El emocionarse ¿Fundamento olvidado o reprimido de lo humano?

¿Por qué en algún momento de nuestras vidas la emoción la reprimimos? ¿Por qué o a partir de alguna etapa de nuestras vidas pareciera que se nos olvida emocionarnos? ¿Por qué nos prohíben emocionarnos y pareciera que no es normal y señal de debilidad?

Los niños en sus primeros años de vida, mientras descubren y experimentan, ven la emocionalidad como algo normal, parte del proceso de formación humana, en esta etapa las emociones como la pena, alegría, enojo, enfado y el odio son pan de cada día.

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La emoción debe ser un fundamento recurrente en nuestro diario vivir, de esa manera entenderemos que estamos vivos y no solos, que la rutina no nos atrapa,image

¿Durante la vejez no están? ¿Las reprimimos? ¿Es mal visto tener emociones? ¿En que momento se nos prohíbe emocionarnos libremente? ¿Es señal de debilidad?, al llegar al final del camino (según nosotros los últimos años de vida o la percepción de esta) la emoción ocupa un lugar muy importante, el volar de un pájaro, el sentir una brisa, los colores, sabores y aromas nos evocan los más lindos recuerdos y bellos pensamientos que atesoramos en lo profundo de nuestro ser y nos emocionan…

En ambas etapas (niñez y adultez) vivimos, sentimos y nos emocionamos…

Hay otro momento y no menos importante que ubicaré entre la niñez y etapa final,mencionadas anteriormente, que olvidamos, escondimos, privamos, reprimimos a tal punto la emoción que pareciera que son fundamentos olvidados de lo humano, solo sacándolas a flote en situaciones puntuales (principalmente justificadas y aceptadas socialmente). Pareciera que la emoción en esta etapa esta censurada por ser un aspecto que nos demuestra débiles, sensibles, permeables frente a situaciones acontecidas. Punto aparte de este aspecto se ve reflejado con mayor fuerza en hombres que por educación se les ha enseñado que ellos no se emocionan y mucho menos lloran.

La emoción debe ser un fundamento recurrente en nuestro diario vivir, de esa manera entenderemos que estamos vivos y no solos, que la rutina no nos atrapa, que somos creadores de nuestras experiencias y nuestro andar, que vivimos, sentimos y nos emocionamos como cualquier otro, con distintos estímulos, pero nos emocionamos… que somos, estamos y vivimos.

De esa manera podremos llegar a un nivel mayor de conciencia y sentipensar en todo momento nuestra existencia…