La otra cara de problema es la pobreza y desigualdad. Mientras un sector apuesta por recuperar terreno en la natalidad, la otra ve como los sectores más pobres sin control de natalidad agudizan sus condiciones de precariedad y falta de oportunidades, las familias más pobres, suelen ser más numerosas, y con ello las dificultades de mantenerse se convierten en un camino cuesta arriba.
La población chilena ha ido envejeciendo, menos nacimientos y mayor esperanza de vida son las claves de la ecuación demográfica. Entramos a lo que los expertos en población llaman: transición demográfica. ¿Qué problemas conlleva?, ¿cómo intervienen los Estados?, son las cuestiones que esbozo a continuación.
El tamaño importa: el número total de la población es importante para el desarrollo económico y social. Una población pequeña carece de mano de obra para llevar a cabo las tareas de producción que demanda la sociedad capitalista, y si a ello le agregamos la falta de calidad en la educación, nuestro panorama de largo plazo es complejo.
Un ejemplo bastante concreto en nuestro país, es que las regiones con más población tienen mejores índices sociales y económicos que aquellas que tienen menos. Además tienen un trato preferencial desde el centro por una cuestión de orden electoral. Es cierto también que tenemos una distorsión a la regla en el caso de Antofagasta debido al boom de la minería, pero al revisar las cifras del último CENSO, tanto la primera, como segunda regiones crecen en población.
Detrás de la preocupación sobre la natalidad, se encuentra una preocupación económica. Los sectores empresariales observan que de seguir por este camino, el país deberá acudir a la mano de obra extranjera para comenzar a cubrir los puestos de trabajo que los nacionales no están haciendo. Esto último supone problemas, como la demora en la formalización de los documentos, y otros conflictos sociales que suelen ocurrir cuando la llegada de inmigrantes es muy rápida en poco tiempo. Ya se están pensando soluciones para hacer de lo anterior algo más expedito.
La otra cara de problema es la pobreza y desigualdad. Mientras un sector apuesta por recuperar terreno en la natalidad, la otra ve como los sectores más pobres sin control de natalidad agudizan sus condiciones de precariedad y falta de oportunidades, las familias más pobres, suelen ser más numerosas, y con ello las dificultades de mantenerse se convierten en un camino cuesta arriba.
En el discurso del 21 de Mayo, el Presidente Sebastián Piñera anuncia un bono para aquellas que tengan un tercer hijo (más de la tasa de remplazo de la población, 2 hijos por mujer), lo que busca incentivar el crecimiento de la población e intentar resolver los problemas que pueden generarse en el futuro. ¿Qué tan ideológico es el problema que estamos tratando?, pues los debates sobre el crecimiento tienen siempre la relación entre población y economía.
Las respuestas no sólo están en las variables anteriores, deben incluirse en la discusión ejes fundamentales como la educación, la salud, la vivienda y el trabajo. Una sociedad que piensa hacia el futuro debe contemplar un sistema de bienestar, pero en la actualidad las soluciones entregadas son incentivos diseñados por el capitalismo para el capitalismo, que busca sólo asegurar su mano de obra y el ingreso estable a sus cuentas bancarias.
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Comentarios
23 de mayo
Para ser sociólogo encuentro pobre el artículo. No se ve bien clara la idea central. La demografía por un lado y la demagogia por el otro. Toma uno de los dos temas y tienes para escribir un libro.
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