Frente al fenómeno del consumo, no hay una razón que per sé nos obligue a catalogarlo de nocivo. No hay tampoco una explicación respecto de por qué frente al acto de la producción y la compraventa, la gente en Chile se preocupe o le conceda particular atención al aspecto de consumir lo producido y no a la cuestión de que es ella misma la que produce.
Los gringos han santificado el arte de producir y comerciar, y lo asocian con la Libertad. Libertad para producir lo que se quiera y venderle a quien se quiera. ¿Por qué en un lugar del continente la gente mide el grado de su libertad en función de su capacidad de producción y consumo, mientras por estos lados se lo juzga sinónimo de esclavitud? No veo que las personas acudan forzadas a los centros comerciales. Y no veo de qué modo podrían sustituir la principal actividad del ser humano y todavía más, la principal actividad de todo ser vivo, cual es la de procurarse el sustento, y que es seguida en importancia nada más que por la reproducción.
La solidaridad no puede estar presente sin haber, primero, necesitados. ¿Cómo entonces se explica que se la prefiera? No sería necesaria si no hubiesen menesterosos. Yo veo en ello una cierta repugnante tendencia a gozar con el dolor ajeno, a desear que haya gente que dependa de uno, que lo necesite, que le ruegue por un mendrugo. Si le compras un juguete a tu niño, ¿no tiene acaso la marca del fabricante? ¿no la tiene acaso la ropa que vistes? ¿que no está en el envase de lo que comes?
¿Te molesta que la otrora LAN aparezca como la aerolínea que hará piloto a tu hijo o tu hija? ¿Y qué culpa o qué obligación tiene LAN respecto de que otras compañías no se hayan incorporado a la iniciativa de Kidzania? Como lo veo, ninguna. Es un problema de las otras compañías. Y lo mismo vale para la Clínica Alemana y demás. Desear lo contrario es, paradójicamente, engrandecerlos, insuflarles una responsabilidad y un rol hiper justiciero, casi divino, que no tienen. Detrás de sus símbolos, de sus logos e imágenes de marca hay simplemente personas iguales a nosotros, y que tal como nosotros, solo pueden responder por sí mismos.
Detrás de sus símbolos, de sus logos e imágenes de marca hay simplemente personas iguales a nosotros, y que tal como nosotros, solo pueden responder por sí mismos.
Yo digo que detrás de la aversión al consumo hay una estafa, un ardid, un embuste. Puesto que te dicen que consumir es malo, pero no te dicen con qué remplazarlo. Con hambre, pues hombre, con hambre se reemplaza el consumo. Cuando no consumes, pues pasas hambre; hambre y frío.
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Lisandro Burgos
Su comentario es muy aguado, estimado. Es como si no lo hubiese hecho.
Felipe Luna
Primero: la libertad de producir y consumir no es algo dado naturalmente, sino condicionado por el tamaño de la billetera. La banca otorga creditos preferenciales a las grandes empresas y pone mil obstaculos a quienes no lo son. Respecto de la libertad de consumo, insisto, esta cl condicionada por el dinero que se posee. Sólo los que pueden pagar pueden elegir, para los otros esta el Estado susbsidiario.
Segundo: nuestra matriz económica no es la industria, sino rentista y comercial. En Chile no producimos nada, solo extraemos las materias primas.
Tercero: afirmar que la actividad fundamental del ser humano es procurarse el sustento es reducir la existencia humana a nivel de sobrevivencia. Lea a Maslow por favor.
Cuarto: el modelo capitalista neoliberal se funda en el consumo; mientras mas demanda de un producto o servicio, mayor produccion. El punto es que la demanda es manipulada por la publicidad. Una consigna de la economia clasica es que «las necesidades son infinitas y los recursos limitados», cuando en realidad las necesidades humanas son acotadas, pero los medios ilimitados (Maslow, Max Neef). La plenitud humana esta en lo simple, pero dicha verdad no es rentable para el modelo.
Quinto: usted confunde solidaridad con limosna. Ser solidario es sentir la necesidad del otro como propia, es validar al otro como un igual. La limosna supone una relación de superioridad.
Por último, el consumo no es malo en si mismo, lo malo es transformarlo en la actividad central de la existencia h fuente de felicidad y validacion personal.
Espero que mis palabras si califiquen para comentario.
Lisandro Burgos
¿Qué quiere que le diga? Como el ajo su respuesta, don Felipe, más extensa, pero como el ajo. Pero ni modo, que se trabaja con lo que se tiene. Vamos viendo. Afirma que la libertad de producir y consumir no es algo dado naturalmente. ¿Naturalmente? ¿Y qué cree usted que es «dado naturalmente»?, ¿o qué espera que se nos dé naturalmente? Nada ni nadie nos provee de nada, no llueven manzanas ni mazorcas. Es uno el que lo toma y lo trabaja. Es uno el que cultiva los campos, explota los yacimientos, procesa el cuero y en fin. Dado naturalmente, dado naturalmente. ¡Habráse visto!, ¡USTED ES PARTE DEL PROBLEMA!, USTED ES LA RESPUESTA ENCARNADA DE MIS CUESTIONAMIENTOS! ¡ES EL COLMO DE LA FLOJERA! Pero me relajo y retomo. En la columna aludo a los gringos no por nada. ¿Habla usted de billeteras?, ¡cree que a los colonos gringos que fundaron ese país les habría servido de algo llegar con billeteras voluminosas? Esa gente encontró pantanos, mosquitos y ningún cajero o mercado donde darle uso a las billeteras. Y sin embargo todo en ellos apuntó al aprecio de la libertad, del trabajo y de la creación de riqueza. Incluso su religión. Hay un fenómeno sociológico y cultural muy particular y del todo diferente a lo que sucede por acá. Pero parece que usted no es dado a la historia, porque lo primero a lo que acudió para responderme pertenece a manifestaciones culturales contemporáneas.
Y por favor, exprésese bien. Que Chile no produce nada, no produce nada. Claro que produce, pero no produce bienes ni presta servicios con un alto contenido tecnológico. ¿Y eso de quién es culpa?, ¿de los gringos?, ¿Ellos compraron la tecnología con sus gruesas billeteras?, ¿o les fue regalada por la naturaleza, como usted quiere? LA INVENTARON, SEÑOR. Eso es lo que estoy reclamando. ¿Por qué cresta esas diferencias psicológicas? LA INICIATIVA, TOMAR EL CONTROL, EMPODERARSE, ESO ES LO QUE ESTOY RECLAMANDO, ES EL FONDO DE MI COLUMNA. ¡Y USTED ME RESPONDE QUE ESTÁ ESPERANDO QUE LA NATURALEZA LE REGALE LAS COSAS? ¡ ARGGGGHHHHHHH!
Lisandro Burgos
¿Y qué hay de los japoneses?, ¿qué les es a ellos «dado naturalmente» ¡NADA! Están amontonados en sus minúsculas islas y a punto de caerse al mar, cuales pingüinos.
Lisandro Burgos
Yo digo que la ignorancia se ha cebado con los latinoamericanos. La «libertad de consumo» no tiene nada que ver con el tamaño de la billetera. Tiene que ver con la elección entre alternativas para un mismo tamaño de renta. Y ni siquiera es eso de gran relevancia. Lo es más importante es la elección entre consumo y ahorro. El tamaño de la renta o la billetera no puede asociarlo con el concepto de «libertad», a menos que pretenda una renta prácticamente ilimitada. Es contradictorio, estimado, que pretenda negar la importancia del consumo y al mismo tiempo asocie libertad con tamaño de la billetera. Sus ambiciones superan y traicionan sus declaraciones de ideales. Respecto del consumo, no es una cuestión de ideales. Su usted no considera el consumo lo más importante, muérase. O lo que es lo mismo, deje de consumir. Después se rectifica afirmando que se refiere al consumo de los demás. Yo creo que si a usted no le importara tanto el consumo de los demás, o ne interesara lo que para los demás es o debiese ser más importante, y se preocupara de sus prioridades, sería más feliz.
esteban
Un análisis muy básico, a ese nivel ni siquiera vale pena discutir o replantear algo salvo denunciar los básico y reducido del articulo que no alcanza ni siquiera para un análisis.