que puede llegar a alcanzar un hombre.

Re-entendamos el problema. Las personas son en su mayoría no perfectas, incluso malvadas. Entonces, para eso existe la Ley, para sujetar sus locuras. Por eso el Estado tiene múltiples entidades que vigilan el cumplimiento de la Ley común, porque los hombres son malos en general.

Ahora, lo que digo es que el resultado actual de la aplicación de la Ley es deficiente, «tal vez 400.000 veces al año», si lo que indica la columnista «no es bueno», si medimos ambos hechos con la misma vara.

Esto indica que una mejor Ley debiera tener mejor resultados. Podría ser mejor de diversas formas, como deteniendo a quienes destruyen Chile, o roban desde el Estado, o creando una mejor Ley distributiva desde el Congreso, donde abunden las oportunidades…

jgfhjkdfjg

launion delrazonamiento detodas lastribus

Las guerras necesitan un general al mando.
Alguien que tome decisiones.
Alguien que lleve el balón y por medio de su acción terminé pasando por el anillo.
Alguien que se comporte como autoridad.
Alguien que tenga el arrojo de escoger un camino y que no pare de recorrerlo.

Yo prefiero la dictadura, verá usted, pero, no una simple, sino que una de la mayoría.
Si tomamos al general descrito en mis palabras anteriores y le pedimos que nos devele sus planes a todos, para manifestarnos sobre ello, dando nuestra opinión sobre su plan, como una democracia perfecta que aprueba planes, entonces, si sucede que todos aprobamos el plan, solo estaremos de acuerdo con el estratega, el que es el general dictador supongamos, entonces, si aplicamos la medida del general, estaremos aplicando la medida del general dictador, pero, también la de todo el pueblo que lo apoyó. A eso le llamo la dictadura racional de todos. Esa es la Ley que quiero. Una que funcione mejor…

Me da lata referirme a ello, porque ud. prefiere la división de los potreros, sirviendo a los intereses de la izquierda y de la política en general, que acepta nuestra democracia como algo bueno, siendo mala, y dirigida por alguien cuyo propósito es destruir a Chile, obedeciendo planes extranjeros de terroristas como Maduro, que financia el terrorismo de Hezbollah y lo que en Chile usted llamó el estallido social espontáneo por $30…

Que el Congreso acepte el Gobierno de un delincuente como Boric, los hace cómplices a todos…