El capital humano es definido en sus inicios por el autor Theodore Schulz (1961), en términos de una decisión deliberada de inversión en educación, apoyado de habilidades y conocimientos, los que él llama explícitamente “atributos adquiridos”.
Más tarde Gary S. Becker (1964), habla de que el capital humano debe ser asociado a la productividad de las personas en una entidad, conectándolo con el nivel de capacitación de las mismas. Por su parte, el autor chileno Iván Navarro (2006), lo asocia un activo intangible, quien justifica su definición con lo que planteó Gleizes (2000) vinculando el término directamente con gastos en la educación.Es primordial saber que el capital humano se construye conscientemente, aprendiendo a utilizar la educación formal, informal, políticas públicas, experiencias y todo aquello que pueda servir para que ésta construcción tenga los efectos esperados, como se plantea en este caso en una localidad
Como se puede ver, existen varias definiciones del concepto de capital humano, sin embargo, es importante dejar en claro que, muchas veces se tiende a confundir su descripción original, debido a la connotación propia de lo que representa el capital, generalmente asociado a valores tangibles y monetarizables, pues cuando se trata de una persona o un conjunto de ellas, se debe tener una sutileza especial que considere valores humanos, más allá que los monetarios.
Considerando que existe un cuestionamiento permanente del concepto de capital, por su relación directa con la acumulación de bienes y que, traducido a lo que se plantea aquí, sería a la acumulación de conocimiento, es preciso ahondar en un concepto adaptado a lo humano, agregándole la connotación de aporte concreto a un territorio en particular donde hay una región, provincia o comuna, que se beneficia, lo cual se asimilará a la caracterización de un gobierno local.
Para evitar contradicciones respecto al capital humano, se ofrece en ésta columna una definición un poco más cercana a la concepción de la persona humana y no tanto al concepto economicista que, tradicionalmente se nombra el capital propiamente tal, lo cual estaría definido como el valor que representa la expertiz de un cierto grupo de personas, que tienen en común cualquier tipo de pertinencia temporoespacial, es decir relacionada con alguna generación en particular y/o un lugar, inclusive algo más específico como una institución, un territorio, una situación, o en definitiva que pueda sentir identificación con las actividades o tareas que realiza un grupo de personas, para mejorar las condiciones del entorno donde se desenvuelve. Para fortalecerlo se propone lo siguiente:
- Propiciar un capital humano con una mirada regionalista
- Incentivar la creación de centros de estudios regionales y locales
- Incorporar el concepto de desarrollo endógeno desde sus cimientos
- Establecer canones que ayuden a generar capital humano con identidad
- Fomentar la educación técnico profesional con carácter local
- Crear políticas locales de atracción del capital humano
- Fomentar la innovación y diversificación las matrices productivas de las localidades
- Instar a instituciones públicas para que realicen licitaciones con empresas que tienen mano de obra local.
Por último, es primordial saber que el capital humano se construye conscientemente, aprendiendo a utilizar la educación formal, informal, políticas públicas, experiencias y todo aquello que pueda servir para que ésta construcción tenga los efectos esperados, como se plantea en este caso en una localidad, como una forma de impulsar las transformaciones necesarias que requieren los gobiernos locales desde adentro.
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